Las princesas del tatami

Las grancanarias Ariadne Medina y Laura Volo, con sacrificio, esfuerzo y mucho trabajo para llegar hasta lo más alto del podio, cumplen sus sueños en sus respectivos deportes

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Los deportes de contacto tienen dos nuevos referentes en Gran Canaria. Ariadne Medina, de la Academia Gil Catarino, ya sabe lo que es conquistar un Mundial y un Europeo júnior de jiu jitsu. Por su parte, Laura Volo, del club Akari-Las Nieves, conseguía acabar con una sequía de 23 años al conquistar el oro en un Campeonato de España absoluto de judo. Pero ambas quieren más. Juventud y ganas no les faltan.

Gran Canaria sigue forjando grandes talentos deportivos. Jóvenes que vienen pisando fuerte desde las categorías de base. Un ejemplo, los éxitos de las artes marciales, modalidades que prometen seguir dando grandes alegrías en los próximos años. Ariadne Medina y Laura Volo son dos ejemplos de ello; se han convertido por méritos propios en las princesas del tatami en las disciplinas de jiu jitsu brasileño y de judo, respectivamente.

La historia de la jovencísima Ariadne Medina, perteneciente a la Academia Gil Catarino, es propia de una película de Hollywood. A sus 14 años recibía una invitación de la prestigiosa Academia Atrixion de Dubái para viajar a Oriente Medio y allí preparar el Mundial júnior, que se celebraba en noviembre en Abu Dhabi. El resultado no podía ser mejor; la deportista grancanaria lograba alzarse con el oro mundialista (-48 kilos). Pero no acaba ahí la cosa, dos semanas después repetía con un primer puesto en el Europeo, en Irlanda (-52 kilos).

«En Dubái competí cada día con atletas de mi nivel y eso me hizo mejorar», señala Ariadne Medina

«Fue una experiencia dura, porque tuve que estar mucho tiempo separada de mi familia, además de tener que hablar en otro idioma, adaptarme a otra cultura y hacer amigos nuevos», relata la bicampeona, agradecida por el trato recibido desde su llegada a Dubái y por haber tenido la oportunidad de «cumplir mi sueño».

En la Academia Atrixion se pasaba «todo el día entrenando». «Teníamos que prepararnos nuestra comida, hacer la compra y además atender a nuestras clases en el colegio de forma online», relata. «Lo que me sorprendió durante mi estancia en Dubái es que todos éramos deportistas de alto nivel y eso se notaba a la hora de los entrenamientos, porque podía competir con atletas de mi nivel», reconoce la joven isleña.

La clave para coronarse campeona en el Mundial y el Europeo radicó, según la propia deportista, en su capacidad para «controlar mis nervios». «Fue más difícil el Mundial, porque tuve que afrontar más luchas que en el Europeo», reconoce. En su hoja de ruta le espera el Campeonato de España, el AJP Tour Gran Canaria y el Open Mundial de Los Ángeles, además de volver a Dubái.

23 años de espera

Por su parte, para Laura Volo, en un principio, el judo «fue casi una obligación impuesta por mis padres con tres años, pero con el paso de los años me dieron la opción de elegir, y decidí quedarme».

La decisión de la joven grancanaria ha obtenido recompensa 16 años después. Recogía el testigo que dejaba hace 23 años un referente como Aythami Ruano. Él era hasta ahora el último grancanario que conquistaba un título nacional absoluto de judo –en 1998 y 1999–. A pesar de ser todavía júnior, Laura lograba emularlo gracias a su arduo trabajo y a los consejos de su técnico en el club Akari-Las Nieves, Jorge Hernández.

«Al recoger el oro sentí en la mirada de mi entrenador que lo habíamos logrado», afirma Laura Volo

«Es un honor poder representar a Canarias en un Campeonato de España. Me emocioné mucho, miré a mi entrenador y sentí esa mirada que me decía que lo habíamos conseguido, y resultó algo muy satisfactorio», recuerda. «Detrás de ese oro hay mucho sacrificio, disciplina, horas de entreno, muchas caídas y hay que saber levantarse para llegar ahí», añade.

Entre los próximos objetivos de la joven judoka, dentro de la categoría júnior, figura su participación en las cuatro citas de las Copas Europeas, «en las que intentaré alcanzar la máxima puntuación posible». «También tengo en mente participar en el Campeonato de España sub 23 y seguir compitiendo en la categoría senior». Aunque los de París son una utopía, «el sueño olímpico siempre está», reconoce.

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El Akari-Las Nieves arrancaba su actividad hace 20 años, los 12 últimos como club de manera oficial. Para Jorge Hernández, su alma máter, la finalidad es «empezar desde la base, e ir avanzando con los alumnos en su proceso evolutivo hasta llegar a la élite». En el centro de enseñanza Nuestra Señora de Las Nieves, en Marzagán, se centraliza la formación de los deportistas de alta competición, «unos 60», aunque la entidad cuenta con unos «450 repartidos en nuestros diferentes centros de formación», relata Hernández. «Tenemos un grupo sólido, en el que tanto el género masculino como el femenino van casi a la par». «Eso es algo que se refleja en el club, donde se respira un ambiente sano y en el que intentamos siempre inculcar el sentimiento de equipo, aunque sea un deporte individual», comenta el maestro. «Hacía 23 años que un canario no ganaba un Campeonato de España en categoría absoluta y ahora lo ha logrado una deportista que entrena, que supone un valor añadido», comenta orgulloso, al tiempo que afirma que para él «el judo es un estilo de vida». | S. I.

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