Su primera incursión en el formato largo trenza elementos de documental y ficción, ¿ha sido su mayor reto profesional?

La verdad es que estoy bastante cómodo en el documental y en la ficción, porque utilizamos siempre técnicas del documental. En realidad, el reto fue hacer una película, con las condiciones económicas que tenemos los realizadores y los productores ahora mismo, así que el reto es hacer una película cualquiera y de la forma que sea. En cuanto a la forma, estuve muy cómodo, sabíamos que era complicado y que, en ese sentido, el reto también era que el público pudiese aceptar una película que se moviese en esta línea, que hiciera un cambio tan grande del documental a la ficción.

La idea de la película surge cuando conoce a su protagonista, Slimane, que le desbarató todos sus planes fílmicos iniciales, ¿qué le atrajo de este personaje?

Exacto, estábamos preparando un cásting para otro proyecto, para el que disponíamos de una ayuda para el desarrollo y yo estaba un poco incómodo con el guión. Sabía que quería darle una gran vuelta y, al final, lo cambié completamente cuando metí a Slimane como un personaje más en la película y, poco a poco, se fue quedando él solo. La película cambió tanto que hasta la nombré como a él. Lo que más me impresionó de Slimane fue su presencia y su fuerza ante la cámara, que casi hacía que la cámara desapareciese.

¿Se basó en un guión cerrado o lo fue reescribiendo en torno a sus personajes en el rodaje?

Cuando conocí a Slimane, me enteré del estado social en que se encontraba, en esta especie de limbo donde se encontraba con unos papeles que no le permitía trabajar. Cuando cumplen los 18 años, a los chicos les echaban a la calle del centro de menores y ese estado de la "nada" en que se encontraban, viendo pasar el tiempo sin tener posibilidad de trabajar, me interesó. Entonces, pensé "vamos a trabajar la película como una especie de limbo en el que no ocurra nada". Después, empecé a conocer a todos los amigos de Slimane y me interesaron también las relaciones del grupo, cómo se protegían unos a otros y esas luchas como de macho alfa que mantenían entre ellos. La película tiene también ese carácter observacional del cuerpo, de lo físico y de las energías.

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