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Guerra de pujas por Jesús Arencibia

El Cicca acoge la primera subasta de colecciones privadas en los últimos 40 años en las Islas

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Subasta de obras de arte canarias en el CICCA

Un dibujo de Jesús Arencibia, que partía de 450 euros de salida y que se vendió por 1.600, protagonizó el momento más animado ayer en el Cicca durante la primera subasta de varias colecciones privadas que se realizaba en Canarias en los últimos 40 años. Un total de 35 compradores asistieron a esta puja por 78 lotes de obras de arte que iban de los 140.000 euros de salida por una escultura de Chirino a los 300 de una litografía de Chelyn Reino.

Entre esos intervalos se movieron ayer los cifras de las piezas en un evento realizado por iniciativa conjunta entre la Fundación La Caja de Canarias en las Palmas de Gran Canaria y la empresa Artspace, al que acudió un centenar de aficionados al arte, y en donde al final se vendieron 28 lotes. Tres compradores pujaron por la obra de Jesús Arencibia en cuatro ocasiones en la que se convirtió en la venta más reñida de toda la tarde.

La de ayer era también la primera subasta de pinturas y esculturas si nos ceñimos a varias colecciones juntas ya que la firma Novaro+Ojeda celebró una en el Club La Provincia a finales de noviembre de 2011 sobre autores de las Islas.

La puja de ayer incluía pinturas de Pepe Dámaso, Manolo Millares, Lola Massieu, Juan Hidalgo y Tony Gallardo, entre otros, pero también piezas anónimas de corte clásico datadas en el siglo XVIII y de considerable valor que permanecían desde hace años invisibles para la ciudadanía en los domicilios privados de sus dueños, se ofertarán en la subasta. Entre las obras destacaban dos litografías de César Manrique que se vendieron al precio de salida de 800 y 880 euros respectivamente. "Es un repaso del siglo XX que va del arte figurativo al abstracto, con la excepción de Juan Hidalgo que es arte conceptual y que es más del siglo XXI", señaló la responsable de Artspace, Míriam Domínguez. "La obra de Martín Chirino es un afrocán único, no solo por el forjado, de 150 kilos, sino porque representa la mujer africana", añadió. "Luego hay dos grandes piezas de Pepe Dámaso de entre 1976 y 1980, una época gloriosa de su carrera" y la presencia de gente menos conocida como Juan Cabrera, "pero con mucho talento", con una buena representación de Lola Massieu, y hasta se incluyeron unas marisqueras de Normandía.

La directora de ventas de Segre Subastas, Leticia Permuy que fue la encargada de dirigir el acto, señaló que el valor del arte hecho en Canarias "hay que relanzarlo" en el conjunto de España, donde, en general, "si le preguntas a la gente, aparte de Chirino o de Néstor de la Torre, a lo mejor, no conoce a otros grandes creadores" isleños, incluso de fama internacional. Permuy agregó que "el trabajo de los creadores más reconocidos del archipiélago en el mundo del arte sí que es conocido, los que trabajamos en este mundo sí que conocemos a sus grandes pintores, pero es verdad que hay que relanzarlo" para que puedan apreciarlo como deberían los demás ciudadanos del país, y añadió que para que una subasta sea buena debería de estar pujado un 50 o 60% de las piezas.

Permuy recordó que hace un tiempo organizó una puja en Madrid con obras de creadores isleños "y vino media Canarias" para participar en ella. En su opinión, "hay que volver a ampliar este mundo que está copado en Madrid, Barcelona y Bilbao" y recalcó que en las Islas "hay grandes colecciones, sobre todo en Las Palmas", y, aparte de pintura, también hay otras grandes obras de arte, porque ha sido gente muy vinculada a Inglaterra y a Francia "que ha comprado grandes colecciones, sobre todo de mobiliario y de artes decorativas y pintura".

Escena

Por todo ello, la experta valoró la idea de organizar esta subasta con toda la puesta en escena habitual de un acto de ese tipo, incluidos el mazo con que ella adjudicó las ventas y las paletas numeradas con las que los 35 compradores potenciales que se habían inscrito para participar indicaron cuándo iban a pujar, como forma de sacar a la luz estas obras e incentivar su mercado. "Me parece una buena iniciativa para que la gente empiece a leer los catálogos y a conocer la historia de estos pintores".

Míriam Domínguez, aseguró que esta iniciativa se ha puesto en marcha con "la idea de crear mercado" en este sector en el archipiélago, donde entiende que existen bastantes clientes potenciales como para hacer viable ese proyecto, como demuestra el hecho de que hay coleccionistas que se van a Madrid u otro sitio para comprar obras. En esta primera edición "he apostado por elegir nombres muy conocidos, y sobre todo locales".

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