El homenaje que, desde hace tres años, se realiza hacia la figura de Valentina la de Sabinosa cada 9 de enero en su pueblo de El Hierro, va adquiriendo mayor relevancia con más gente que se une a la fiesta.

Este año, además, coincidía con el 125 aniversario de su nacimiento, por lo que la cita tenía, para muchos, una doble importancia. A las 11.00 de la mañana un grupo de unas 150 personas, integrado por habitantes del pueblo y músicos de la Isla, se reunían en la Carretera General y, desde ahí iniciaban un peregrinaje por las principales calles del municipio, acompañados de los tambores y los pitos de la música tradicional de la Isla.

La casa de uno de los folcloristas más renombrados del pueblo, José Quintero Simancas, un practicante de melodías muy antiguas, fue la primera parada importante por su relación con el potente vínculo de la tradición musical de Sabinosa. Sobre las doce de la mañana, la comitiva llegaba, también acompañada por pitos y tambores, a la plaza José Rodrigo Vallabriga donde se descubría un mosaico, con trescientas fotografías de la cantante, sufragado por los vecinos del pueblo. Antes de descubrirlo, una serie de niños de 6 a 8 años, de la escuela de folclore Tejeguatito, vestidos de paisanos, cantaron una canción a capella ante unas 500 personas alrededor del lugar.

Después de unas palabras de la presidenta de la Asociación Cultural Amigos de Valentina y de algunas autoridades presentes, aparecieron los bailarines de la Agrupación Folclórica de Sabinosa, de paisano, que bailaron el famoso tango de Valentina con gente del público.

Toda la comitiva se trasladó, a continuación, a la casa de Valentina y ahí dos creadoras de loas recitaron unas piezas en honor a la cantante. A la agrupación folclórica se unió todo el público presente para interpretar una de las canciones más antiguas de Canarias, titulada La Meda y que consiste en un estribillo de dos versos octosílabos que se van repitiendo continuamente en torno al solista y que va narrando la vida de Valentina.

La comitiva se trasladó luego hasta el cementerio. Ahí se vivieron algunos de los momentos más emocionantes. La octogenaria intérprete tinerfeña, Olga Ramos, que conoció a Valentina cuando era muy joven, recitó su famoso Arrorró a los pies de la tumba de la mítica herreña. Luis Morera reinterpretó un canto de José Simancas cuya tumba está situada justo al lado y la comitiva subió a la plaza de la Iglesia de la Consolación donde esperaba medio centenar de cantantes femeninas venidas de todas las islas. En-cantadoras, dirigido por Jacqueline García, interpretó temas de José Antonio Ramos o Taburiente, y posteriormente cinco mujeres herreñas abordaron la pieza El santo. Todo terminó con la interpretación de En busca de Valentina a las 3 de la tarde.