La cuarta jornada de Segunda División devolvió al Levante al liderato de la clasificación como el aspirante al ascenso más fiable por ahora, reafirmado con su triunfo contra el Zaragoza (4-2) para abrir un hueco de tres puntos. Ni es el equipo más goleador ni el menos goleado, pero sí el que suma más puntos, diez, y el que mejores sensaciones transmite; un equipo transformado en unos meses de su descenso de Primera a Segunda que apostó por nuevo técnico, Juan Ramón López Múñiz, y por once incorporaciones para este curso.

El Levante, uno de los cuatro conjuntos de la categoría que aún no han perdido ningún encuentro esta campaña. Los otros tres son el Lugo, que superó el sábado al Sevilla Atlético (1-0); el Mirandés, que empató sin goles con el Oviedo en el Carlos Tartiere; y el Reus, que igualó con el Numancia (1-1), aunque los tres con un triunfo y tres empates. Son quinto, sexto y séptimo por ese orden.

Más arriba viajan tres históricos: Zaragoza; Elche, aunque sólo sumó un punto en su visita al UCAM Murcia (1-1); y el Valladolid de Paco Herrera, que sufrió un frenazo en Tenerife (1-0).

Mientras el Levante luce en la zona alta, los otros dos descendidos caminan entre las dudas. Lo hace el Rayo Vallecano, aliviado con su primera victoria, un 1-0 frente al Mallorca; pero sobre todo el Getafe, que cayó 3-0 en Cádiz con un doblete de Alfredo Ortuño, cedido por Las Palmas y que se convierte en el máximo goleador de Segunda con cinco tantos.

El otro gran protagonista de este domingo fue Michu, que debutó con el Real Oviedo en el 0-0 frente al Mirandés.