Usted empezó a trabajar desde muy joven con Ángel Otero
Fui a visitarlo a Chicago y me gustó mucho su entusiasmo. Fue a ver una exposición de Roche y me impresionó porque era uno de estos jóvenes que te dicen "soy fan de este artista". Desde 2009 le ayudé en su galería en Nueva York.
¿Por qué no pudo estar presente en la inauguración?
Él ya tenía unos compromisos en EE UU en estas fechas. Pero él quería estar aquí exhibiendo junto con Arnaldo. De todas formas vendrá a dar una charla junto al curador de la exhibición.
¿Qué cree que es lo que conecta a estos tres artistas?
Los tres se educaron en la misma escuela. Y el Instituto de Pintura de Chicago es, probablemente, una de las escuelas más importantes de EE UU. Chicago también tiene una comunidad puertorriqueña muy importante. Ellos trabajaban en el mismo medio. Ramón trabajó con Roche en el estudio. Pero esto ha sido una casualidad.
¿Dónde se fraguó el origen de esta muestra compartida?
Fue a través de una exhibición hace unos años en ARCO de Roche en la que Omar se me acerca y me propone hacer algo que partiera de su pintura. Allí fue donde se propuso. Luego vino el trimestre de arte puertorriqueño. Son tres generaciones diferentes. Arnaldo de los ochenta, Ángel de los noventa, Ramón es la reciente. Además, esta es la primera bienal que puede hacer Ramón en solitario.
