Balonmano

Dani Sarmiento, un ídolo en el banquillo del Balonmano Gáldar

El excapitán de los Hispanos, técnico en el equipo cadete, intenta inculcar a los jóvenes los valores y los conocimientos adquiridos durante su exitosa carrera profesional

Santiago Icígar

Santiago Icígar

El mejor jugador grancanario de balonmano de la historia regresa al club de sus amores, el BM Gáldar, para abrir una nueva etapa profesional. Tras colgar las zapatillas, ahora intenta trasladar sus amplios conocimientos balonmanísticos a los jóvenes valores, en concreto a los cadetes de la entidad. Su objetivo, ayudar a su crecimiento deportivo y personal en base a la experiencia adquirida después de tantos años en la élite.

El balonmano grancanario, y el galdense en particular, están de enhorabuena. Uno de sus hijos pródigos ha retornado al club de sus amores tras convertirse en leyenda del balonmano nacional e internacional. Capitán inolvidable de los Hispanos, como se conoce a la selección española, se ha ganado a pulso la condición de mejor jugador de la historia de este deporte en Canarias. Dani Sarmiento regresa al Balonmano Gáldar para iniciar una nueva etapa en los banquillos después de su retirada de las pistas. Ahora prepara al equipo cadete, y lo hace con la humildad que siempre le caracterizó como jugador. Su objetivo, ayudar a jóvenes valores a recorrer ese camino, que él tan bien conoce, hasta la élite.

El nuevo técnico del Gáldar está «muy agradecido» a su club por brindarle «la oportunidad de incorporarme al organigrama técnico y echar una mano». «Se trabaja muy bien aquí, todo está muy bien estructurado en cuanto a los contenidos que se le van dando a los chicos y estoy aprendiendo mucho», valora Sarmiento.

La presencia de un referente internacional en el banquillo impone a sus jugadores: «Los chiquillos están algo cortadillos, aunque poco a poco van cogiendo algo de confianza. Con el tiempo se irán soltando e iremos hablando y contando cosas de mi trayectoria en el balonmano, seguro».

Una vocación sobrevenida

Aunque pueda parecer que por su carácter en el campo Dani Sarmiento estuviese predestinado a convertirse en entrenador, lo cierto es que el propio exjugador reconoce que «no siempre tuve claro el querer ser técnico». «Cuando era joven no me planteaba el seguir vinculado al balonmano en los banquillos, esta inquietud surgió con el paso del tiempo, a medida que fui madurando y teniendo diferentes experiencias cuando me dije, ¿por qué no? Me permite seguir haciendo lo que me gusta, poder enseñar y compartir la mucha o poca experiencia que he tenido con otros, poder acompañarles y ayudarles en su carrera deportiva», se explica Dani, quien reconoce que el aspecto formativo «es algo que siempre me ha llamado mucho».

Con el paso de los días, va aceptando que su carrera como jugador ha llegado a su fin: «Cada uno tiene su manera de verlo y de afrontarlo, en mi caso el balonmano es mi vida, lo he practicado desde los 11 años. Con el tiempo te das cuenta de que tu cuerpo no puede hacer lo que la cabeza quiere y que ha llegado el momento de pasar a otra cosa».

Explica Sarmiento que esa decisión de colgar las zapatillas le resultó muy difícil, «porque es una cosa que había hecho durante toda mi vida». «Las rutinas que tienes, el jugar los partidos, la adrenalina que te produce, lo que para mí significa el poder competir, el estar ahí y poder compartir vestuario con los compañeros... Cuesta dejarlo, es un paso complicado pero hay que darlo porque la vida son cambios, toca ponerse en el otro lado, afrontar estos cambios con la misma ilusión que he tenido que afrontar otros en mi carrera; ahora mismo estoy muy contento, aprendiendo mucho y espero que me ayude en este nuevo camino la experiencia que he tenido como jugador», señala un grancanario de leyenda, como demuestra su palmarés. Jugó 147 partidos con España, en los que anotó 283 goles. Con los Hispanos fue bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, campeón del Mundo (2013) y dos veces campeón de Europa (2018 y 2020), además de colgarse una medalla de bronce en el Mundial de 2021 y una de plata y otra de bronce en los Europeos de 2022 y 2014. A nivel individual, fue elegido mejor jugador de la Liga ASOBAL en 2009 y mejor central en 2008 y 2009; y ha recibido las Medallas al Mérito Deportivo (2013) y del Comité Olímpico Español (2013).

Si hay una persona que ha sido clave en su vuelta a casa ese ha sido Aday Sánchez, director técnico del Balonmano Gáldar con quien siempre ha mantenido muy buena relación: «Es quien se ha currado todo lo que está haciendo el club en los últimos años con ayuda de otra gente como Cayetano y Ayoze. Me entrenó cuando era más joven y siempre he estado atento para ver cómo trabaja. Le comenté que quería volver a casa y le propuse echar una mano. Él me ofreció venir al Gáldar. A partir de ahí fuimos perfilando lo que podía hacer para ir aprendiendo».

Un proyecto ilusionante

Más allá de querer volver a sus orígenes, para Dani Sarmiento ha tenido mucho peso en su decisión el proyecto de la entidad galdense. «Cuando llegué y Aday me mostró cómo se trabaja en el club, la estructura, cómo se prepara cada detalle desde el primer equipo hasta el último de la base», se quedó impactado. Para el grancanario, «es increíble ver la cantidad de niños que hay en cada categoría». «En mi etapa de jugador adolescente eso no se venía, tener más de 20 niños viniendo a entrenar, haciendo trabajo extra de fuerza... Se está haciendo un gran trabajo, y no solo a nivel deportivo, sino también social», apunta.

«Se están sentando las bases, porque estos es una carrera de fondo, de ir poco a poco. Cuesta mucho subir a un equipo hasta la Primera División, y eso nos ha ayudado a valorar lo que teníamos antes con el Gáldar siendo un equipo puntero en la ASOBAL, jugando incluso competición europea», reconoce Sarmiento.

Destaca Dani la gran cantidad de jugadores que están saliendo de la cantera del club: «Hay una base enorme, no sólo el caso de Alberto Delgado u otros jugadores que han fichado por equipos de la Península, sino jugadores de la base que están siendo llamados por las selecciones nacionales». Todo ello es reflejo, en su opinión, de que «las cosas se están haciendo bien». «Los entrenadores de las selecciones nacionales nos dicen que el nivel de los jugadores es bastante bueno y eso nos muestra que estamos trabajando por el buen camino», añade.

«La ilusión y las ganas de seguir peleando y formando jugadores, las tenemos; aspiramos a dar ese paso en un futuro, dependiendo un poco de los recursos económicos. Con los patrocinadores privados y con la ayuda del Cabildo y del Gobierno de Canarias, queremos formar un grupo que en cuatro o cinco años suba al plata y de ahí a la Primera División», afirma esperanzado el nuevo técnico.

De lo que más orgulloso está al echar su vista atrás en su dilatada trayectoria como jugador, señala por encima de todo «los amigos y conocidos por todos los lados que tengo». «Creo que dejado un buen recuerdo en todos los sitios donde he jugado, y eso es algo que me hace sentir muy orgulloso», apunta orgulloso Sarmiento.

En cuanto a su futuro como entrenador, lo principal para él es «poder dedicarme a ayudar y formar jugadores, lo ideal sería aquí en mi tierra, poder acompañar y estar al lado de jugadores canarios que puedan seguir mis pasos y llegar muy lejos». Su mayor reto lo tiene claro. «Volver a tener a un equipo canario en Primera División, no sólo siendo el entrenador, sino ayudando a salir a jugadores canarios».

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