Estreno

Harrison Ford: "He querido darle a 'Indy' el adiós que merece"

El veterano actor se mete por última vez en la piel del más famoso arqueólogo de la historia del cine

Harrison Ford en la nueva entrega de Indiana Jones.

Harrison Ford en la nueva entrega de Indiana Jones. / EPC

Nando Salvà

Harrison Ford estaba a punto de cumplir 39 años cuando se estrenó ‘En busca del arca perdida’ (1981), la película que presentó al mundo al arqueólogo Henry Jones Jr. -Indy para los amigos- y lo convirtió de inmediato en un icono pop. Cuatro películas y más de cuatro décadas después, pasados los 80, ha decidido decir adiós al personaje para siempre. Y es lógico que, en ‘Indiana Jones y el dial del destino’, el principal enemigo al que el héroe se enfrenta sea la edad. “Me pareció importante convertir su declive en parte de la historia”, nos cuenta el actor desde el otro lado de la pantalla del ordenador. “Ha perdido la energía y la pasión casi por completo, y no se siente en buena forma. Pero se le aparece la oportunidad de vivir una última aventura, y gracias a ella logra revivir”. 

Dirigida por James Mangold -primer director no llamado Steven Spielberg en ponerse tras la cámara de una entrega de la saga-, ‘El dial del destino’ contempla cómo el doctor Jones es rescatado de su retiro por su ahijada Helena (Phoebe Waller-Bridge) para enfrentarse al misdmo tipo de misión que tras ‘Indiana Jones y el templo maldito’ (1984) e ‘Indiana Jones y la última cruzada’ (1989) quedó convertido en arquetipo: la búsqueda de una reliquia de valor incalculable supuestamente dotada de poderes mágicos que, de caer en las manos equivocadas, puede resultar muy peligrosa.

En concreto aquí el objeto es la Antikythera, un artilugio supuestamente diseñado por Arquímedes y que tal vez permite a su poseedor viajar en el tiempo. A partir de esa premisa, asegura Ford, la película ahonda en todo cuanto la saga tiene de celebración del valor de los avances científicos. “Hay que ser muy idiota para negar la importancia de la ciencia y hacer caso omiso de ella, y me temo que en nuestro mundo hay cada vez más gente de ese tipo”, lamenta.

Harrison Ford y Phoebe Waller-Bridge.

Harrison Ford y Phoebe Waller-Bridge. / EPC

Pese a transcurrir mayormente a finales de los 60, en plena carrera espacial, ‘El dial del destino’ recupera a los que sin duda son los más legendarios antagonistas de Jones, los nazis. “Demasiados nazis”, se queja el héroe durante el largo prólogo de la película, que está ambientado a finales de la Segunda Guerra Mundial y en el que Ford aparece con el rostro convincentemente rejuvenecido por ordenador. “Que conste que no soy necesariamente un defensor del uso de esta tecnología como un sustituto de la creatividad interpretativa, y desde luego nuestra intención al utilizarla no ha sido esa”, matiza el actor. “Ni siquiera hemos recurrido a la inteligencia artificial o al Photoshop. Existen horas de imágenes mías de hace 35 años, caracterizado como Indy, y esa es la materia prima que se ha usado”.

Indiana Jones nunca ha sido un héroe infalible. “Uno de los objetivos de estas películas siempre ha sido poner el acento en sus debilidades y miedos, y en las dificultades físicas y emocionales que afronta en sus aventuras”, explica Ford. A lo largo de la saga lo hemos visto perseguido por una roca gigante, torturado con vudú, golpeado, pateado, disparado con dardos, flechas y balas envenenadas. Y en la nueva película, pese a los años, Jones se ve obligado saltar desde lo alto de un puente hasta las bravas aguas de un río, a galopar a caballo por los túneles del metro de Nueva York y a enfrentarse a morenas gigantes en aguas griegas.

Durante el rodaje de una de esas escenas, el actor sufrió una lesión en el hombro que obligó a suspender dos semanas la filmación; años atrás, mientras interpretaba a Han Solo en ‘Star Wars: el despertar de la fuerza’ (2015), ya se rompió varios huesos del pie y se dislocó un tobillo. “Me he convertido en el actor que cierra rodajes a causa de sus lesiones, y no estoy precisamente orgulloso de ello”, bromea. “¿Qué la voy a hacer? Son cosas que pasan”.

Ford pasó años convenciendo a los creadores de Indiana Jones, Spielberg y George Lucas, de que el personaje merecía un final mejor que el que le había proporcionado ‘Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal’ (2008), que en su día obtuvo una acogida particularmente fría. “En aquella película Jones acababa casándose, y me parecía que esa no era una conclusión que le hiciera justicia o que funcionara como el final adecuada de su viaje”, afirma.

“Necesitaba darle a Indy el adiós que merece”. Dejar de encarnar a su personaje más emblemático, en todo caso, de ningún modo significa retirarse. Actualmente, Ford experimenta un éxito considerable en la pequeña pantalla gracias a las series ‘Shrinking’ -en la que encarna a un psiquiatra enfermo de Parkinson- y ‘1923’ -en la piel de un ganadero rocoso-, y orma parte del reparto de ‘Brave New World’, la nueva película de Marvel protagonizada por el Capitán América. “Durante la pandemia estuve parado, y cuando tuve la ocasión de volver a trabajar me entregué de forma concienzuda a ello”, explica en relación a su apretada agenda. “Cuando no tengo trabajo, no me siento bien”.