Comunicación

Podcasts 'made in' Gran Canaria: el placer de la conversación distendida

El podcast, formato importado de Estados Unidos que no deja de crecer, comienza a calar en Gran Canaria con programas como Helado Oscuro, Pámbale, La hora del bollicao o Entre bambabirras

En 2019, había 274.8 oyentes en todo el mundo, en 2023 ya hay 464,7 millones, según datos de la compañía estadounidense Demandsage

Podcast 'La hora del bollicao' presentado por Alba Rodríguez Boekelman.

Podcast 'La hora del bollicao' presentado por Alba Rodríguez Boekelman. / LP/DLP

Martina Andrés

Martina Andrés

¿Qué se puede contar delante de un micrófono? Practicamente cualquier cosa. Así lo demuestra el auge de un formato que va poco a poco llegando a los oídos de la gente, que se puede escuchar a la carta mientras se friegan los platos, se dobla la ropa, se hace deporte o se camina por la calle. No hacen falta manos, solo la mente atenta y relajada para dejarse fluir por la conversación y las historias que cuentan los podcasts.

A priori, no se ha inventado nada nuevo: las voces de la radio llevan décadas enriqueciendo sobremesas, acompañando sueños bajo la almohada o amenizando trayectos en coche. Pero este formato que, como muchas otras cosas, llega a España tras popularizarse en Estados Unidos (donde un tercio de la población escucha podcasts de forma habitual), permite algo que queda fuera del alcance de la radio tradicional: hoy, cualquier persona con un micrófono y conocimientos básicos de edición de audio puede contar lo que le apetezca y subirlo a plataformas como Spotify, iVoox, Apple Podcast o Google Podcast.

Según datos de la compañía estadounidense Demandsage, los podcasts acumulan un total de 464.7 millones de oyentes en todo el mundo. En 2019 eran 274.8 millones. La compañía prevee que serán 504.9 millones en 2024.

Aunque los lugares del mundo donde más está creciendo este formato son Chile, Argentina, Perú, México y China, el auge del podcast es una realidad que también está llegando a Gran Canaria tras popularizarse en España gracias a plataformas como Podimo, YouTube o las mencionadas Spotify e iVoox.

Acento canario

Doramas Sosa es la cara detrás de Helado Oscuro, un podcast en vídeo donde el grancanario entrevista a todo tipo de personas y personalidades. El apostador profesional David Ojeda, el cantautor Víctor Lemes, el periodista Nicolás Castellano, la psicóloga Erica S. Gallego, la periodista María Sosa: los perfiles son dinámicos y variados. «No busco el humor o el entretenimiento, busco conocer el conocer el lado oscuro de la gente, cómo llegan a los sitios», explica Sosa, que ya tiene 30 episodios cerrados de aquí a los próximos meses.

Helado Oscuro surge de una recomendación: Sosa tiene un negocio de hostelería en Telde y le sugirieron grabar un podcast con un conocido humorista dentro del local para promocionarlo. «Me gusta mucho conocer las historias de las personas y además soy consumidor de podcasts. Dije que para que lo hiciera el humorista lo hacía yo», aclara. Y así empezó todo.

¿Y por qué triunfa el podcast? La respuesta para Sosa es sencilla: «Hoy en día las personas quieren conocerse a ellos mismos, se aspira al crecimiento personal. Eso hace que busquen e indaguen sobre los temas que le gustan».

Charla con amigos

Además de para adquirir conocimientos, el podcast es también la excusa perfecta para juntarse con personas, en muchos casos amigos o colegas de profesión, con las que se comparten intereses comunes y charlar de forma distendida.

Así nació Entre Bambabirras, el podcast de la compañía de teatro Anartistas que vió la luz durante la cuarentena y en el que, entre cervezas, se cuentan los entresijos del mundo artístico, lo que ocurre entre bambalinas. Tras estar un año en Radio Las Palmas bajo el nombre de A telón cerrado, este programa se graba a día de hoy en el espacio artístico Sala Bruta, al que puede asistir el público.

 «Teníamos claro que teníamos que seguir teniendo invitados y echarnos una birra con la gente del público», relata Isaac B. Dos Santos Sosa, integrante de Anartistas, para el que este espacio es una forma de crear lazos con otras personas del mundo "del artisteo" y conocer un lado más íntimo de la persona invitada.

«Siempre intentamos contar algo íntimo y que el invitado o la invitada traigan algo íntimo que contar. Es un programa divertido, con juegos, secciones… Y siempre terminamos, como hacíamos en la radio, con una canción improvisada", añade el actor.

También desde el mundo artístico surge Pámbale, un podcast que realizan en directo desde Fábrica La Isleta el actor y abogado David Harada, la actriz Delia Santana y el músico Javier Auserón. Música, teatro y comedia que llegan un martes al mes de la mano de este trío de amigos made in Arenales con la producción de Joan Romero.

«Pámbale es un concepto con muchas acepciones. Se reduce a está pámbale, está guay, está crema, está chachi. Lo que nos define a nosotros: gente chachi, sin maldad, que venimos a pasarlo bien y a que la gente lo pase bien. Y a que el público interactúe", explica Harada. Y añade: «El contenido de cada programa lo puedes resumir en: cada uno con su locura».

Tanto para los creadores de Entre bambabirras como para los de Pámbale, el podcast tiene una ventaja esencial: no requiere la misma preparación minuciosa que una obra de teatro. Se presta a la improvisación, a la risa fácil, a la charla que brota sencilla como en una reunión de amigos. Y, por supuesto, es un pretexto para reunirse y compartir.

La hora del bollicao también es otro podcast con acento canario que surgió a raíz de la pandemia y que se mantiene a día de doy. Con su segunda temporada a punto de arrancar el 29 de noviembre, su creadora, Alba Rodríguez Boekelman, lo define como un programa con cierto cariz activista que se preocupa por «lo que está ocurriendo en Canarias y por distintas realidades de las Islas», prestando especial atención a aquellas vinculadas al colectivo LGTBI.

Algo que tienen en común todos estos títulos, además del formato, es que son todos podcasts autogestionados. Ya sea de forma individual o con un pequeño equipo, el acento canario se va haciendo hueco poco a poco en el mundo de este producto comunicativo que no deja de crecer.