Entrevista | Lorenzo Santamaría Cantante

Lorenzo Santamaría: «Si quería retirarme tenía que hacerlo dignamente»

"La gente escucha canciones que han marcado sus vidas porque sirven para recordar", expresa el cantante en el marco de su gira de despedida 'Para que no me olvides'

El cantante Lorenzo Santamaría

El cantante Lorenzo Santamaría / LP/DLP

Lorenzo Santamaría (Mallorca, 1946) apellidó su nombre artístico en homenaje a Santa María del Camino, el pueblo donde se crio. Primero fue rockanrolero en el grupo Z-66, y después dio el salto a baladista para revolucionar la música hispana. Podría decirse hoy que Llorenç Rosselló sintonizó la banda sonora de miles de seguidores y se consagró con clásicos como Noches de blanco satén. El músico de 77 años se despide de los escenarios en su gira ‘Para que no me olvides’, con un concierto este sábado a las 20.00 horas en el Auditorio Alfredo Kraus.

¡Lorenzo Santamaría!

Cuénteme cosas.

Primero, felicitarle. Eso de cantar seis decenios no es para cualquiera...

[Risas], ciertamente.

En rasgos muy generales, ¿cómo valora su carrera?

A estas alturas, poder cantar en teatros, llenarlos y ver que la gente canta mis canciones es el punto máximo. Valorar toda esta trayectoria es difícil, pero el resultado es ese. La gente escucha canciones que han marcado sus vidas... las canciones sirven para eso: recordar.

De poner banda sonora a la vida de otras personas.

Escribimos canciones, las cantamos y las grabamos para obtener un reconocimiento. Cuando uno se dedica a cantar en directo es para ver la reacción de la gente. Eso es lo más importante y gratificante.

En cierto modo, le dedica esta gira a su público. 'Para que no me olvides': título de su último disco y gira, además de una canción que cantó hasta decir basta.

[risas] es verdad. Ha habido épocas en mi larga carrera como cantante que he dejado de cantarlas. No porque no me gustaran, sino porque me sentía obligado. Soy una mente libre, pero al plantearme hacer una gira de despedida, aunque ya veremos, eh. Quiero decir, tienes que recuperar tus temas que a la gente le gusta. Los he vuelto a grabar el año pasado para demostrar que todavía estoy en forma.

'Para que no me olvides', gira de despedida de Lorenzo Santamaría

'Para que no me olvides', gira de despedida de Lorenzo Santamaría / LP/DLP

Ha tenido trabajo este último año.

Por supuesto. Preparar una gira no es fácil, hay mucho trabajo detrás. La productora Moon World Records ha invertido mucho tiempo y yo también. Ahí estamos, que es lo importante. Para que la gente disfrute de mis canciones.

Saca a relucir su lado rockanrollero cuando dice que no quiere sentirse obligado a cantar ciertos títulos.

Claro, tengo un espíritu rockanrollero. De hecho, sigo cantándolo, porque fueron mis inicios. Después vino la época de solista, baladas y desamor. Ahí fue donde me hice más popular. Pero el gusanillo del rock me sigue tirando. En directo hacemos de todo, pero sobre todo cantamos los éxitos de siempre.

Del dicho "la música de éxito es la que no caduca".

Perdura, es lógico. Las canciones populares llegan a ser clásicos. Para que no me olvides es un clásico, pero también hay otros como Noches de blanco satén, que es una versión de Moody Blues, es otro. Los clásicos se quedan para siempre.

Con este concierto en el Auditorio Alfredo Kraus voy a demostrar que estoy en forma

Y ahora con 77 años la voz no le falla. ¿Cuál es su secreto?

Llevo una vida muy naturista. No hay secreto. En mi juventud hice como todos los jóvenes estragos [risas]. Cuando ya alcancé los 50 años dejé todos los vicios, por así decirlo. Eso, evidentemente, ayuda.

Por otro lado, está Joaquín Sabina.

Cada uno es como es. Sabina se cayó sobre el escenario. A estas edades caerse es fatal. Yo estoy bien de momento y con este concierto en el Auditorio Alfredo Kraus voy a demostrar que estoy en forma.

No es la primera vez que pisa el Archipiélago.

Estuve en Gran Canaria para participar en un festival el año pasado. Eso fue con más cantantes. Ahora estoy solo en el Alfredo Kraus y quiero demostrar quién soy.

Del Auditorio Alfredo Kraus viaja al Teatro Leal de La Laguna. Dos actuaciones de 80 minutos cada una sin descanso.

Es una paliza, eh. Voy a sacar fuerzas de donde no las hay. No queda más remedio.

¿Por qué decide retirarse ahora?

Si quería retirarme tenía que hacerlo dignamente. Por eso aprovechamos este momento para darle lo mejor al público. Que la gente disfrute y no olvide este día.

Lorenzo Santamaría

Lorenzo Santamaría / LP/DLP

¿Cómo recibió la noticia su familia y equipo?

Todo esto empezó en la pandemia. Los artistas lo pasamos muy mal. Mucho peor que en otras ocasiones. Era época de reflexionar y ahí fue cuando lo decidí. Encontré una productora fantástica como Moon World Records. Me ponen todos los medios y yo pongo mi voz y mi presencia. Eso funciona porque llenamos todos los teatros. Quizás haya que repetir.

No todo acaba aquí entonces.

Tendremos que repetir fechas en algún sitio seguro.

Pero no será un hasta siempre de la música...

Cuando digo que me retiro es de las giras y grandes actuaciones, pero de la música uno nunca se aleja.

¿Qué es lo que usted más disfruta como músico?

Los escenarios, el público. Escribir canciones también es muy interesante. Imaginas lo que has vivido o lo que ves. Grabar no es tan atractivo. Lo mejor es el directo.

¿Con sus hijas comparte gustos musicales?

La más pequeña tiene 20 años y le gusta otro tipo de música. Viven la mía de reojo. La mayor tiene casi 30 años y tiene más bagaje. La pequeña empezó con el trap y poco a poco va creciendo a nivel mental y musical.

¿Escucha todo tipo de música?

Sí, no me encierro en mi música, digamos "nostálgica". Reconozco que lo que escuchan los jóvenes no tiene tanto valor musical. Ahora bien, creo que las letras cuentan cosas que no se han atrevido a relatar antes. Yo en mi casa escucho mucha música de mi época, o posterior, pero que me llegue.

Dígame artistas.

A mi amigo Ray Charles, que ya murió. Música como la de Jim Morrinson. Cantantes mallorquines como Tony Morlá o Maria del Mar Bonet.

Conocer a Morrinson era su sueño.

Claro, es que influenció mi primera etapa como músico. En aquel entonces, hubo un mánager inglés que llevaba a Jimi Hendrix. Tuvimos la suerte de que inauguró una discoteca llamada Sgt. Peppers de Palma. Este mánager me descubrió la música de Morrinson regalándome dos vinilos. Casi no entendía las letras porque eran poemas en inglés, pero me gustaba.

Era una época en la que el inglés explota en Mallorca por la expansión de la industria turística.

Recuerdo todo con mucho cariño, principalmente porque éramos jóvenes. Había una libertad allí que no había en ningún sitio de España. Decían de las Islas Baleares, "que estos hagan lo que quieran", no sé si fue igual en Canarias. Era un desmadre. A nivel musical era fantástico. Llegaba todo tipo gente de Inglaterra y Estados Unidos. Pasa que el tiempo avanza y tienes que cambiar con él. Un poco tarde, en la década de los 70 comenzó mi etapa como solista cantando baladas.

España no le tenía fe al género.

Hubo un ejecutivo de la compañía discográfica que dijo que "esto no era un país de rock and roll". Obviamente se equivocaba. El rock es importante aquí y en todas partes.

No solo cambió usted, también lo hizo Mallorca.

Quedamos cuatro mallorquines después de la llegada de 36 millones de personas de visita en las islas. Yo todas las semanas cojo aviones porque estoy entre Palma de Mallorca y Barcelona. Yo me pregunto si los responsables turísticos viven en Mallorca. Los que vivimos ahí no disfrutamos y no hay sitios tranquilos. Creo que en Canarias pasa lo mismo.

Curiosamente, coincide en fechas del concierto de Gran Canaria con una manifestación contra la masificación turística.

Yo no estoy en contra del turismo, creo que lo necesitamos, pero que sea un turismo sostenible.