"Soy un mero espectador que se ha puesto a investigar la música, me mezclo con la historia, pero también doy voz a lo que voy descubriendo". El productor y realizador SaoT St, el alias profesional de Carlos Cabrera Suárez (Las Palmas de Gran Canaria, 1985) resume de esta manera el fundamento del documental Piélago. Morir de éxito en Canarias, una producción audiovisual en la que aborda la historia del rock en Gran Canaria - y su relación con otras islas- desde los años sesenta del pasado siglo hasta la actualidad. Un trabajo que se estrena mañana miércoles en el Cicca, en la Alameda de Colón, a las 19.30 horas, en un pase único y con invitación.
Es el punto y final de cinco intensos años de trabajo, casi una suerte de arqueología musical, de abrir puertas que nunca antes había cruzado. Todo ello, desde una mirada "no contaminada" acerca de lo que hubo y queda del rock y pop insular. SaoT St se ha labrado una notable carrera profesional focalizada en el hip hop, tanto como productor musical y videoclips para las figuras del rimadero nacional y canario, así como sus trabajos como Dj, promotor y otros proyectos ligados con la cultura urbana.
Un trabajo éste que implementa la exigua filmografía sobre la historia de la música creada en las Islas, y que a diferencia de otros trabajos bien biográficos sobre determinados autores, o a modo de crónica visual de distintas décadas, el autor es también protagonista del relato fruto de lo que se va encontrando por el camino.
"No quería ver nada de lo que se había hecho antes sobre la música en Canarias porque quería poner en valor ciertas cosas, y participar de todas esas experiencias", relata Carlos Cabrera. Según explica, este proyecto "es fruto de la curiosidad que siempre he tenido por todo en general y en particular la música. Ésto no es un trabajo de encargo".
El título del documental evoca lo que aconteció en el relato cronológico del rock que se ha cocinado en las distintas trincheras en Gran Canaria, a la vez que acentúa los triunfos y derrotas que se repiten desde que Los Ídolos [banda que lideraba Teddy Bautista en los años 60 antes de activar Los Canarios] salieran de la Isla en busca de la fama. Asegura el autor de Piélago que "de toda la vida, desde los 60, hemos estado por delante de toda España, y tan adelantados [en lo musical]que el resto del mundo no ha sabido valorarlo y eso nos ha perjudicado en todas las décadas".
Saot St prefiere no adelantar contenidos, ni glosar protagonistas y hechos que vertebran el relato visual. Ni siquiera avanza quienes ponen voz y música a los más de 100 minutos de metraje de Piélago, la superficie más alta del océano.
"En total fueron 72 entrevistas que tuve que seleccionar cuidadosamente, entre artistas, periodistas, promotores,..., gente, en definitiva que tiene que ver con la música", afirma. En este sentido, el autor pone en valor el trabajo de distintos periodistas que aparecen en este documental en su opinión "forman parte de la escena inconscientemente aunque ellos no lo sepan". En su opinión, todos "han tenido influencia y una visión como parte de la historia en la que también han sido protagonista, dieron voz a muchísimas bandas que no la tenían, y más en una época cuando no había internet y estilos no tan consagrados a los que les prestó atención, y fue fundamental".
Los orígenes
Con la máxima de "conocer tus orígenes te ayuda a avanzar", y que se recuerda en el documental, se activó este proyecto. Razona el autor que "en verdad, pensaba que un año o así podría estar terminado, y al final fueron cinco los años de trabajo, debido a una investigación mucho mayor de la que había previsto cuando empecé. Y en ese proceso de rastreo descubrí que había millones de cosas que desconocía".
La gestación y desarrollo de este Morir de éxito en Canarias se trazó en tres fases. La primera fue comenzar por el principio de todo, los años 50 y 60, y para ello Carlos Cabrera contactó con "una serie de personas que para mí era clave en el proyecto y que podían aportar la información que necesitaba", señala. Un segundo paso fue "descubrir todo lo que desconocía a medida que iba avanzando con las entrevistas", y que según confiesa el productor, hizo que el proyecto fuera mutando y enriqueciéndose.
Y una tercera fase, que"finalmente se reveló como la más importante para el autor, toda vez que el documental se convirtió en un proyecto personal en el que yo narraba y me convertí en protagonista, contando además cómo iba desarrollándose".
Al final, tal como subraya el realizador, "lo que iba a ser un documental sobre la historia de la música en Gran Canaria, que lo es también,aporta también una visión personal".
Focalizado Gran Canaria "por cuestiones de tiempo y dinero", el discurso de Piélago trasciende el espacio insular al que se circunscribe por varias razones. "Esto ha costado, ha supuesto un gran esfuerzo por mi parte, y el tiempo tuvo mucho que ver porque es imposible contar en 110 minutos la historia de todas las islas al detalle, aunque si es verdad, que en el relato se nombran a grupos y artistas de otras islas porque tuvieron su influencia dentro y fuera de Canarias".
