El veterano pintor Joaquín Alvarado Janina expone en el Club LA PROVINCIA desde hoy hasta el próximo 2 de noviembre bajo el título Multiplismo. El artista que nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1940 comenzó a dibujar con Cirilo Suárez a la edad de once años. A los trece, ingresó en la Escuela Luján Pérez cuando la dirigía Felo Monzón. A los 17 años continuó en Madrid su formación en dibujo y pintura. Más tarde se trasladó a París donde residió durante 12 años. Ha expuesto en dicha ciudad francesa, en la provincia de Las Palmas y en Barcelona.

Sin embargo, Alvarado ha experimentado una larga ausencia de las galerías de arte del Archipiélago canario debido a varias razones entre las que él destaca no pertenecer "a los amiguismos. No milito en partido político alguno. Por estos motivos muchas veces me he sentido marginado". No obstante, señala todos los años en que residió en París donde sí participó en el XI Salón Internacional de París Sud-Juvisy en 1970 y donde en 1975, en la Biblioteca Española situada en la misma localidad presentó una de sus primeras exposiciones individuales. En 2003 tuvo la oportunidad de mostrar su obra en la Galería Toranto de Barcelona y ha participado en numerosas exposiciones colectivas.

Otra dimensión

Acerca del significado del concepto multiplismo de la presente exhibición el artista resalta que hace ya muchos años que viene investigando sobre la posibilidad de que la perspectiva pueda ser multiplicada. "El cubismo destruyó la perspectiva, acabó con la profundidad y la atmósfera, pero yo creo que se puede recuperar de la siguiente manera: Si desarrollo un prisma y sobre las caras, que son planos, sitúo formas y luego las trato por planos distantes, de manera que la forma se descomponga y se produzca esa multiplicación de la perspectiva".

La trayectoria de este pintor registra numerosas series pictóricas con temática común, en las que desarrolla lenguajes muy diferentes. "Normalmente los pintores empezamos con lo figurativo, dibujando paisajes, naturalezas muertas o retratos. Cuando llegué a París en los años 70 conocí otro mundo visitando los museos, descubriendo a Picasso, Mondrian o Kandinski, lo que me hizo, reflexionar, cambiar y convertirme en un artista de mi tiempo. Recibí la influencia moderna, me convertí en un pintor constructivista, geométrico".

En Canarias realizó su primera exposición en la Galería Wiot en 1973, sobre pintura geométrica. "Felo Monzón, en aquel momento también la practicaba". Se convirtió en uno de los primeros pintores constructivistas del país. Siguió evolucionando y le dio por "realizar críticas a la violencia, a las guerras del momento. Hice unas 40 pinturas dedicadas a ello". En esa etapa abandonó la geometría, pero "mis raíces me han conducido hasta donde me encuentro ahora en que culmino todas mis investigaciones. En casa guardo múltiples obras del proceso hasta llegar aquí. La geometría sigue influyendo en mi trabajo y en mi investigación".

Joaquín Alvarado se ha formado con algunos de los grandes maestros de la Escuela Luján Pérez. Por Rafael Monzón Grau-Basas dice conservar una gran admiración y respeto "porque no sólo era un magnífico pintor sino también una gran persona. Fui uno de sus discípulos. De su Escuela salieron muchos de los pintores actuales canarios. Al morir Felo la Luján Pérez había cumplido ya su misión porque surgió cuando aquí no había otro lugar para pintar y después no han salido ya buenos artistas de allí".

El pintor residió en París, no por motivos políticos, sino porque la mayoría de los artistas jóvenes españoles "teníamos la necesidad de conocer lo que se hacía en esta capital donde vivían grandes pintores de la época. "Todos los artistas queríamos la libertad de París y apreciar sus museos y extraordinarias exposiciones. Tuve contacto con las primeras pinturas de Vasarely o Picasso, me impactaron y me quise transformar en un creador de mi tiempo. Desde Francia viajaba también a otros países a visitar museos, como en Holanda los de Van Gogh y Rembrandt. Adquirí cierta cultura que he podido trasladar a mi obra".

Durante años, los hermanos Janina fueron inseparables de la lucha obrera en Las Palmas, con logros memorables. Alvarado recuerda bien la cárcel. "El primero que pasó por ella fue mi padre, que, por cierto, allí conoció a Felo y le hizo un retrato. Otros cuatro hermanos míos también visitaron la prisión por motivos políticos, por comunistas en época franquista. El único que evitó ese destino fui yo porque vivía en París. Cuando regresaba a España lo hacía temblando y traía conmigo propaganda comunista. Cuando ya se consiguió que en nuestro país se instalara la democracia dejé de ser activista comunista. Ahora soy constitucionalista al cien por cien y creo que todos debemos defenderla. No me complace ningún tipo de dictadura".

La lucha por los derechos de la barriada de Tres Palmas es inseparable de sus apellidos Alvarado Janina. Sin embargo, el artista no siente nostalgia de aquellos tiempos porque dice que ya cumplió con ese momento y "dejo que sean otros los que ahora continúen con la batalla para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y de la gente en general".

Ideologías

En sus creaciones actuales no queda constancia del compromiso político y social "porque la pintura no puede servir a ninguna ideología, debe ser independiente. Yo realicé cuatro series contra la violencia, pero nunca he situado el arte al servicio de una ideología".

Cuando Alvarado impartió clases en la Escuela Luján Pérez se implicó en la formación de jóvenes futuros artistas. "Sin embargo no vi que fueran a salir grandes pintores de allí ni que existan hoy en día buenos referentes de los que aprender en ella. Muchas otras escuelas funcionan igual o mejor en estos momentos.