Hazaña en el Partenón blanco. Cuarenta años de una victoria que provocó la ovación de cien mil almas en el Bernabéu. El 8 de julio de 1972, el Juvenil de la UD Las Palmas batía por 1-2 al Real Madrid y conquistaba el campeonato nacional para la entidad [cuyo presidente de filiales era José de Aguilar]. Fue el primer título de este rango que entraba en las vitrinas del club.

La formación de Manolo Torres, con un juego arrollador, según detallan las crónicas, supo remontar el tanto de Ballester para firmar un triunfo incontestable. Oramas y Leonardo, tras una gran acción de Miguel Ángel, lograron los tantos grancanarios. Así forjaron el éxito.

El estilista Miguel Ángel, Mayor, Antonio Cruz -que no pudo jugar la final por una lesión-, Luzardo - que también fue baja en el Bernabéu-, Eladio -tío del ex de la UD Jonathan Viera-, Oramas y Félix Marrero analizan con emoción un caminar perfecto que les llevó al Olimpo. Una gesta, que en boca de los héroes, respira en el olvido.

Eladio resalta la alegría desbordada en la Isla. "La celebración fue una apoteosis. Sólo teníamos 17 años y ganamos al Madrid por convicción y entrega". Para Félix, icono de garra que luego sumaría en el primer equipo 352 partidos, reconoce que saltaron al césped intimidados. "Empezamos nerviosos, había 100.000 espectadores y no podías moverte. Pero la charla del entrenador Manolo Torres en el segundo tiempo fue determinante [los goles llegaron en el 65 y 69]. Aún recuerdo sus palabras: "jueguen como ustedes saben", nos dijo. En el segundo tiempo les barrimos (...) Tenía un vendaje muy fuerte y me pasó como a Rambo, no sentía las piernas".

Para Eladio, la clave estuvo en el calzado. "En la primera parte jugué con botas de taco y en la segunda me puse las del Gallo y empezó la fiesta". Por su parte, Miguel Ángel pone el énfasis en el arduo camino para llegar a la final -el equipo se deshizo del Tenerife, Malagueño, Damm y Sanse (Real Sociedad)-. "Eliminar al Tenerife fue complicado, en el Damm jugaba Paco Herrera -actual técnico del Celta- y en el Sanse estaban Setién y Arconada". Para Luzardo -que sufrió la amputación de su pierna con sólo 24 años-, los blancos subestimaron la furia amarilla. "Íbamos de víctimas y en juego fuimos superiores".

Oramas apunta a la preparación física. "Fue de las grandes transformaciones ; la gran preparación de Ernesto Pons y así se gestó el éxito. Se complementaba el trabajo físico con la clase canaria".

Un compromiso de acero. Mayor recuerda las figuras de José Ramón, Camacho, Rivero y Artiles, ya fallecidos y que formaron parte de aquel conjunto. "Era un equipo muy valiente y tenía esa condición que le faltaba a la cantera. Sobre todo con líderes como Artiles, Rivero y José Ramón".

Miguel Ángel bautiza a aquella nómina de guerreros. "Éramos los ángeles amarillos. Se nombra más a los diablillos -campeones de España con la selección de Las Palmas en 1962, con figuras como Germán o León- pero era una selección que no tenía el escudo de la UD". Eladio resalta el tesón y revela la prima por el título. "Nos dieron 300 pesetas".

Miguel Ángel ensalza la clase de los diablillos "porque hicieron historia en la UD pero a nosotros nos han tenido un poco olvidados. Este título es el más grande que tiene el club y se debería reconocer cuando se cumplen 40 años".

Un killer del área pone el punto y final. Leonardo Ramírez, autor del 1-2, valora desde Lanzarote que "fue un gran espectáculo". Sobre las dificultades de esta camada para brillar en el fútbol profesional, el de Carrizal apunta que "tenía por delante a Germán". Héroes por coraje y elegancia. Reyes de estética que se doctoraron en el Bernabéu.