¿Qué ofrecerá el grupo en el concierto de este viernes que no se haya visto en los anteriores?
Un concierto que forma parte de la gira de 30 aniversario y hacemos un poco un recopilatorio, con clásicos de toda la vida y canciones de los principios que hacía muchos años que no tocábamos tampoco. Es un repaso a la historia.
El grupo se fundó en el 88, pero el primer disco salió en el 94.
Es lo que siempre sucede. No confiaban en nosotros hasta que nos llegó el primer apoyo financiero para poder grabar. Desde entonces siempre nos ha ido bien. Al principio no teníamos trabajo y el grupo era para los fines de semana exclusivamente. Pero luego se estableció y ya llevo 25 años metidos en esa misma dinámica.
Usted es de los que aportan el toque más clásico en el grupo.
Cierto. Y al principio era yo el único, pero ha habido cambios de componentes en los últimos años y el flautista también tiene esos estudios y se nota al hacer los temas.
¿Que ha sido lo mejor y peor de estos 30 años de historia?
Lo más bonito es que es un sueño cumplido. Es muy gratificante, aunque luego tienes la responsabilidad de mantenerlo ya que es más difícil mantenerse que llegar. Es un sueño maravilloso porque viajas por todo el mundo, haces lo que te gusta y encima te pagan. Pero se pierden muchos de tus amigos y tus hijos porque estás todo el día tocando por todos lados.
En Bolivia fueron detenidos. ¿Qué fue lo que pasó?
El promotor mandó a unos policías porque según él no habíamos cumplido un contrato, pero hablamos con la embajada y el embajador llamó a una abogada, y al final no hubo ningún problema porque no habíamos hecho nada malo. Nada más que fue por la incomodidad de estar detenidos. Pero sabíamos que no iba a pasar nada.
¿Y qué les dijo la policía?
A mí me detuvieron y no me dijeron nada. Me tuvieron todo el día en comisaría sin una explicación. Todo vino porque no hicimos un concierto. Nos acusaron de no haberlo hecho. Hay un comunicado en la web que lo explica todo.
El grupo aportó al principio un sonido que nadie se había atrevido a hacer hasta entonces.
Y yo creo que seguimos haciéndolo. En su momento cubrimos un hueco que faltaba, pero seguimos evolucionando en la misma música. La gente nos aceptó, les gustamos y ya llevamos 30 años.
La trilogía Gaia fue muy importante para el grupo. Y advertían del cambio climático.
Y el tiempo nos da la razón. Hay grupos para todos los gustos. Unos cantan Estoy con mi chica en la playa Y otros son de una ideología más política. A nosotros nos gusta dar nuestro punto de vista de la cosas y que pienses por ti mismo.
Algunos de sus trabajos son auténticas óperas que, supongo, habrán sido muy laboriosos.
Sí, el proceso de composición de un disco de El Mago lleva ocho meses, porque mezclamos muchos estilos y nos gusta innovar en muchas canciones. Luego hay que ponerse a grabar y en el estudio nos pegamos otros cuatro o cinco meses más. Tardamos el doble que las demás bandas, pero logramos el resultado que queremos.
¿Y qué opinan los puristas de la música celta de su sonido?
No hemos tenido ningún tipo de problemas. Yo siempre digo que hay dos tipos de música, la buena y la mala. Y a la gente le gusta lo que hacemos porque es muy divertido, bailas, las letras son muy bonitas y eso cala a todo el mundo.
Ahora preparan nuevo disco.
Hace tres semanas entramos a grabar, pero de momento solo hemos metido la batería y el bajo. Pero está previsto que saldrá para finales de noviembre.
¿Es cierto que será la continuación de Jesús de Chamberí ?
Sigue esa temática, pero aún no hemos hecho ni las letras, ya que son lo último que siempre metemos. Pero estamos en ello.
¿Destacaría, en la historia del grupo, algunos discos?
Hay cosas que me gustan más o menos. Por ejemplo, Finisterra fue un disco muy importante ya que produjo el boom. Pero La leyenda de la Mancha fue el que nos permitió tocar en toda España y que todo el mundo nos conociera. Cada disco tiene su momento.
¿Dónde está teniendo el grupo más éxito fuera de España?
En Latinoamérica fuimos número uno. Pero tenemos mucha aceptación en Suiza, Italia, Alemania, Inglaterra o Rusia. La verdad es que la música abre fronteras.
Su sonido también se asocia a veces con el rock sinfónico.
Nos gusta investigar en todos los campos posibles. Al principio decían que hacíamos una especie de folk metal o folk celta. Pero siempre nos han parecido esa etiquetas muy pobre para nosotros.
¿Y sigue siendo su puesta en escena muy teatral?
Sí, nos gusta que cuidar el aspecto visual. Nuestro espectáculo es totalmente audiovisual y la estética es muy importante.
