El Vecindario padeció en O Vao el mejor partido del Coruxo en la que va de campaña y en 34 minutos ya había encajado tres goles que decidieron el encuentro. Se trunca así la buena línea de resultados de los blanquinegros, y es que a los isleños les costó adaptarse a las condiciones del encuentro y del adversario, tal y como se temían los responsables técnicos del cuadro del sur de la isla.

Dormidos en el campo

El Vecindario se vio sorprendido por la salida del Coruxo, que marcó un gol en la primera jugada. Peláez ganó la línea de fondo y puso el centro para la llegada de Miguel Centrón que batió a Álamo. Esa acción resultó determinante al condicionar el partido casi desde el saque de centro.

El equipo acabó pagando esa primera media hora, sencillamente nefasta, cuando se vio superado por los locales en presión y verticalidad. No se puede salir así de dormidos al campo de juego y más cuando se disputa un encuentro a domicilio. Ayer los grancanarios lo pagaron caro.