Michelle Alonso sigue siendo la reina de la braza paralímpica. Ayer, en los Juegos de Río de Janeiro, la nadadora tinerfeña se colgó una nueva medalla de oro. Lo hizo en su prueba fetiche, en la que bate todos los récords, los 100 metros braza SB14. No lo tuvo fácil la Sirena de Tenerife para repetir el éxito de Londres 2012. La británica Bethany Firth la obligó a esforzarse al máximo en los últimos 50 metros, pero finalmente se hizo con una medalla que llevaba su nombre desde el principio. Además, Michelle se quedó a una décima de batir su propio récord del mundo al nadar los 100 metros de Río en 1.12:62, lo que supone un nuevo récord paralímpico.

Desde las series, disputadas por la mañana, ya se veía que Michelle iba a hacer algo grande. Quedó primera de su serie, con un tiempo de 1.13:05, lo que también suponía un récord paralímpico. Sus principales rivales, la holandesa Magda Toeters y la británica Bethany Firth, estaban muy atrás, aunque habían nadado a medio gas. En la final, sin embargo, sacaron a relucir todo su potencial, obligando a Michelle Alonso a emplearse a fondo.