Hay posibilidad de sonar transgresor y clásico a la vez. Y eso lo demuestra Makeness con este debut en el que utiliza todo tipo de ecos y reverberaciones para crear una música de baile amable que huye de lo asfixiante. El disco transmite cierta monotonía aunque consigue meter en un mismo saco el breakbeat, el trip hop y el tecno de Detroit. De este modo, logra emular al David Byrne más transgresor en la genial Fire behind the two Louis. Y tiene tiempo de darse un baño de soul moderno a través de Gold star. Pero, sin duda, donde pone toda la carne en el asador es en la contagiosa Day old death que recuerda, nada menos, que a Thomas Dolby.
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