Entrevista | Guacimara Medina Consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria

Guacimara Medina: «Intentamos que las subvenciones nominadas tengan su razón de ser»

La consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria renueva su mandato y afronta retos pendientes de la legislatura anterior

Guacimara Medina, consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria.

Guacimara Medina, consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria. / Juan Carlos Castro

Nora Navarro

Nora Navarro

Guacimara Medina renueva como consejera de Cultura de Cultura del Cabildo de Gran Canaria tras un mandato (2019-2023) marcado por la pandemia. Entre sus prioridades para esta legislatura destacan la apertura del Museo de Bellas de Artes de Gran Canaria (MUBEA) y el espacio polivalente de las cuatrerías del Cuyás, así como fortalecer los distintos circuitos del sector local y consolidar las direcciones generales de Cultura y sus museos.

Tras un primer mandato al frente de la consejería de Cultura marcado por la pandemia, cuya acción principal se basó en el despliegue de un plan de emergencia cultural cifrado en ocho millones de euros para el sector, ¿este es el momento de implementar el proyecto cultural que tenía en mente antes del Covid?

Ya ni me acuerdo de ese proyecto, porque la pandemia ha marcado un antes y un después en todos los aspectos y de manera muy específica en el ámbito de la cultura, pero a su favor, ya que nos ha situado en la importancia de la cultura como espacio de convergencia social y, sobre todo, nos ha permitido conocer de verdad cómo funciona el sector cultural en Canarias, y en particular, en Gran Canaria, al que creo que no nos dirigíamos como correspondía. Nuestra gestión durante la pandemia nos llevó a interactuar de otra manera con el sector, a entender sus necesidades y demandas. Entonces, no recuerdo el proyecto político que queríamos en la pasada legislatura, pero sé que no era el adecuado. Ahora sí tengo claro cuáles son las líneas estratégicas que deben marcarse desde el ámbito institucional público.

¿Cuáles son esas líneas?

En esta consejería partimos de la idea de «derecho cultural», que también está presente en la Ley del Sistema Público de Cultura [aprobada por unanimidad en el Parlamento en febrero de este año]. Esta idea es fundamental para establecer sinergias y conexiones con un sector cultural potente pero frágil, sometido a muchas intermitencias y temporalidades. Y ahí es donde tiene que estar la institución pública para apoyar tanto al sector en general como a expresiones culturales de base en los municipios, ya que muchos proyectos culturales, sin apoyo público, no tendrían posibilidad de salir adelante desde el ámbito privado.

"Partimos de la idea de ‘derecho cultural’, presente en la Ley del Sistema Público de Cultura»

Después de una legislatura de interlocución continua con las administraciones local y regional, usted renueva en el cargo, mientras que Adrián Santana y Horacio Umpiérrez se estrenan en las áreas de cultura del Ayuntamiento capitalino y el Gobierno canario, respectivamente. ¿Ya se ha sentado con ambos? 

Con Adrián coincido con frecuencia en muchos eventos culturales de la Isla, pero con Horacio aún no he tenido la oportunidad de encontrarme desde que tomó posesión del cargo, con lo cual estoy deseando reunirme con él para empezar a charlar y continuar en la línea en que veníamos trabajando con la viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, porque yo entiendo que esto es un punto y seguido con respecto a esa idea de derecho cultural que promovíamos junto con Juan Márquez [viceconsejero anterior]. Mi objetivo es seguir en consonancia con esas líneas estratégicas que comentaba antes, en continua interlocución con el sector cultural para apoyar proyectos, actividades, planes y programas que pueden tener resultado para Gran Canaria y para Canarias, porque los proyectos que emanan de Gran Canaria pueden dar el salto y girar en el resto del Archipiélago y en el panorama nacional. Esa es mi idea para los distintos circuitos del sector, que trabajan duramente para posicionarse y escalar sus productos fuera de Canarias.

"Nuestra gestión durante la pandemia nos llevó a interactuar de otra manera con el sector»

Sin duda, el hecho insular sigue siendo una barrera para la proyección de la cultura en Canarias. ¿En qué punto considera que debe entrar la administración para legislar y regular esa situación frente al eterno debate de un sector que a veces parece sobresubvencionado y, otras veces, totalmente desprotegido?

Claro, siempre está la idea de no sobreproteger al sector y que pueda volar solo pero, al mismo tiempo, queremos sentar las bases para el apoyo a proyectos culturales determinados, sin impedir el paso de otros sectores que también quieren trabajar en Canarias, partiendo de la universalidad de la cultura. Pero en materia de legislación, que no es materia directa de la consejería de Cultura, la reflexión que hacemos en el día a día en torno a las debilidades y necesidades del sector es que se ha dado un paso importante con la Ley del Sistema Público de Cultura, porque es una ley que no va dirigida de forma explícita al sector, sino al conjunto de la sociedad canaria, en el sentido de dar esas herramientas necesarias para que los municipios y los cabildos puedan interactuar y desplegar una competencia nueva que permita crear un ecosistema cultural flexible, resiliente, sostenible y que se pueda replicar en otras latitudes. El objetivo que subyace a esa normativa es que entremos en una dinámica más universal, que sea también aprovechada para ese turismo que queremos traer a Canarias, porque la cultura también aporta valor tangible, no solo intangible, cuya aportación al PIB se sitúa en torno al 2,3% con respecto a la media nacional, que es una aportación bastante interesante. 

¿Cuáles son sus criterios a la hora de apoyar o no un proyecto cultural?

Desde la consejería estamos en un proceso de análisis permanente para que, cuando llegue un proyecto, podamos responder con garantías a esta pregunta: ¿por qué debo apoyar yo con dinero público este proyecto? Esta es la pregunta que me hago siempre. Si tengo respuestas suficientes, me lanzo, porque me cuesta invertir con dinero público en proyectos que yo entienda que no trascienden o no devuelven algo a la sociedad, es decir, que justifiquen esa inversión pública.

En ese sentido, ¿mantendrá las subvenciones nominadas?

No es que yo haya querido demonizar las subvenciones nominadas, porque entiendo que están justificadas jurídica y administrativamente, sino que he intentado que vaya a concurrencia competitiva todo aquello que entendemos que debe ir por esa vía para potenciar la idea de creatividad, calidad, talento, transformación social. Hay proyectos que pueden ser interesantes pero que por falta de financiación no podemos abordar cuando queremos, pero siempre intentamos que las subvenciones nominadas tengan su razón de ser. En eso he sido siempre muy tajante. Y en este sentido intento ser coherente y no equivocarme, aunque nos equivocamos todos los días. 

Supongo que se refiere a discernir entre lo que es cultura y lo que es ocio o negocio.

Efectivamente, porque el ocio y el negocio también tienen que estar, pero en otra parcela que no corresponde con la consejería de Cultura. Otra cosa es esa cooperación con el ámbito privado, que puede ser defendible, pero eso es bien distinto a que apoyemos proyectos cuyo único objetivo sea el beneficio económico, que es muy lícito, pero que en ese caso no tiene que estar apoyado con financiación pública desde esta consejería. 

Otros circuitos culturales en la Isla, como el de artes escénicas o la música, demandan desde hace años más espacios de ensayo o exhibición. ¿Se contemplan ayudas a la creación o producción en este sentido?

Creo que tienen toda la razón, porque hacen falta más espacios de ensayo para toda aquellas organizaciones que no tienen un lugar de ensayo habitual o fijo para poder sacar adelante un proyecto. Ya estamos dando un primer paso con el nuevo espacio de las cuarterías del Teatro Cuyás, que está ahora en obras, y que espero que podamos abrir en breve. El objetivo es que se convierta en un espacio polivalente que sirva como lugar de ensayo, exposición, exhibición, más para las artes escénicas, pero también para la música. Lo ideal sería poder contar con más espacios polivalentes, quizás con una fórmula de préstamo de servicio, donde las bandas de música puedan tener la oportunidad de tener un lugar de ensayo con carácter semanal. Esa es una de las ambiciones o retos que tenemos por delante. Yo he tomado la iniciativa para buscar alianzas con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y con Presidencia del Cabildo para que podamos buscar una ubicación dentro de nuestro patrimonio inmueble, porque me encantaría poder dar cobertura a esta demanda e ir paliando cuanto antes esta necesidad.

"El espacio de las cuarterías del Cuyás será un espacio polivalente de ensayo y exhibición»

El año arrancó con la inauguración de los platós en Infecar y han aumentado las ayudas específicas para el sector audiovisual. ¿Es momento de fortalecer el tejido cinematográfico local frente a la mentalidad de Bienvenido Mr. Marshall, centrada únicamente en acoger rodajes de grandes producciones extranjeras? 

Desde la consejería de Cultura hay una línea propia para el sector audiovisual canario, que hemos ido trabajando en estos últimos años con sus distintos agentes. Ahora estamos ultimando las bases, asumiendo gran parte de las iniciativas o sugerencias que el sector asociado nos ha hecho valer, para poder sacarlas este próximo octubre. La financiación de esta línea de apoyo es plurianual y va incrementándose poco a poco, dependiendo en cada momento de la situación económica del Cabildo, y contempla los proyectos que el sector audiovisual presenta a la consejería de Cultura y que saldrán por concurrencia competitiva desde esa línea propia. Por otro lado, sabemos que están la SPEGC, que también depende del Cabildo de Gran Canaria, los nuevos platos en Infecar y la Gran Canaria Film Commission, pero ya en una vertiente más industrial.

Guacimara Medina, consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria.

Guacimara Medina, consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria. / Juan Carlos Castro

La sostenibilidad y el compromiso ambiental fue uno de los ejes sobre los que gravitó su política cultural para la red de museos del Cabildo en la pasada legislatura, mientras que este año se trabaja para la aplicación de la Ley de Igualdad en el ámbito cultural de las instituciones públicas de Gran Canaria. ¿Cómo se va a implementar?

Sí, se trata de una Ley pionera a nivel nacional, que vela por que la igualdad esté totalmente integrada como un principio más del ámbito cultural en las líneas de gestión. Esto ya se aplicaba en el caso del equipo técnico de la consejería, donde cada vez que trabajamos los proyectos que se plantean desde las direcciones de los museos y de los diferentes equipamientos artísticos, la cuestión de la igualdad ha estado plenamente integrada. Ahora, además, lo está de manera transversal, ya que contemplamos también los sectores más desfavorecidos como, por ejemplo, con el teatro inclusivo, que llevamos a los centros penitenciario en Juan Grande y Salto del Negro, donde la situación de las mujeres es especialmente discriminatoria.

"Con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria mantendré una relación como ciudadana»

Por otra parte, estos últimos años estuvieron marcados por los problemas internos de la consejería con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC), que provocaron su salida del Patronato. ¿Cuál es y será su relación con la institución?

Pues una relación como ciudadana. Esta semana ha arrancado la nueva temporada 2023/24 y he acudido en calidad de consejera de Cultura, pero también como consumidora y para apoyar a los músicos de nuestra Orquesta Filarmónica. El servicio de Presidencia va a continuar en la gestión administrativa, que la asumió una vez que nosotros decidimos prescindir de la OFGC como consejería, entendiendo que su gestión no estaba en consonancia con esa idea más democrática de la cultura que llevamos un rato hablando. Mi visión es que la OFGC es una orquesta para la isla de Gran Canaria, porque nos cuesta a todos los contribuyentes 8 millones de euros, así que creo que hay una responsabilidad común para que su proyección y programación vaya en línea con ese principio Este es un criterio personal que hice valer en su momento, que no tuvo correspondencia y que finalmente provocó mi salida. Para mí fue bastante desagradable, pero también fue un aprendizaje y, por suerte, la OFGC sigue adelante. Solo espero que su proyección la disfruten todos los grancanarios y grancanarias.

Uno de los proyectos estrella del área, el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria (MUBEA), acomete próximamente su segunda fase. ¿En qué consistirá? ¿Su apertura será por fin una realidad a finales de 2024?  

Ahora estamos ultimando con los técnicos del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria los detalles de la obra civil, que se corresponde con el espacio del patio donde está la famosa cica centenaria, para ejecutarlo, porque ya está financiado. Con esto ya concluiríamos la obra civil, porque el proyecto museográfico y museológico y está acabado, así que el paso siguiente sería planificar y temporalizar lo que queda pendiente, que es la fórmula jurídica definitiva y la estructura de personal. Por lo demás, ya tenemos definido el relato y el proyecto expositivo con las piezas artísticas de la colección de la Casa de Colón y el CAAM, que estamos deseando trasladar a este espacio definitivo. Entonces, quedan detalles que no son menores, porque dificultan la posibilidad de ponerle fecha a la apertura, pero yo espero que en esta legislatura podamos abrir el MUBEA con garantías, si no el próximo 2024, sí en 2025.

"Espero que podamos abrir el MUBEA con garantías, si no en 2024, sí en 2025»

¿Cómo se va a dirimir la dirección del MUBEA?

Aún habrá que ver si se cubre con vacantes del personal del Cabildo de Gran Canaria; seguramente será así, partiendo de las listas de conservadores y conservadoras, que son un personal muy cualificado. Si se opta por un sistema diferente de contratación, eso ya se corresponde con una cuestión en la que intervienen otros espacios y equipamientos, como la secretaría general del Pleno o recursos humanos del Cabildo, pero yo entiendo que el equipo actual de la consejería será, en esa transición, quien forme parte también del futuro proyecto del MUBEA para dirigirlo y trabajar en el equipo de dirección.

Este año también se producen cambios inmediatos sobre los dirigentes de la red de museos del Cabildo, con la jubilación de Elena Acosta en la Casa de Colón; la baja de Guillermo Perdomo en la Casa-Museo Tomás Morales de Moya y de César Ubierna en la Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista de Gáldar. ¿Cómo se procederá con estos relevos?

Cada uno de estos casos tiene una casuística diferente, porque se cubren de manera distinta. En el caso de Gáldar, se celebraron los exámenes en agosto y, a día de hoy, se están resolviendo las incidencias para publicar la resolución definitiva y hacer los llamamientos, de modo que esa plaza se cubrirá pronto y se podrá dar comienzo a una nueva etapa en este centro. En el caso de Moya, el cargo de Guillermo Perdomo se correspondía con un contrato externo, debido a las circunstancias en que llegó al puesto en su momento, pero ahora el procedimiento es diferente porque disponemos de una lista de conservadores, de tal manera que se cubrirá a partir de esta lista de personal del Cabildo. Y en el caso de Elena Acosta sucederá esto mismo cuando llegue el momento de su jubilación el próximo octubre. De hecho, ella ya está tramitando el expediente y procedemos a cubrir esa vacante a partir de nuestras listas, cuyo resultado dependerá de la puntuación y trayectoria de cada candidatura. Y espero que ese relevo sea para bien, que permita continuar con la excelencia de la Casa de Colón, que es una referencia cultural para la Isla, donde Elena ha sido el alma militante de esa casa.

Por último, ¿qué pasa con la plaza de la dirección insular de Cultura?

Eso digo yo, ¡que estoy sola en esta consejería! El pasado julio fue un mes difícil con ese vacío, con reuniones muy complejas, tras la marcha de Bravo de Laguna. Lo que sucede es que para cubrir la figura de las direcciones insulares, si no son funcionarios, tenemos que esperar por una modificación del ROGA [Reglamento Orgánico de Gobierno y Administración], que en principio se abordaría en pleno extraordinario este septiembre para poder desbloquearlo cuanto antes. Entonces, las propuestas que hagamos para cubrir las direcciones insulares irían después de esa modificación del ROGA. Por tanto, aún tenemos que esperar a que se produzca, lo cual corre prisa porque estoy deseando completar el equipo para continuar con todos los proyectos previstos en la consejería, además del propio trabajo del día a día en la ‘cocina’ de la consejería, donde el volumen de trabajo es muy, muy intenso.

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