El nuevo entrenador del Gran Canaria Urbaser, Marcos Dreyer, asume con entereza e ilusión el reto de asumir la dirección del primer equipo y hacer olvidar el paso de Pascual Saurín por el banquillo ‘olimpiloco’, en un ciclo que dejó en las vitrinas del club los dos únicos trofeos de su historia: una Liga Iberdrola y una Supercopa.

¿Cómo se plantea esta nueva temporada en la que debutará como entrenador del primer equipo del Olímpico?

Es un reto diferente para mí, a mis 50 años me muevo más por desafíos que por cualquier otra cosa. Dirigir al Olímpico en la Liga Iberdrola y en la CEV Cup, es un desafío bonito para mí. Una vez que terminó mi etapa en el voleibol masculino, con mi salida del Vóley Palma, acepté una experiencia nueva como formador aquí. En cierta manera es una forma de poder completar un ciclo que puede avalar más si cabe mi carrera como entrenador, porque si consigo tener éxito en la máxima categoría del voleibol femenino nacional, habría conseguido ganar títulos en todas las categorías en las que he estado entrenando hasta el momento.

La temporada pasada estando al frente del filial del Olímpico, consiguió ganar la segunda Copa Princesa en la historia del club, clasificar al equipo por primera vez para una fase de ascenso a la Superliga 1 y se cerró una campaña redonda con un cuarto puesto en la categoría de plata, ¿qué balance hace de esa campaña?

Ciñéndome a lo que fue mi trabajo personal y de los entrenadores de la base, que han venido formando durante estos años a todas las jugadoras, pienso que debemos de resaltar el gran trabajo que hemos realizado con las chicas de aquí. Hay jugadoras como Raquel Montoro, Julia de Paula, Lucía Varela o Ariadna Priante, que nos ayudaron en la consecución de la Copa Princesa, pero realmente el gran trabajo que se hizo fue en darle un salto de calidad a las jugadoras de la casa. El resultado se ve en la gran cantidad de jugadoras que han ido convocadas con las categorías inferiores de la selección. En la fase de ascenso me gustó mucho el trabajo de mis jugadoras, porque era consciente de que teníamos un equipo limitado para afrontar unos partidos de tanta exigencia en tan poco margen de tiempo, jugamos solo con las jugadoras jóvenes de la casa e hicimos un gran papel.

¿Qué equipo se va a ver esta temporada?, ¿va a ser muy diferente al de las dos campañas anteriores con Pascual Saurín?

No debería de ser un equipo muy diferente al de Pascual, porque se ha venido desarrollando un gran trabajo durante su ciclo al frente del equipo y hablaría muy mal de nosotros si no fuésemos capaces de aprovechar ese buen trabajo que ha desarrollado tanto él, como los distintos entrenadores de la base. Habrá cambios como es lógico, pero siempre construidos sobre esa base que es fuerte y sólida.

Se conserva una gran parte de las jugadoras de la plantilla del año pasado, aunque también llegan algunas caras nuevas, pero ¿qué perfil de jugadoras se están buscando para reforzar el equipo de la próxima temporada?

Buscamos jugadoras con ambición, que sean agresivas en su juego. Vengo del voleibol masculino y en ese sentido me gustaría que algunos aspectos del juego cojan parte de ese otro voleibol en algunos detalles que puedan darnos un plus. Quiero gente comprometida y en principio tendremos una plantilla algo más corta que la de la temporada pasada, por lo que necesitamos que los pocos fichajes que hagamos vengan con un carácter más implicado.

Se incorpora al cuerpo técnico Fran Carballo –exsegundo entrenador del Guaguas– como asistente. ¿Cómo se han planteado el reparto de roles dentro del equipo?

Fran me complementa a la perfección. Considero que los entrenadores deben buscar un segundo que venga a cubrir los fallos que uno pueda tener como primer entrenador. En este caso, él se va a encargar del scouting de los rivales, de las estadísticas y además es un entrenador de nivel tres, tiene su experiencia y va a estar muy presente en el día a día del equipo, en todos los entrenamientos y la idea es que tomaremos todas las decisiones codo a codo. Es vital contar con gente preparada para estar conmigo.

¿Cómo es el proceso que se sigue en el Olímpico a la hora de fichar a una jugadora?

Es una locura, porque el mercado es muy complicado, no es tan profesional y tan serio como en otros deportes. Eso hace que en ocasiones te encuentres con una cantidad muy grande de managers, te buscan muchas veces las propias jugadoras y al final son muchísimas opciones las que tienes que barajar. Al estar en un equipo referente como el nuestro, mucha gente se nos acerca, se ofrece y es muy difícil tomar decisiones. Danny López, como director técnico, pasa mucho tiempo conmigo analizando toda esa información para poder tomar la mejor decisión y contrastarla antes de tomar una decisión. No se puede fichar a una jugadora solo viendo sus highlights.

¿Es muy complicado el cambio de gestionar un vestuario masculino a uno femenino?

Es algo que vamos a poder comprobar hoy. Tengo la suerte de tener un equipo muy bueno, con jugadoras con experiencia, que en muchos casos esa gestión del vestuario depende más de ellas que de mí, sobre todo tratándose de un equipo femenino. En un vestuario masculino yo entraba cuando lo consideraba oportuno y me gustaba ser uno más de ellos, pero en este caso es diferente. Tenemos un equipo con liderazgos muy fuertes y gente de carácter y en este caso no me preocupa. Lo importante es que seamos capaces de formar con todo ello un buen equipo, como siempre lo he venido haciendo en mi carrera profesional.

¿Cómo se gestiona un vestuario en el que una de las jugadoras es tu propia hija?

Va a ser difícil para mí. Necesitaré mucho la ayuda de Fran y de las propias jugadoras que la han estado guiando la temporada pasada y con las que va a contar también esta temporada. Julia las tiene como ejemplo y además ha venido contando con la confianza que le ha brindado Pascual Saurín y que es necesario que siga teniéndola por nuestra parte. Va a ser complicado sobre todo cuando estemos en casa, por eso pienso que voy a tener que limitar un poco mi convivencia con ella para que pueda sentir que es una jugadora más del equipo y no mi hija.

¿Se va a mantener la juventud en la nueva plantilla?

Se nos van tres jóvenes talentos, pero el club sigue generando esas jugadoras jóvenes que pueden jugar en el primer equipo y seguro que tendrán su momento.