Entrevista | Joaquín Blanco Regatista del RC Náutico de Gran Canaria y de la selección española

Joaquín Blanco: «Si al final voy a París quiero luchar por las medallas»

La mirada del tigre acompaña a Joaquín Blanco tras conseguir clasificar a España para los Juegos Olímpicos de París 2024 en la clase ILCA7, una plaza para la que su principal rival será su compañero en el RC Náutico de Gran Canaria, Joel Rodríguez. En caso de que la Federación le seleccione, será su segunda experiencia olímpica tras la de Río.

Joaquín Blanco, en las instalaciones del RC Náutico de Gran Canaria, durante el día de ayer.

Joaquín Blanco, en las instalaciones del RC Náutico de Gran Canaria, durante el día de ayer. / José Carlos Guerra

Santiago Icígar

Santiago Icígar

¿Cómo se siente después de clasificar por segunda vez en su carrera deportiva a España para la disputa de unos Juegos Olímpicos en ILCA7?

Era mi objetivo de la temporada poder conseguir esta clasificación para el país en el primer intento. Ya en el ciclo olímpico anterior en Río, costó bastante conseguirlo, tuvimos que esperar hasta el final, pero en esta ocasión ha sido mucho mejor poder hacer los deberes pronto. Estoy muy satisfecho con el resultado, no sólo por lograr esa plaza, sino porque la clasificación en el campeonato fue francamente buena –octavo puesto– y ahora toca seguir con la conciencia tranquila tras haber hecho los deberes. Todavía queda conocer la selección final para conocer quien será el representante en los Juegos de París, pero es importante disfrutar del momento, porque ha sido difícil de conseguir.

La plaza que tiene España para los Juegos inicialmente debería de recaer en su persona o en la de su compañero, Joel Rodríguez. ¿Es injusta esa situación teniendo en cuenta que ambos han hecho méritos para estar en la cita olímpica?

Conseguir la plaza del país es el primer paso para poder optar a estar en los Juegos Olímpicos de París. Todavía no hay nada decidido. Mi intención es seguir mejorando, mantener un nivel muy alto para que la Federación de Vela confíe en mí. La plaza está conseguida, los dos estamos satisfechos, pero hay que seguir.

¿Qué condiciones se encontró en el campo de regatas en La Haya? ¿Eran favorables a su forma de navegar?

La Haya es un campo de regatas complicado para mí por las corrientes del estrecho del canal de la Mancha, que son una auténtica locura. Te obligan a tener que adaptarte muy rápido a unas corrientes que no tenemos en Canarias. Aunque es cierto que por otra parte contábamos con un tipo de ola grande, parecida a la que tenemos aquí y eso en cierta manera podía beneficiarnos. Tuvimos nuestros pros y nuestras contras, pero para adaptarnos estuvimos previamente entrenando en países del norte como los Países Bajos y Bélgica, para tener unas condiciones similares. Dio sus frutos porque al final conseguí sentirme muy cómodo en el campo de regatas, aunque fue difícil por la necesidad de tener en cuenta muchos factores. Conseguí durante todo el campeonato ser consistente y hacer mangas estando en los puestos avanzados.

Esa regularidad, ¿fue la clave para poder conseguir terminar en el Top 10?

Sin duda alguna. No conseguí hacer ninguna manga espectacular, ni gané ninguna prueba, pero en todas ellas me mantuve o bien dentro del Top 10 o muy cerca de él. En un campeonato como este en el que tienes 10 pruebas y sólo te puedes quitar una mala, si consigues no tener ninguna, como fue mi caso, es fabuloso para poder estar arriba.

¿Qué es lo que caracteriza a su clase, el ILCA7?

Es un barco en el que se navega de forma individual. Hay que tener un peso en torno a los 80 kilos, es una clase muy física, por lo que tenemos que entrenar mucho en el gimnasio, con la bicicleta, tener una capacidad aerodinámica buena para aguantar toda la semana que dura el campeonato el esfuerzo físico que requiere. La otra peculiaridad que tiene es que todos los barcos son iguales, no hay diferencias de material y el que marca la diferencia es el patrón, lo que hace muy atractiva a esta clase. El precio del barco es el más asequible dentro de la vela olímpica y la competitividad es altísima en todos los países del mundo. Pasamos muchas horas en el barco, es algo que ya tenemos interiorizado, sabes que al final todo depende de tí, aunque detrás contamos con un equipo y con nuestro estrenador, Gustavo Lima.

¿Qué culpa tiene el RC Náutico de Gran Canaria en todos los logros deportivos que están teniendo cada año?

Es la base para empezar a desarrollarte como regatista. Sin ese inicio no hay continuación. En mi caso tuve mucha suerte porque cuando empecé a navegar en el club había un equipo de regatistas de Optimist de un nivel muy alto, que competían en Mundiales y pude aprender muchísimo. Además tuve la influencia familiar, pero sin estas instalaciones y la posibilidad de venir a entrenar tres o cuatro días por semana, no hubiera sido posible y lo mismo cuando pasé del Optimist al Laser, donde me volví a encontrar con un grupo muy fuerte, como Javier Padrón o Cristóbal Peñate, y eso me hizo adaptarme muy rápido. Joel Rodríguez también se ha encontrado esas mismas posibilidades y eso explica que el club sea el que domina en el ILCA7.

¿El apellido pesa o ha conseguido que no se hagan comparaciones con su padre o incluso con su abuelo?

Siempre he tenido la influencia de los dos. Aunque la de mi abuelo es algo más lejana, influyó mucho en el desarrollo de la vela en Canarias. Al final he intentado hacer mi camino, aunque mi padre siempre ha tratado de aconsejarme y en ese sentido más que un peso es una ayuda a la hora de poder tomar buenas decisiones. Siempre me dice que disfrute, que pase lo que pase en el agua al volver a tierra la vida continúa y por eso hay que relativizar un poco la importancia que tiene el deporte. Me ha enseñado que hay que esforzarse, por que la vida sin esfuerzo y sin objetivos se vuelve vacía y monótona. Dando tu mejor versión siempre consigues una satisfacción personal importante en cada regata.

¿Se ha visualizado en la villa olímpica de París?

Sería bonito revivir lo que pude vivir en Rio en 2016, pero de momento sólo puedo seguir trabajando. He mejorado mucho desde entonces, tengo las cosas más claras, he mejorado el físico y mi idea es llegar lo más preparado posible. A Río llegué siendo mucho más joven y con la sensación de que el objetivo era estar en los Juegos y que ya estaba cumplido, por lo que el resultado era lo de menos. En este caso la situación es diferente, sería más ambicioso e intentaría pelear por una medalla.

¿Qué porcentaje de importancia tiene el azar en su deporte, más allá de la pericia que pueda tener el patrón?

Varía de unos campos de regatas a otros, pero siempre hay algo de incertidumbre sobre lo que puede pasar. Mi entrenador siempre me insiste en que me preocupe de lo que realmente puedo controlar porque el azar incide mínimamente, aunque lo hay.

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