En Rusia, es el único capaz de hacer frente al CSKA de Moscú. En Europa, tiene los recursos económicos para fichar a Tyrese Rice -el MVP de la última Final Four de la Euroliga-. Y en la Eurocup, con 16,1 millones de presupuesto, esta temporada no ha tenido rival. Así se las gasta el Khimki de Moscú, un club que se fundó en la década de los 90 pero que ya está bien posicionado entre los grandes de Europa a base de talonario.
Anoche, en el Gran Canaria Arena y con el título de la Eurocup en juego, el conjunto de Moscú mostró buena parte de su poderío. El Khimki, con Víctor Claver en la grada -fue contratado, de la NBA, cuando el periodo de inscripción de la Eurocup ya estaba cerrado- y con Tyler Honeycutt en Rusia de baja por lesión, pasó como un rodillo por la Isla. Resolvió la final de la Eurocup en 40 minutos al superar por todo, en juego y puntos (66-91) a un Herbalife que poco pudo hacer ante el gigante ruso.
Las comparaciones previas, al repasar los presupuestos de ambos contendientes, ya advertían las diferencias abismales entre los dos finalistas de la Eurocup. El Herbalife maneja unos 6,7 millones de euros para dar forma a su proyecto; diez millones de euros menos que un Khimki que va lanzado hacia la Euroliga: anoche adquirió más de medio pasaje.
