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En la cima del 'crossover'

Suicidal Tendencies lleva la fusión entre heavy, hardcore y punk a la máxima expresión en su trabajo número doce

En la cima del 'crossover'

La evolución de esta banda californiana resulta, cuanto menos, peculiar e insólita. Con unos inicios más cercanos al skate-punk, el grupo entró de lleno en el terreno del trash metal a partir de su tercer trabajo llegando a liderar dicho estilo como una de sus bandas punteras. Sin embargo, los siguientes discos los situaban en una curiosa frontera realmente personal entre el heavy, el hardcore y el punk.

Disueltos en 1994 para volver en 1999, este regreso se ha saldado con tres discos que no le van a la zaga a los de su anterior periodo, siendo todos sobresalientes ejercicios del llamado trash crossover. Obras que, aunque no hayan ofrecido nada que no supiéramos de ellos, se revelan como títulos siempre interesantes que los devolvían como verdaderos artesanos de un género que surge en una tierra de nadie en la que solo ellos se mueven. Sin embargo, la sorpresa ha llegado con este World gone mad, su décimo segundo trabajo en donde las canciones parecen que estén a medio camino entre The Exploited y Metallica con algunos de sus instantes más inspirados en los últimos quince años. La mejor prueba es Clap like Ozzy que tiene toda la fuerza arrolladora del primer Alice Cooper. Y The new degeneration que contiene lo mejor de los añorados Motorhead. Hay sorpresas como la canción que titula el disco con un crescendo que tiene conexiones con los grandes grupos del rock duro de los años setenta. O Still dying to die y la final This world que tienden puentes a sus obras maestras de principios de los noventa Lights...Camera...Revolution! y Art Of Rebellion. Aunque su sonido parte de las guitarras, la gran novedad es que la banda incorpora en sus filas al ex baterista de Slayer, Dave Lombardo, y al chileno Ra Díaz en el bajo que se lucen en títulos cautivadores como One finger salute.

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