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Herbalife Gran Canaria Eurocup, Last 32 (1a jornada)

Golpe al Gran Canaria

El Strasbourg IG hace daño a un Herbalife que empieza un duro Last 32 con derrota (76-85), la tercera seguida P Un nefasto porcentaje de triples, excesivo equipaje pese a la aparición de Seeley

Esto ya es cosa seria. Ha vuelto la Eurocup de verdad y la garra no es lo único que vale. Ya lo sabía el Herbalife Gran Canaria, vigente subcampeón, y se lo recordó ayer el Strasbourg (76-85), un equipo con potencial de Euroliga, aspirante al título y con varios jugadores con pasado NBA que se cebaron en el Arena. Pero no solo el poderío del conjunto francés explica la derrota del Herbalife, que a ratos fue muy abultada. El Gran Canaria vive su peor momento de una temporada que empezó con matrícula de honor y en la que, poco a poco, ha ido perdiendo fuelle.

No es lo que era este Herbalife, que vive unas fechas claves de la temporada, un punto del curso en el que debe cortar por lo sano y recuperar automatismos cuanto antes para cerrar el bache, encarar con confianza la Copa del Rey y enderezar el rumbo en la Eurocup. Exhibió ayer el Herbalife sus actuales miserias, sobre todo un desatino desde la línea de tres puntos que dejó de ser circunstancial hace ya mucho tiempo. Se olvidó de que también tiene poderío en el juego interior, apenas alimentó a Savané y Eulis Báez por dentro y se obsesionó con la línea de 6,75 metros, desde la que promedió un desastroso 5/29. Ese lastre es demasiado equipaje a pesar de que el Granca recuperó la intensidad perdida en el último cuarto de Fuenlabrada. Muestra de ello son los 17 rebotes ofensivos que capturó el cuadro claretiano o la recuperación en los últimos minutos, cuando llegó a ponerse a 8 puntos tras ir perdiendo por 61-79. Aún así no hubo manera de evitar la primera derrota de la temporada en el recinto de Siete Palmas.

Había salido fogoso el Granca, dispuesto a corregir la imagen de Fuenlabrada. Le funcionó el quinteto inicial a Aíto, que quiso enchufar a dos jugadores necesitados de protagonismo como DJ Seeley y Xavi Rabaseda. Respondieron los dos y con 9 puntos en los primeros cuatro minutos lideraron un parcial de 15-5 (min. 4). Se encontraba cómodo el Herbalife. Defendía con seriedad, robaba balones, le acompañaba la poca puntería del rival y corría para anotar fácil o provocar faltas. En su salsa estaban los amarillos con un Rabaseda tan pletórico que intentó un mate de órdago que fue cortado con una falta.

Eran las primeras de las muchas que hizo el Strasbourg que entrena el seleccionador francés Vincent Collet. No había señales del equipo que ganó en la Euroliga al Real Madrid y Fenerbahce, pero, tras ese 15-5, de repente se presentó el conjunto galo en lo que fue el inicio del festival ofensivo de Mardy Collins, un alero de una calidad descomunal que resistió a las defensas intensas de Rabaseda y más tarde Newley. Guiado por el talento y el físico del estadounidense puso la directa el Strasbourg con un parcial de 3-15 para poner un 18-20 (min. 8) que hacía ver que el partido prometía.

Por entonces el Gran Canaria no lo sabía, pero ya no se iba a poner por delante en el resto del encuentro. Tras el tiempo muerto que pidió Aíto el Strasbourg siguió mandando gracias a su puntería y logró una ventaja de 21-31, m. 12. Estaba muy enchufado el conjunto galo, pero el Herbalife subió la intensidad. Albert Oliver, DJ Seeley, Brad Newley, Pablo Aguilar y Sitapha Savané formaron un quinteto muy fajador que recortó la distancia en un momento delicado.

Así, estaba haciendo mucho daño el Strasbourg, pero el Gran Canaria despertó. En ese momento emergió la figura de un DJ Seeley repleto de confianza. El escolta anotó 7 puntos casi seguidos para poner un 31-33 (min. 15) más tranquilizador. Ya en los primeros minutos fue el encargado de defender a Beaubois, el base ex de Dallas Mavericks que es la referencia ofensiva de los franceses. Con un juego subterráneo el conjunto amarillo se reenganchó y se puso a tiro. Pero si no llegó a empatar antes del descanso fue por el recital de Mardy Collins, que entonces sí superó a un Rabaseda que hacía lo que podía. Estaba inspirado y acabó la primera parte con 15 puntos y 4 rebotes. Descomunal (38-43).

El despegue del Strasbourg

El tercer cuarto comenzó bajo el mismo guión. Con mucha efervescencia, ambos conjuntos acertaron, ofrecieron mucha intensidad y el marcador seguía igualado. Pangos y Seeley parecían desafiar al Strasbourg (43-48, m. 24). Pero entonces llegó el momento en el que se rompió el partido con un parcial de 10-20 en 6 minutos. Mardy Collins siguió haciendo de las suyas y a él se unió el resto del equipo, al que le entró todo, sobre todo desde la línea de tres. Mientras los galos encestaban con una facilidad pasmosa, los amarillos tenían que sudar sangre. A veces ni siquiera dos rebotes ofensivos seguidos eran suficientes.

Con una ventaja de 53-68 encaró el último período el Strasbourg, que siguió con el acelerador apretado, tanto en ataque como en defensa, donde repartía hasta el punto de dejar a Pangos con un ojo morado. Se apagaron las luces a los amarillos, que encajaron con un 61-79 (min. 36) su máxima desventaja del choque.

Era un panorama similar al de los últimos cuartos en Fuenlabrada, Madrid y Valencia, pero esta vez no bajó los brazos y a un minuto para el final, con un triple de DJ Seeley, se acercó a ocho (75-83). Remontar era un imposible, pero al menos el Gran Canaria mostró carácter, punto de partida innegociable para levantarse.

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