Entrevista | Henar Álvarez Humorista y guionista

«Si yo soy feliz bailando, nadie me puede decir que no puedo bailar»

Henar Alvarez.

Henar Alvarez. / JAVI FERRANDIZ

Nora Navarro

Nora Navarro

La cómica, guionista y escritora Henar Álvarez (Madrid, 1984), una de las voces referentes del humor español y el activismo feminista, inicia en Canarias la gira de Buenismo Show, el espectáculo en vivo del podcast Buenismo Bien, que conduce en la Cadena Ser junto a Manuel Burque y Quique Peinado. El show arrancó anoche en Fuerteventura, sigue hoy en Gran Canaria y viaja mañana a Tenerife.

Aquellas personas que no han vivido un show de Buenismo Bien, ¿le preguntan por la bandera de Canarias que luce en sus perfiles en redes sociales desde que visitó Las Palmas de Gran Canaria en 2020?

¡Muchísimo! Pero nunca desvelo el motivo fuera del show (Risas). Además, se trata de un chiste que he hecho en todos los bolos, es decir, en todos los escenarios de toda España, no solo en Canarias. Y siempre insto al público a que se ponga también la bandera de Canarias en sus bios en las redes sociales. Y la gente lo hace.

Henar Álvarez con la bandera canaria en 'Buenismo bien'.

Henar Álvarez con la bandera canaria en 'Buenismo bien'.

El llenazo de Estirando el chicle con 30.000 personas en el WiZink de Madrid se erigió en el mayor espectáculo de comedia jamás celebrado en España. ¿Qué significa este hito para la historia del humor en España?

Para la historia del humor en España ha sido algo que va a ser muy difícil de repetir. Sin duda. Claro que habrá mucha gente que llene el WiZink Center, pero creo que el show que hicimos, con tantos tipos de humor de tantas mujeres, desde las conductoras -Carolina y Iglesias y Victoria Martín- a todas las colaboradoras, los bailes, los fuegos artificiales... Fue el fiestón de 2022. Y ha sido importantísimo para saber que nosotras también podemos llenar los estadios, auditorios y teatros haciendo reir a la gente. Y esto es una pasada porque hasta hace menos de un año todavía había gente que negaba que pudiéramos vender entradas. Por mi parte, siento que ha sido el gran hito de mi carrera, lo recuerdo todos los meses con muchísima emoción porque fue impresionante sentir el calor de miles de personas aplaudiéndote. Muchas veces cuando me pongo a ver los vídeos siento que aún no he terminado de procesarlo, pero solo sé que me siento muy orgullosa de haber podido vivirlo.

Dice que en sus inicios tuvo reservas a la hora de dedicarse al humor, precisamente por la falta de referentes y empatía con lo que veía. ¿Qué es lo que más le gusta de este oficio?

Pues poder sacar adelante mis propios proyectos, que soy mi propia jefa y que decido mi propio contenido, lo cual es un salto de calidad de vida brutal. Y por otro lado, poder dedicarme a lo quiero y lo que me gusta, y poder vivir de esta profesión tan minoritaria y tan preciosa, sintiendo que al público también le gusta lo que hago, es una felicidad absoluta.

¿Le juzgan más como feminista que como humorista?

Por supuesto, y sinceramente, me da igual. A mí lo que me interesa es la gente que realmente forma parte de mi público, que le gusta el contenido que hago, que me sigue, que lo disfrutamos y lo compartimos juntas. Al resto, intento no prestarle mucha atención. 

La ilustradora Paula Bonet comentaba en una columna de El País que a las mujeres también se nos juzga por exponernos. Y nos sentimos «colgando de un hilo como una fina sábana secándose al sol».

Y nos cuesta muchísimo sobreponernos. Hay veces en que, por 10.000 comentarios buenos, uno malo te estropea el día, pero yo he decidido que eso no me iba a volver a pasar nunca más. Cuando estás en redes sociales sabes que no puedes gustar a todo el mundo e incluso habrá gente que te deteste, y tienen todo el derecho a decirlo, pero yo, simplemente, no les voy a prestar atención, porque me roban energía y tengo que invertirla en muchas otras cosas.

¿Fue una liberación abandonar Twitter?

Muchísimo. No entiendo ya para qué sirve Twitter y, desde luego, a mí no me aporta nada. Por último, se ha convertido en una red social donde todo el mundo está a la gresca y donde ha desaparecido la ironía. Si estoy en las redes sociales es para dar visibilidad a mi trabajo y que llegue de forma más directa al público, y yo siento que eso en Twitter se pierde, con lo cual para mí es una pérdida de tiempo estar ahí porque, además, tengo muchas cosas que hacer.

Y tanto: Buenismo bien, Estirando el chicle, Dos rubias muy legales... ¿Cómo lleva ese ritmo podcastero?

Pues lo llevo con tanta alegría que es más la plenitud que la presión, porque encima tengo la suerte de que todos los programas que hago tienen el apoyo del público. Sí que intento ser una persona ordenada para poder ofrecer el mejor contenido posible. También duermo poco pensando siempre en los mejores chistes para que la gente se ría y no perder ni la fuerza ni la chispa. Pero siempre lo hago con una alegría enorme.

Y siempre con tiempo para el twerk.

Bueno, hasta que me fallen las rodillas. 

¿Por qué sigue despertando tantas resistencias el perreo?

Yo creo que todo lo que no esté hecho para la mirada masculina genera bastante recelo: cualquier cosa que sea una mujer haciendo algo que ella quiere, porque le apetece, genera suspicacias. Y además, en el caso del twerk, que es un baile que acompaña sobre todo canciones latinas, confluyen prejuicios racistas además de machistas. Pero es que nos tiene que dar igual. Si yo soy feliz bailando, nadie me puede decir que no puedo bailar. Yo tengo que vivir mi vida y lo que piensen los demás no va a condicionarla.

¿Qué opina del temazo de Shakira con Bizarrap?

Hombre, pues que a mí me ha encantado. Lo llevo escuchando en bucle desde que salió y me parece muy bien que una mujer a la que han hecho mucho daño haya hecho una canción marcándose un beef histórico, diciendo: aquí estoy yo, yo soy Shakira y a mí, cariño, no se me puede tomar el pelo. Es que me parece estupendo.

¿Y a qué referente sueña con entrevistar al ritmo de Toxic, su himno de Britney Spears?

Lo tengo claro: me encantaría entrevistar a la escritora Sara Mesa.

Por último, ¿recuerda en qué momento preciso se dijo a sí misma: «lo he conseguido»?

Pues no es peloteo y te juro que es verdad: el show que hicimos en Tenerife en el arranque de la gira de Buenismo Bien en 2022. Lo recordamos siempre y, cada vez que nos preguntan cuál ha sido la mejor ciudad o el mejor bolo en el que hemos estado ahora, siempre lo decimos. Y miramos cada poco tiempo los vídeos -siempre nos decimos ‘¿tú te puedes creer estas locuras que hacemos?- y nos reafirmamos en esto. De verdad que para mí fue un momento muy especial, porque teníamos muchos nervios con respecto a qué pasaría con la gira y, de repente, la gente de Tenerife nos hizo saber que podíamos hacer lo que quisiéramos y que nos iba a ir muy bien. Nos dio muchas fuerzas. Por eso decidimos empezar este 2023 con esta pequeña gira por Canarias.