El Villarreal volvió a ganar al Getafe (0-1) y se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey, que disputará ante el Barcelona, tras un partido espeso, sin casi ocasiones y con un gol de Gerard Moreno al final que cerró un encuentro que ganó el cuadro castellonense por inercia.

El premio de una tarde-noche algo fría en el Coliseum Alfonso Pérez era nada menos que una penúltima ronda de la Copa del Rey. Para algunos equipos, no supondría demasiado, pero para el cuadro castellonense, que jamás había alcanzado esa ronda, suponía un logro histórico.

En el horizonte del Getafe se presentaba la opción de alcanzar sus cuartas semifinales para reeditar aquella eliminatoria apasionante que ganó al Barcelona en la 2006/07. Sin embargo, el estado de la entidad madrileña, mermada por problemas relacionados con los despachos, invitaba a centrarse en la Liga.

Así lo hizo Quique Flores. Y el Villarreal, ante el resultado favorable de la ida (1-0), se dedicó a sestear y no quiso arriesgar demasiado, por lo que apenas hubo trabajo para los dos porteros. El Getafe por incapacidad y el Villarreal por disfrutar de ventaja no se asomaban a las áreas y el tanto de Gerard Moreno certificó lo que ya estaba cantado.