Un musical titulado ‘El tiempo entre costuras’ tiene que tener un vestuario muy importante. Sí, porque El tiempo entre costuras, en cuestión de vestuario, ha sido un viaje emocionante inspirado en los años 30 y 40 de la preguerra, guerra civil y posguerra española. Son unas décadas que me fascinan a nivel de estilismo y de moda. La moda de los años 30 y 40 es maravillosa. Pero también me tengo que adaptar a que no es lo mismo el vestuario de los años 30 en Tánger y Tetuán, donde ocurre parte de la historia, que los años 30 en Francia. Es importante ver la situación del país y cuáles son las características que definen ese vestuario porque en la historia aparecen también personajes y clientas alemanas de Sira que tienen un toque diferentes, que no visten como las españolas aunque vivan en Tetuán. Por eso ha sido muy bonito el proceso.
¿Ha sido, por tanto, un musical especialmente complejo?
Fácil no debe haber ningún musical porque en cada uno debes intentar que sea realista. Pero cómo en los años 30 o 40 no había ni fotografía ni redes sociales, este es diferente, pero hay mucha información y bocetos de vestidos, aparte de fotografías. A mí me parece tan bonito que, cuando te gusta, es un reto encantador. ¿Aparecen reflejados en ese vestuario los cambios y estragos que se produjeron en la dictadura y la guerra civil?Hay como un cambio, sobre todo, porque el vestuario de lo que ocurre en Tánger o Tetuán es diferente a lo que ocurre cuando aparece en Madrid y Lisboa, que son otras ciudades donde la historia se ubica. Sobre todo porque en Tánger y Tetuán es preguerra. Y cuando ha pasado la guerra y ya estamos en los años 40 en Madrid y Lisboa lo notas. Y luego las estaciones del año también marcan mucho. No es lo mismo la primavera que luego la ubicación en otoño. Pero lo bueno que tiene este musical es que todos los vestuarios y estilismos te pueden apetecer ponértelos ahora. Sabes que son estilismos porque es un vestuario muy realista. Y tenemos que el 95% de los tocados que salen en el musical son de los años 40. Si se trata de tocados de época, ¿son las prendas auténticas?Tenemos muchas prendas auténticas. Todo lo que son trajes militares, tanto los de gala españoles, como el alemán y los soldados, son ropas auténticas. He conseguido ropa de soldados de la guerra civil. He sacado ropa de uniformes reales y el traje militar de gala es real de justo después de la guerra civil. He combinando prendas de la época con prendas actuales como de otro momento histórico que después yo he adaptado. Y hay un trabajo de confección y adaptación de esos vestuarios porque en este musical se baila y en aquella época los trajes que se ponían no estaban dispuestos para bailar. Por eso tengo de adaptarlos también para que puedan bailar y pueda resultar fácil a la vista sin salirme de las características de la moda de esas décadas. ¿Qué es lo más importante del vestuario?Lo que Sira Quiroga lleva y confecciona porque hay que tener en cuenta que este vestuario lo ha hecho ella en aquella época. Pero es un musical del que piensas “me podría la mitad de los vestidos”.
¿No desentonarían hoy?
El tocado sí porque están bastante más alejados de lo que se puede poner la gente hoy en día y es el elemento más complicado de adaptar a 2021, pero el resto de vestuario me lo pondría encantada hoy en día. Es muy natural. Un vestuario que tú dices, “qué chulo, esto me lo gustaría comprar”. ¿Qué destacaría los que tengan como referente la teleserie?Destacaría que la historia está muy bien resumida y a los que hayan visto la serie les va a encantar. Sira empieza en una situación y acaba en otra completamente diferente y ella nunca se iba a imaginar que el rumbo de su vida la iba a llevar por esos derroteros. Se ha resumido muy bien. Se cuenta todo lo que le ocurre. Está resumido de manera muy fácil.
¿Y la música?
La música es buenísima. La de Iván Macías la estás escuchando y piensas que “la cantaría nada más terminar”. Se ha escogido un lenguaje muy Broadway con coreografías y números que animan, tiene intriga, pasión, arte, y un poquito de todo.Usted comparte diseño de vestuario junto a Lorenzo Caprile.Él ha hecho el vestuario de Sira y yo todo lo demás. Él habrá hecho los 15 cambios de Cira y yo los otros 200.¿Y qué opinión tiene María Dueñas del resultado?Ella está encantada. Y el día del estreno vino y se sentó a verla en la parte de atrás del teatro de Zaragoza. Ha visitado todos lo departamentos. Se ha vuelto loca con los tocados. De hecho uno de los post que ella cuelga en instagram y sobre eso porque se ha hecho fotos con todos los tocados. Ella tiene que dar el último ok al guion y chequear la música. Pero sé con seguridad que le ha gustado toda la propuesta artística.
Me imagino que también hay
actores que se duplican.Tenemos un actor que llega a hacer hasta 13 personajes secundarios. Tengo unos 160 cambios de vestuarios más los cambios de Sira Quiroga. El que menos veces se cambia lo hace seis o siete veces. Y lo particular de este musical es que la protagonista, Sira, está todo el tiempo en el escenario. Las salidas y entradas de Sira son fugaces, pero cada vez que sale y que entra tiene un cambio de vestuario y un cambio de peluca. Parece que hemos hecho magia para que eso se produzca. De hecho tenemos nuestros trucos, lógicamente. El espectador casi no se va a dar cuenta.Tiene una larga experiencia como diseñadora.
He hecho televisión, musicales, y en cada sector he tenido algo especial. Pero en musicales El tiempo entre costuras es lo más potente, aunque a nivel de televisión Eurovisión y Operación Triunfo han sido como los grandes retos. Y ser coreógrafa de los carnavales, de la gala de la reina y la gala drag en Las Palmas, durante siete ediciones, también es una responsabilidad muy grande y con la responsabilidad de que cada vez que voy tengo que hacerlo mejor y aportar algo nuevo.
