Desde el nacimiento de la Escuela Luján Pérez, la Talla en Madera tuvo un papel destacado, como lo atestiguan los grandes escultores grancanarios que se formaron en ella. Estos artistas tienen como objetivo crear formas y armonizar volúmenes en el espacio. El escultor, al hacer formas, trabaja con las tres dimensiones. Son cuerpos en el espacio, que tienen sus propios medios de expresión y los volúmenes y las masas están sometidos a disciplina en técnica y en ritmo. Este procedimiento de la talla exige un conocimiento amplio del material, en este caso "La Madera".

Los integrantes del Taller en Madera presentan los trabajos de este curso anómalo de 2019-2020, en la Galería de la Escuela Luján Pérez, siendo 12 artistas que encuentran en esta disciplina su medio de expresión y satisfacer sus inquietudes creativas: Víctor Rodríguez, Jaime Robaina, Francisco Pérez, Juan Bolaños, Juan Carlos Déniz, Jesús Díaz, Marga González, Sergio Santana, Eva Sánchez, Ezequiel Antúnez, Eliezer Medina y Santiago Hernández.

Al acercarnos a la Escultura en Canarias en el siglo XX, hemos de referirnos a la labor desarrollada en la Talla de Madera de la Escuela Luján Pérez, desde su fundación en 1918 por Domingo Doreste "Fray Lesco", en la que destacan las obras de artistas como Eduardo Gregorio, Plácido Fleitas, Emilio Padrón, Juan Jaén, Juan Márquez, etc? Estos artistas fueron animados por la dinámica de una Escuela Libre, sin normas pedagógicas dictadas, sin academicismos, y con métodos que en su momento fueron revolucionarios. Dicho espíritu sigue alimentando el actual Taller de Talla de Madera coordinado por el escultor Salvador Sánchez Perera.

El uso de la madera en la creación de formas tridimensionales escultóricas es tan antiguo como el afán y la capacidad que ha tenido el hombre para plasmar sus ideas en imágenes, así las tallas africanas que destacan tanto por su estética como por su función en la abstracción del concepto que representan. En la escultura indigenista, tan importante en la plástica canaria, aparecen desde rostros de gentes de nuestro pueblo con sus rasgos de tipo negroide (labios gruesos, pómulos salientes, etc?) hasta la esquematización y estilización de sus obras, producto de la atenta mirada de estos creadores a la vanguardia que se estaba produciendo en la escultura europea (Henry Moore, Bárbara Hepworth, Constantin Brancusi, etc?).

En esta muestra cada artista busca su lenguaje estético particular, consiguiendo así que cada componente haga su trabajo diferenciado, pues los creadores viven rodeados de "cosas", de objetos, de fragmentos que se han de convertir en parte integrante de algo distinto. Unas veces, late el deseo de conservar lo desechado por otros; otras, hay un impulso íntimo de rememorar los objetos de la Historia del Arte dando lugar a híbridos desconcertantes, con una recíproca inspiración en la creación, a fin de lograr una poética escultórica.