-¿Prefiere un recital antes que un concierto para conectar mejor con el público?

- Me gustan los dos medios. Pero el recital es algo que siempre me ha atraído mucho porque requiere un contacto más personal con los espectadores. Aquí, tú diseñas tu programa y con él puedes llevar al público de viaje. Hay mayor autonomía. Y una siempre elige cosas que a una le gusten y con las que se sienta identificada. Se trata de llevar a un público a un viaje de emociones. Ahora empezamos en el Festival de Música de Canarias. Luego vamos al Palau de la Música en Valencia y seguimos por Bilbao y Madrid.

- Es un repertorio algo inusual, en el que se incluyen autores no muy conocidos.

- Es que esa ha sido también nuestra misión. Siempre es bonito escuchar alguna pieza conocida, pero es mejor incluir joyas de otros países que no son tan habituales aquí. Este repertorio tiene una primera parte con un sabor muy español. Empezamos con Cuatro canciones en lengua francesa de Albéniz; seguimos con Seis canciones de Todrá; seguimos con Tonadillas escritas en estilo antiguo de Granados y terminamos con Viardot, que no es una autora española, pero es hija de español. Fue hija del tenor y maestro de bel canto Manuel del Pópulo Vicente García y es hermana de la diva María Malibrán y del influyente barítono y maestro de canto Manuel Patricio Rodríguez García. El padre de Viardot fue muy importante para la época y Rossini le compuso El barbero de Sevilla. Creó toda una escuela de canto en su época. Por eso me ha parecido muy interesante presentar estas tres canciones que tienen un sabor español. Una se llama Madrid, otra es una Habanera y la última es Las hijas de Cádiz. Se trata, por tanto, de un repertorio en el que combinamos música española con música francesa con sabor español y estaremos jugando con los dos idiomas.

- Y llegamos a la segunda parte del programa en el que se respira un aroma muy africano.

- La segunda tiene un hilo conductor que es un poco la influencia de la música negra y los ritmos africanos en la lírica. Más bien, en este caso, en la canción de concierto. Recorremos la influencia de esta música en Europa y en Norteamérica. Así, metemos música de un compositor francés como es la pieza Trois chansons de négresse de Milhaud; música de un compositor español, que es Cinco canciones negras de Montsalvatge, y un grupo de espirituales negros. Todas tienen en común la influencia africana, de la música negra.

- ¿Existe la intención de mostrar hasta qué punto la música europea es mestiza y la fuerza que surge de la fusión?

- Cierto. Quería hacer algo diferente, y aquí hay canciones con muchísima fuerza. Es interesante ver cómo un compositor francés plasma esa esencia de la música africana. Y cómo lo hace un compositor español. Esta música africana muestra la ruta de esclavos que comenzaba en África y seguía hasta Norteamérica para el cultivo del algodón y la caña. Toda la música de hoy en día, tanto cubana como de Norteamérica, está influida por estos ritos. Y por eso creo que es muy variado y muy ameno. Que el público conocedor y no conocedor de la canción y del recital lo disfrute y pueda comprobar la gran pasión y fuerza que tiene. El pianista y yo queremos llevar al público por este viaje de España, Francia y África.

- El pasado mes de octubre le entregaron el Premio Plácido Domingo en Los Ángeles. ¿Qué destacaría de ese momento?

- Fue una experiencia muy interesante. Un premio como este nunca te lo esperas. Fue una sorpresa y me sentí muy honrada porque los amigos latinos de la ópera de Los Ángeles y Plácido Domingo decidieron dármelo. Casi me sentí como cuando le entregan un Oscar a una actriz. La ceremonia tuvo lugar en una cena de gala celebrada en el Dorothy Chandler Pavilion, donde antes se daban los Oscar. Fue un honor recibir un premio que antes habían recibido Cristina Gallardo-Domâs, Juan Diego Flórez o Rolando Villazón. Plácido Domingo es uno de los artistas más grandes y versátiles que he conocido. Siempre me han conmovido su voz, su interpretación y su profesionalidad.

- ¿Cree que su voz ha mejorado con el tiempo?

- Sí, la voz es como un buen vino que con el tiempo mejora. Y en este punto de mi vida mi voz ha alcanzado una madurez, un color diferente. Un año en que alcanza su cénit.

- ¿Qué destacaría del pianista Rubén Fernández, con el que actúa en el Festival?

- Rubén Fernández es uno de los pianistas y reperturistas más importantes que hay en España. Ha acompañado mucho a cantantes como Ainhoa Arteta, Carlos Álvarez y a muchos otros españoles. Es una persona muy vitalista, con la que se trabaja muy a gusto. Es muy importante el podernos entender tan bien al abordar un repertorio. Ya hemos podido colaborar anteriormente. Concretamente, en Viena, donde se clausuró la presidencia española en la Comunidad Europea. Fue muy hermoso. Ya he colaborado varias veces con él y ahora tenemos unos recitales por España. El público canario lo conoce muy bien porque ha tocado con Ismael Jordi, Celso Albelo, Ainhoa Arteta.

- ¿Para cuándo un disco que sólo contenga música popular?

- Espero que pronto. Es un proyecto que tengo en mente desde hace tiempo y conciertos como el de este festival pueden ser un primer paso para ello.