Tania Santana: "En '301' se refleja la parte más oscura de un lujoso psiquiátrico"

La escritora grancanaria publica, tras el éxito de su debut ‘Las sombras del sótano’, una segunda novela que se mueve entre la intriga y el thriller psicológico

Tania Santana

Tania Santana / LP / DLP

La escritora grancanaria Tania Santana Ventura acaba de publicar su segunda novela, 301 (Asterisco Escritores), donde vuelve a desarrollar el thriller psicológico como en su predecesora Las sombras del sótano. Pero si en dicho debut la trama se introducía por los retorcidos pensamientos de un caníbal moderno, ahora se centra en una psicóloga que trabaja en una clínica psiquiátrica de prestigio y se encuentra con todo tipo de acontecimientos sorprendentes que la marcan profundamente. «Esta historia no la tenía planeada como me suele pasar con otras», afirma Santana. «Todo surgió a raíz de un curso de escritura creativa en el que al final del mismo teníamos que tener al menos tres capítulos construidos. Me interesa bastante todo lo relativo a la sociología y la psicología, así que pensé que estaría bien escribir sobre algo relacionado con la salud mental», añade. «Cuando la historia fue cogiendo forma me di cuenta de que quizás de ahí podría salir una novela y no quedarse en tan solo tres capítulos. Fue entonces cuando la comencé a moldear y me gustó la idea». 

El título trae a la memoria referentes literarios como la habitación 101 de 1984 de Orwell o la 237 de El resplandor de Stephen King, lugares con connotaciones siniestras y oscuras. Pero para la autora sólo el comienzo de 301 refleja «la parte más oscura de una clínica psiquiátrica para posteriormente desarrollarse en otros escenarios» que conforman la parte más amplia de la novela. La protagonista Raquel Verona entra a trabajar como psicóloga y se encuentra con Celia Ferrer, una paciente totalmente aterrorizada que «no duda en pedirle ayuda para salir de allí, ya que según ella ha sido víctima de un complot».

Mantras

La protagonista utiliza mantras para mantener la paz espiritual y el equilibrio mental. Pero para Tania Santana su novela «es puro entretenimiento» que para nada sirve como guía o terapia de ningún trastorno. Aunque «es cierto que en un momento dado, Celia Ferrer utiliza una frase como mantra que escribe sin parar para intentar mantenerse cuerda y no perder la cabeza ante los acontecimientos vividos”. La clínica en la que trabaja la protagonista está en la vanguardia de los métodos en salud mental, pero se trata de «un lugar ficticio», afirma la autora. «Aunque me informé y me inspiré en las mejores clínicas de España. En la novela se habla muy poco de métodos. Nombro algunos trastornos o ciertas terapias, pero la novela va más encaminada hacia la historia de Celia Ferrer y los motivos por los que está encerrada», añade. El encuentro de esta enigmática joven que está internada en el centro con la protagonista hace que aquella «vea algo de luz después de todo lo ocurrido, un atisbo de esperanza ante la posibilidad de que alguien la crea y la ayude a salir de ahí». Para esta segunda novela, la autora se ha inspirado en noticias o historias cotidianas que escucha a diario como «en el abuso de poder que existe en ciertos sectores de la sociedad y en el estigma que todavía existe con la salud mental», asegura.

«Quizás Raquel, la psicóloga, tenga un poco de mi. Es una fanática de las orquídeas como yo, de su perra, y acaba de separarse tras una infidelidad de su ex, Bruno. Quien más o quien menos ha tenido a un Bruno o a una Bruna a lo largo de su vida. Yo lo tuve en el pasado, así que a veces es inevitable no poner un poco de ti en cada historia que escribes», aclara. 

Sea como fuera, se trata de una segunda novela que nada tiene que ver con su predecesora Las sombras del sótano. «Son historias totalmente distintas que nada tienen que ver entre ellas», señala. «En un principio tenía mis dudas ante el posible rechazo de los lectores hacia 301. Las sombras del sótano tuvo muy buena acogida,  mi miedo era que al no ser tan sangrienta como la primera novela, no gustara. Pero nada más lejos de la realidad, ya que la acogida ha sido estupenda. Me llegan comentarios de personas a las que les ha encantado, confesándome haberse quedado totalmente enganchadas hasta el punto de leérselo en un día o dos», asegura. Santana afirma que «mi estilo o como dirían algunos, mi esencia, no ha cambiado» en estos dos años que separa a sus novelas. «Pero si que he madurado en mi manera de escribir. Como dicen, a escribir se aprende escribiendo, así que estoy siempre en continuo aprendizaje”. 

La autora ha cambiado de editorial, aunque en la anterior, Avant, estuvieran más que satisfechos con el éxito de su primera novela que fue la tercera más vendida de 2021. «No ha sido decisión de ellos, sino mía. He decidido mirar hacia delante y que sean los actos los que hablen por sí solos. Estoy muy contenta con la decisión que tomé de no publicar con ellos por segunda vez y en breve recupero los derechos de Las sombras del sótano». Tania Santana también realiza otras actividades relacionadas con la literatura como un club de lectura. «Es una actividad que me encanta y con la que llevaba tiempo soñando. Recuerdo hablarlo varias veces como algo futuro con Miguel, el bibliotecario de la biblioteca de Arinaga. Hasta que un día decidimos dar el paso y formar el club de lectura Arinaga Noir", aclara. «Estamos encantados con la buena acogida que ha tenido. Nos reunimos dos veces al mes para debatir sobre el libro que no estemos leyendo. Una vez terminado elegimos otro por votación y nos volvemos a reunir cuando corresponde para hablar sobre el mismo. Es una actividad que recomiendo a todo el mundo no solo por el placer de poder compartir con otras personas los libros que lees, también por el amor que sentimos hacia ellos”.