Música

Raphael ofrece su versión más fresca y renovada en el Gran Canaria Arena

El cantante de Linares presenta su último disco, ‘Victoria’, ante más de 4.000 personas

Es posible transmitir sensaciones tan positivas y estimulantes como modernidad, renovación y frescura, de una manera envidiable, con 80 años de edad y tras 60 años sobre los escenarios, si un artista en cuestión tiene la capacidad de publicar un disco tan redondo e inesperado en las postrimerías de su trayectoria como Victoria.

Y eso es lo que ha hecho Raphael en esta obra escrita y producida por el malagueño Pablo López, que presentó anoche en directo en el Gran Canaria Arena, donde a su estilo habitual introduce arreglos modernos irresistibles como atestiguan canciones como Desde el principio o Bueno. Otro grande, Mick Jagger, con su misma edad, acaba de publicar otro disco imprescindible con los Rolling Stones.

Porque los dos son ejemplo claros, en dos estilos totalmente diferentes, de mantenerse en activo sin parecer una figura decadente que se aferra al estrellato como sea. Aunque en el caso de Raphael también hay que recordar que fue musa de la modernidad y resulta aún emocionante escuchar ese disco de versiones de temas pop en donde, entre otros, clavó a grupos españoles como los Héroes del Silencio.

Concierto redondo

Con más de 4.000 espectadores en el pabellón grancanario, según datos de la organización, Raphael ofreció un concierto redondo en el que títulos como Lo saben mis zapatos o Victoria pudieron, de forma sutil, compartir su espacio con clásicos del tipo Yo sigo siendo aquel o Estar enamorado, sin que las primeras perdieran en la comparación con las segundas.

Numerosas veces ha venido el artista jienense a la Isla pero la de ayer cobraba una atención especial, ya que este regreso a los escenarios se enmarcaba en una extensa gira nacional que hoy sigue en la isla de Tenerife y que el año que viene continuará por Latinoamérica en el contexto de uno de sus mejores trabajos.

Fue el arropamiento instrumental de estos nuevos temas, con el piano como estructura, tres coristas y un espectacular despliegue visual como telón de fondo, lo que hizo que estas nuevas canciones acompañaran con total coherencia a sus maravillosas En carne viva, Mi gran noche o Qué sabe nadie, ofreciendo versiones muy pop de sus grandes clásicos, muy potentes, y situando a su puesta en escena en un lugar único en el panorama nacional.

Pero lo que fue realmente emocionante es la forma en que demostró anoche el infatigable cantante de Linares, que su voz sigue estando en óptima condiciones para otros sesenta años más si son necesario.

Con una orquesta suntuosa en la que cobraban especial protagonismo los instrumentos de viento, la capacidad vocal de Raphael para imponerse a la instrumentación fue memorable en todos los momentos.

A otros instantes de gran contagio rítmico en títulos como Digan lo que digan o A las cinco como siempre le siguió una sucesión de baladas enlazadas como Cuando tú no estás, La quiero a morir, Llorona o Gracias a la vida.

También quiso estrenar en directo una canción de su nuevo disco, Olvídale, que dedicó hacia la mitad del concierto al público grancanario. Y no faltaron clásicos imprescindibles del tipo Sigo siendo aquel o Como yo te amo, que puso el broche a la velada en Gran Canaria, coreada de forma vehemente por sus seguidores más acérrimos. Para todos, fue su gran noche.