La incertidumbre es el signo de unos tiempos como los actuales, en los cuales, y en un corto periodo de tiempo, han ocurrido varios sucesos trascendentales que nos han afectado a todos.
Y la incertidumbre es la temática que planea por las obras de los artistas grancanarios Pedro Lezcano Jaén y Armando Lorenzo, y el asturiano Rubén Darío Velázquez, que aparecen reunidas en una interesante muestra que fue inaugurada ayer en el centro expositivo de La Caja de Canarias (Cicca), en la capital grancanaria.
Con el título de Incertidumbre (s) x 3, y comisariada por María de los Reyes Hernández Socorro, se trata, sin embargo, de una incertidumbre «con rendijas de optimismo» o un «interiorismo en positivo y efímero» en el que aparecen «tres monólogos interrumpidos», como se apresuró a indicar la propia comisaria. María de los Reyes hizo esta presentación en un acto en el que estuvo acompañada por dos de los artistas: Pedro Lezcano Jaén y Armando Lorenzo. El tercero, Rubén Darío Velázquez, no pudo asistir por problemas de salud, pero en su nombre habló su cuñado Vicente Marrero.
La exposición se puede visitar hasta el 25 de noviembre y contiene un apartado de creaciones nunca expuestas con anterioridad ya que dista hasta 50 años entre sí. Consta de 123 obras, de las cuales 41 corresponden a Rubén Darío, 40 a Armando Lorenzo y 42 a Pedro Lezcano. La mayoría son creaciones de este siglo, aunque 21 cuadros fueron realizados en el siglo pasado. Para María de los Reyes, la muestra tiene como hilo conductor «la falta de confianza, las dudas, expresado en términos más intensos, la falta de seguridad en lo que nos puede deparar el futuro y, por tanto, la incertidumbre como horizonte» que reafirma la idea principal de la muestra.
Estilo
Con respecto al estilo que define a estos tres pintores, la comisaría expresó que «ninguno de ellos tiene un estilo definido, representan plásticamente a su antojo con toques surrealistas y expresionistas lo que otros solo podemos representar a bolígrafo, lápiz u ordenador». A esta idea se sumó Pedro Lezcano que consideró que «abarcar a un artista en un solo estilo es reduccionista». Además, el artista añadió que «a los tres nos une un mismo patrón y pensamos que el minimalismo es de cobardes. Por ello, arriesgamos con los colores y las formas, adaptando lo clásico a lo actual, rellenando hasta el último centímetro de las obras, siendo conscientes de que este estilo tiene muchas posibilidades de fracasar».
Sin embargo, reconoció que también incluía «elementos abstractos, del cómic y de todo el siglo XX y XXI», aunque definirlo con pocas palabras sería desde su punto de vista «una cuchillada mortal». Sea como fuera los cuadros de estos tres artistas se pueden definir como obras repletas de símbolos, algunos casi freudianos, en donde los gestos, el color, a veces frío y lúgubre y otros intenso e hipnótico, y hasta la geometría, tienen un significado a descifrar.
Pero son, a su vez, cuadros que atrapan directamente al espectador que se ve desbordado por un cúmulo de escenas donde lo mitológico, la utopía o lo onírico cobran relevancia. Por eso mismo no resulta arriesgado ver las huellas de grandes surrealistas como Dalí, Magritte o Klee; de destacados expresionistas tipo Munch, Ensor o Nolder, pero también de autores del noveno arte europeo como Moebius, Giménez o Bilal.
Lezcano Jaen añadió que en la muestra aparece como línea en común «el gusto por lo narrativo, lo ambiguo y lo grotesco», además del «riesgo con el color, porque somos juguetones los tres». Y subrayó que «es una exposición que gustaría mucho a los niños», algo realmente importante, por no decir milagroso, en un momento actual en los «que resulta complicado que alguien fije su atención en algo más de tres minutos».
Por su parte, Armando Lorenzo explicó que «a nosotros tres nos gusta pintar al ser humano, pero a veces somos crueles, alterando sus formas de manera grotesca. A Rubén lo conozco desde que tenía 17 años y entre ambos nos hemos influenciado en nuestra de manera de pintar. Y con Pedro tuve la suerte de coincidir hace unos años y desde entonces mantenemos una relación muy buena tanto personal como profesionalmente». Finalmente, Vicente Marrero, también quiso agradecer la invitación al artista para participar en esta exposición a tres, y destacó que «el haber tenido en cuenta a Rubén significaba dar más vida al artista y poner en valor la generosidad y la amistad de muchos años entre nosotros».
La comisaria finalizó aclarando que Armando Lorenzo, Pedro Lezcano y Rubén Darío se diferencian por el «carné de identidad», pero hay algo que los une, los orígenes. «Esos orígenes los asociamos a un ambiente, a las circunstancias en la que se formaron, en las que crecieron y se abrieron al mundo», manifestó.
Una exposición también recomendable para aquellos cinéfilos que disfruten con las películas de intriga o terror, pues muchas escenas tienen un aspecto intrigante claramente cinematográfico.
