"La obligación de Pepe Armas es defender a los árbitros de la Federación de Baloncesto de Gran Canaria. Debe velar para que se cumpla la normativa. Y en este asunto, con el parón en el baloncesto base por el impago a los colegiados, nadie ha puesto una pistola en el pecho de los clubes. Con sus declaraciones se ha equivocado. Y se ha equivocado mucho". La reflexión, al otro lado del teléfono, la realizó ayer -desde Kaunas- Juan Carlos Arteaga, director técnico del Comité de Árbitros de Gran Canaria, tras analizar las declaraciones realizadas por el presidente del organismo insular a este periódico.

Pepe Armas, el martes, apostó por la posibilidad de que los árbitros cedan en sus pretensiones para que la competición de baloncesto base arranque tras cuatro semanas de parón. "No es de recibo poner una pistola a los clubes para que paguen de cualquier manera; es preciso analizar el tiempo en el que vivimos y ser consecuentes", indicó el presidente de la Federación de Baloncesto de Gran Canaria.

"No sé a qué se refiere con lo de ser consecuentes", subrayó Arteaga. "La obligación del presidente es reclamar la deuda y que se cumpla la normativa. Y en ese sentido la reglamentación es muy clara. Los clubes con impagos no se pueden inscribir para competir. No es de recibo que la deuda contraída con el Comité de Árbitros alcance los 27.000 euros y con la propia Federación ascienda hasta los 77.000 euros. Insisto, la reglamentación es muy clara y lo obliga a él, al presidente, a tomar decisiones", afirmó el colegiado internacional.

Arteaga también explicó que "Armas se presentó por sorpresa" en la reunión que los árbitros mantuvieron el lunes. "Llegó sin avisar y no estábamos todos", detalló antes de asegurar que "en todo momento, por nuestra parte, se le dejó muy claro que nuestro deseo es que la competición se inicie de inmediato". "El colectivo", añadió, "no ha dejado de entrenar porque está deseando comenzar a arbitrar, pero para nuestra sorpresa, después de escucharle y de dejar clara nuestra predisposición para llegar a un acuerdo que permita a los niños volver a jugar al baloncesto, Armas no se comprometió a garantizarnos que cobraríamos el dinero que se nos adeuda. ¿Cómo nos puede decir eso?", se cuestionó Arteaga.

El colegiado grancanario, que en su hoja de servicios cuenta con su participación en los dos últimos Juegos Olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012), en la final del último Mundobasket (Turquía 2010) y -entre otras competiciones más- las finales de la Copa del Rey y de la Liga ACB, señaló que "el Comité de Árbitros es consciente de la delicada situación económica que nos toca vivir a todos". "Estamos dispuestos", agregó, "a aceptar un compromiso formal de pago para liquidar la deuda de aquí a enero, pero no estamos dispuestos, como se nos ha planteado desde la propia Federación, a alargar el calendario hasta abril. Eso nos llevaría a llegar a final del actual curso cobrando el dinero de la campaña anterior y, probablemente, sin ingresar el correspondiente al ejercicio actual".

Arteaga recordó que "el noventa y cinco por ciento de los árbitros de Gran Canaria son estudiantes y la mayoría ha tenido que adelantar el dinero para los desplazamientos". "Por eso", advirtió el colegiado internacional, "no sé a qué se refiere Armas cuando pide cordura. Este problema no surge por una pretensión puntual de nuestro colectivo. Brota porque se nos adeudan 27.000 euros. Y él, como presidente, debe defender nuestros derechos. Y debe velar para que se cumpla una normativa que ahora mismo ha generado un serio problema a los árbitros y a la propia Federación de Baloncesto de Gran Canaria", subrayó Arteaga.