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AMALGAMA

Día triste y feliz

La seriedad de los que comentan la pseudocientificidad de las propuestas ingeniosas que no surgen de cauces oficiales es mínima y basada en el puesto académico que se ocupa

Blue Monday es el nombre dado a una fecha que puede caer en enero y se originó por una campaña publicitaria de la radio Sky Travel, de Inglaterra, en base a investigaciones que Cliff Arnall, ex profesor de la Universidad de Cardiff, hizo, hasta llegar a plantear una fórmula en función de cuyos parámetros se podría obtener cuál sería el día más triste del año. Evidentemente, tanto por su utilidad como por ceñirse a parámetros muy locales y personalizados, se le considera una fórmula pseudocientífica, pero claro, respecto a su utilidad, no respecto a la certeza no totalmente generalizable de sus resultados (por ejemplo, Dean Burnett, neurólogo de la misma universidad, comenta que la fórmula es una farsa al utilizar medidas abstractas y no siempre con sentido). De todas formas, la seriedad de los que comentan la pseudocientificidad de las propuestas ingeniosas que no surgen de cauces oficiales, últimamente es mínima y basada sólo en el puesto académico que se ocupa, algo así como si le diéramos carta filosófica de naturaleza a algo porque apareció en el BOE, y se lo quitáramos si no está en el BOE. Pues bien, la primera fecha declarada fue la del 24 de enero de 2005, y luego han seguido calculándose las siguientes, de forma que suelen caer en el tercer lunes del año, que en el caso de este año 2015 ha sido el pasado 19 de enero. La fórmula sería ((W+D-d)T)/MN, donde W representa el factor climático, D la deuda adquirida en el periodo navideño, d es nuestra capacidad de pago en enero, T el tiempo transcurrido desde la Navidad elevado a la potencia del tiempo en el que tomamos las resoluciones respecto al año nuevo, M un parámetro que recoja los bajos niveles de motivación, y N otro parámetro que recoja la sensación de necesidad de tomar medidas. Y como todo su haz tiene su envés, con independencia de las críticas, Arnall ha calculado también el Happiest Day, el día más feliz, que en 2005 cayó el 24 de junio, en 2006 el 23 de junio, en 2008 el 20 de junio, en 2009 el 19 de junio, en 2010 el 18 de junio, es decir, en torno al solsticio de verano en el mes de junio de todos los años. Por ejemplo, yo he parametrizado mis datos personales, y como vivo en un monte muy frío y tomé muchas determinaciones respecto al año nuevo, pero con gran motivación y proactividad, se me movió el día más triste al martes. En cuanto al día feliz voy a ver si hago alguna trampa paramétrica para que me salga en plenas vacaciones. Y el mayor problema se me ha presentado para unos amigos que se prejubilan, y a los cuáles les he sacado la cuenta y resulta que son felices todo el año. Qué envidia sana.

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