Tarea complicada es la que les queda por delante a Jonathan Trujillo e Ismael Santana, al frente del filial del Olímpico, tras dos temporadas memorables en las que las miniolimpilocas han conquistado las últimas dos Copas Princesa, además de terminar la temporada pasada en una meritoria segunda plaza en el grupo B de la Superliga Femenina 2, lo que permitió a las grancanarias disputar la fase de ascenso a la Liga Iberdrola, a pesar de su condición de filial.

La apuesta del club por Marcos Dreyer como entrenador del primer equipo, para cubrir la marcha de Pascual Saurín, dejaba en el banquillo grancanario un vacío difícil de cubrir. La dirección deportiva del Olímpico después de peinar el mercado ha apostado por la incorporación de Jonathan Trujillo, un técnico de reconocido prestigio, con seis temporadas como entrenador de primer nivel, con experiencia tanto en el voleibol masculino como femenino, que desembarca en la Isla procedente del Volei Grau Castelló, equipo al que entrenó durante las dos últimas temporadas en la categoría de plata.

Trujillo es un entrenador especialista en el desarrollo técnico y táctico a nivel individual y colectivo, un perfil que se ajusta a la perfección a las necesidades de contar con un entrenador con vocación formativa, para proseguir con la labor de Dreyer y pulir a los diamantes de la cantera para convertirlas en jugadoras del primer equipo.

La dirección deportiva del Olímpico ha apostado por acompañar al nuevo entrenador de las miniolimpilocas con un técnico de la casa, Ismael Santana, que regresa al club tras permanecer cerca de diez años alejado de los banquillos. El grancanario en su primera etapa, que duró hasta el 2007, logró el ascenso a Superliga Femenina 1 con el primer equipo, asentándolo además en la máxima categoría. Además, su ayuda también fue importante en la conquista de los dos primeros Campeonatos de España Juvenil logrados por el club en 2006 y 2007.

Tras dos años sin entrenar, Ismael Santana regresó de nuevo al primer equipo aportando su su granito de arena para lograr la primera clasificación de la historia del Gran Canaria Urbaser para una Copa de la Reina sin ser el anfitrión.

El Olímpico recupera de esta manera a un entrenador de la casa, todo un referente de los banquillos, que junto a Jonathan Trujillo, intentarán mantener la línea ascendente del equipo durante los dos años anteriores.