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Historia

Lobo: "El 'Anuario' les ha dado a las Islas una condición tridimensional"

La presentación del número 64 de la publicación en la Casa de Colón se convierte en un homenaje coral a la figura y legado de Antonio de Bèthencourt Massieu

Lobo: "El 'Anuario' les ha dado a las Islas una condición tridimensional"

La figura y legado del historiador Antonio Bèthencourt Massieu (Las Palmas de Gran Canaria, 1919-2017) presidió anoche, en la Casa de Colón, la presentación del número 64 del Anuario de Estudios Atlánticos, publicación impulsada por Antonio Rumeu de Armas en 1955, y de la que Bèthencourt Massieu fue codirector junto a su fundador desde 2003, y director de la misma desde 2006 hasta su fallecimiento el 30 de marzo del pasado año.

La revista que se publica en formato digital desde el número 60 es "una herramienta imprescindible para la investigación del Archipiélago, y le ha dado a Canarias una condición tridimensional", en palabras del historiador Manuel Lobo, alumno y colaborador de Antonio Bèthencourt Massieu, y director del Anuario desde julio de 2017.

La presentación tuvo además de la intervención de Manuel Lobo y del director insular de Cultura y Patrimonio, Oswaldo Guerra, con otros dos historiadores, ya doctores, que se formaron y trabajaron con Bèthencourt Massieu, y que les dirigió sus tesis: Vicente Suárez Grimón, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y Francisco Fajardo Espínola, profesor de Historia Moderna de La Laguna. Estaba prevista la presencia de otra alumna, la historiadora y concejala Encarna Galván, a quien Antonio de Bèthencourt Massieu le dirigió la tésis durante su etapa en la UNED en la capital grancanaria. Galván excusó su presencia por razones de salud.

Con ello se quiso dar presencia a las tres instituciones académicas públicas de Canarias a las que estuvo vinculado el historiador que "amplió los contenidos del Anuario entendiendo el Atlántico como una unidad", según Manuel Lobo. Un concepto que se había planteado con anterioridad, pero tal como subrayó el director de la publicación, "le dió un mayor impulso". Un hecho que junto a su edición en formato digital supuso un cambio de ciclo por cuanto "ha roto fronteras".

La presentación del número 64, que incluye 23 artículos de 28 investigadores y e investigadoras de siete universidades y centros de investigación, con aportaciones de la la Universidad Autónoma de México, Lovaina (Bélgica), la Autónoma de Madrid, el CSIC y las universidades canarias, tuvo presente a Bèthencourt Massieu bien en boca de los ponentes, en las imágenes que se iban proyectando del historiador en actos ligados al Anuario y su actividad investigadora, y en el testimonio del público. Entre otras personalidades, estuvieron presentes, la viuda María de los Ángeles Arijón Junquera, Marichu; y el artista Pepe Dámaso,

Tras las palabras de Oswaldo Guerra, que recordó que el Anuario es una referencia en Canarias y en el mundo para "el conocimiento histórico y científico de las dos orillas del Atlántico que tiene como núcleo las Islas", los historiadores obviaron el rigor académico que se atribuye a un encuentro de estas características para trazar, desde la experiencia personal, el perfil de "nuestro maestro", término al que se refirió Manuel Lobo para subrayar que el nº 64 fue un trabajo iniciado por Bèthencourt Massieu que a él le toco continuar.

"El vacío es duro de llevarlo, pero reconforta porque recordar es revivir los momentos", apuntó Manuel Lobo para calificar al malogrado historiador como "persona de olfalto singular, y de un carácter también singular, y que hay que conocerlo". Recordó Lobo que Antonio de Bèthencourt Massieu, a quien conoció "de manera directa en 1974, ya que la tesis la empecé en 1975" -aunque ya se frecuentraban desde 1971-, que en el año 2004 le ofreció asumir la dirección del Anuario. Un gesto que rechazó. "Le dije que no porque era como jubilarlo", subrayó.

Gratitud

Un encuentro prolijo en anécdotas, personales y profesionales, que tuvo siempre la palabra gratitud por parte quienes fueron sus alumnos, y que se consideran discipulos y valedores de su impronta de investigador. Entre ellas, las muestras de exagerada alegría que transmitía Don Antonio -porque así se le recuerda- al propio Manuel Lobo, a Elena Acosta, directora de la Casa de Colón, y colaboradores, cada vez que comprobaba que el Anuario, ya en digital, era consultado desde Nueva Zelanda o Australia. "Era una alegría enorme". Y como bien dijo Vicente Suárez Grimón, extremo corroborado por Francisco Fajardo Spínola, al maestro se le debe mucho, y su figura se proyecta en sus alumnos, más que su persona, sus pensamientos.

El director Manuel Lobo anunció que el número 65 del Anuario, que verá la luz en febrero de 2019, será un monográfico sobre Antonio de Bèthencourt Massieu. La Casa de Colón ha recibido ya una treintena de trabajos susceptibles de incorporarse a esta publicación que no solo sera extraordinaria por el motivo y contenido, sino porque se lanzará en formato físico.

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