Tenerife y Unión Deportiva por fin se las tendrán tiesas en el terreno de juego del Rodríguez López este domingo, después de mirarse atravesados en los despachos durante las últimas semanas a cuenta de las entradas y la fecha del partido. Hasta el momento, el derbi regional no ha sido la fiesta del fútbol, de la canariedad y todos aquellos epítetos que se aplican a esta cita marcada en rojo en el calendario. Las buenas intenciones habrá que buscarlas en una mejor ocasión. Mientras, en medio de este fuego cruzado, donde la camaradería quedó relegada a un discreto segundo plano, se encuentra la agenda del presidente de Gobierno de Canarias, Paulino Rivero. Asunto que no es trivial, dada su conocida afición por las carreras populares y también por el fútbol.

"Me ha costado muchísimo decidirme porque soy muy futbolero, pero participar en mi sexta media maratón de manera consecutiva, esta vez en Las Palmas de Gran Canaria, ha pesado más", explica el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, a quien el cambio de la fecha del derbi le ha roto los planes.

"Lo fácil era ir al partido cómodamente sentado en el palco, pero me gustan las cosas difíciles, que necesitan un esfuerzo", precisó el jefe del Ejecutivo, quien manifiesta con orgullo que desde 2007 no se ha perdido ninguna media maratón celebrada en Canarias. "En las cinco previas siempre he podido llegar a meta, espero que esta vez también pueda", subraya Rivero, quien tres o cuatro días por semana realiza footing con independencia de la isla o el lugar.

El jefe del Ejecutivo se ha excusado ante los consejos de administración de los dos clubes porque por motivos de conexiones aéreas no podrá asistir a la comida oficial entre las entidades. La "difícil decisión" de Rivero supone que se pierda su primer derbi en directo como presidente del Gobierno. "Prefiero compartir el sufrimiento con 2.500 compañeros durante 21 kilómetros. Es una prueba de fortaleza mental que viene muy bien para la vida". Palabra de presidente.