Juan Francisco Guerra (Caracas, 1987) se convirtió a mediados de julio en el tercer fichaje de la Unión Deportiva para el presente curso. El venezolano, con pasaporte comunitario, llegaba en calidad de cedido a la casa amarilla con vitola de jugador emergente, no en vano estaba a punto de debutar con la selección Vinotinto, y dispuesto a ser indispensable en la zona ancha de Las Palmas, tras las bajas de Josico, Jorge Larena y Pollo. Sin embargo, cinco meses después del anuncio de su contratación, pocos en el Gran Canaria saben cómo realmente se maneja Guerra.

El mediocentro, que jugó una hora en la Copa frente al Celta de Vigo en Balaídos, ha disputado en Liga 36 minutos de juego en el partido en que Las Palmas venció al Real Valladolid (1-0). También ha estado presente un par de partidos en el banquillo, pero ese 30 de octubre fue su última aparición en escena pública. A partir de ahí ha desaparecido de las convocatorias de Juan Manuel Rodríguez, quien ha evidenciado, hasta el momento, que Juan Guerra y Javi Castellano no pueden actuar al mismo tiempo en el terreno de juego.

Sus viajes para participar con la selección venezolana quizá puedan explicar parte de la infrautilización del centrocampista con la elástica amarilla. A las órdenes de César Farías, técnico de la Vinotinto, el centrocampista ha jugado dos encuentros amistosos y un partido de las eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014 frente a Colombia. En total, más de 200 minutos internacionales.

Juan Guerra, en círculos públicos y privados, subraya su intención de redoblar su esfuerzo durante los entrenamientos para que se le abra una nueva oportunidad en la Unión Deportiva. No obstante, bajo prescripción del cuerpo técnico realiza sesiones extra de gimnasio para estar en plena forma. Esta semana, con la baja de David González, el futbolista de la paciencia eterna vuelve a tener una opción de saltar al verde.