UD Las Palmas-García Pimienta: de la oferta de renovación a las dudas

La devaluación del entrenador por la crisis de juego y resultados del equipo pone al club, que propuso la continuidad hace meses sin respuesta del técnico, en una posición de fuerza

«Nos gusta mucho, pero, ¿y si pierde los seis partidos?» comentaron desde la entidad amarilla

El barcelonés, sin banquillos claros a los que optar, señaló que «ojalá» sumara "muchos más" partidos que los 105 con los que acabará este curso

García Pimienta y su cuerpo técnico durante el Celta-UD.

García Pimienta y su cuerpo técnico durante el Celta-UD. / Lof

Quedan cinco partidos por delante y la UD Las Palmas más bipolar, ahora en plena caída libre, mira desde hace meses al futuro, pues la cosa había ido tan bien que el equipo logró el objetivo de la salvación prácticamente desde finales de enero. Con al menos cuatro fichajes cerrados -Manu Fuster, Viti, Iván Gil y la compra del 50% de los derechos de Marvin- y con muchos más por venir el próximo verano, falta por cerrar una figura clave en el proyecto, la del entrenador. Pasan las semanas y la continuidad de Xavi García Pimienta sigue sin estar garantizada mientras él mismo y buena parte de los jugadores se devalúan.

Tanto el club como el técnico están en un compás de espera; de lo contrario, las partes habrían anunciado que seguirían vinculadas desde hace tiempo sin mayor problema. Está por ver si el momento de abordar la situación es cuando la UD certifique la permanencia matemática, que podría ser este próximo fin de semana -si gana a la Real Sociedad y el Cádiz pierde en el Bernabéu-, o a final de temporada, cuestión poco recomendable cuando lo más probable es que el equipo se salve en San Sebastián o en Palma.

En cualquier caso, nada quedará resuelto hasta que no regrese a Gran Canaria el presidente Miguel Ángel Ramírez, que el miércoles pasado partió hacia Miami, donde se encuentra y donde en la madrugada de ayer presenció en directo el partido de baloncesto entre los Heat y los Celtics en los Playoffs por el título de la NBA.

García Pimienta, durante el partido frente al Girona.

García Pimienta, durante el partido frente al Girona. / José Pérez Curbelo

No es una cuestión menor la presencia del máximo mandatario, pues fue él quien intervino a última hora en junio de 2023, 11 días después del ascenso, para desatascar la operación de renovación del entrenador, tal y como él mismo reveló.

«El míster decidió poner su renovación en manos de su representante. Nuestro director deportivo y nuestro director general intentaron buscar una solución y no fueron capaces. Se encontraban excesivos obstáculos que tampoco tenían mucho sentido. Llamé al míster, quedamos en vernos y efectivamente en un minuto llegamos a un acuerdo que su representante no nos posibilitaba. Son catalanes y la pela es la pela», comentó en su día Ramírez.

García Pimienta y Ramírez, en la comida de Navidad de 2022.

García Pimienta y Ramírez, en la comida de Navidad de 2022. / laprovincia.es

Las palabras vertidas en las últimas semanas y meses tanto por la parte del entrenador como por la del club han ido en la línea de la continuidad, si bien García Pimienta no ha sido tan rotundo como los dirigentes amarillos. 

Tanto Ramírez como Helguera y Deivid han manifestado públicamente su deseo de que se quede porque le consideran una parte importante del proyecto. El barcelonés, por su parte, aseguró en su penúltima comparecencia, en la previa del duelo del sábado pasado frente al Girona, que tenía claro lo que le gustaría hacer, sin especificar lo que era. Sin embargo, ese mismo día aseguró que estaba «muy contento de conseguir estos 100 partidos» y que «ojalá» fueran «muchos más», por lo que, en base a sus palabras, cabría entender que quiere quedarse.

Cambio de tornas

Sin embargo, pese a que las partes supuestamente van en la misma línea, el asunto no termina de resolverse. Si cuando la UD volaba en la campaña de su regreso a Primera y había cumplido el objetivo con cuatro meses de antelación era el club quien propuso a García Pimienta sellar la continuidad y el técnico la aplazó porque entendía que podía salirle algo mejor, la crisis de juego y resultados ha devaluado tanto al técnico que ahora piensa, tal y como él mismo aseguró, que ojalá pudiera sumar muchos más partidos en el banquillo de la UD, al tiempo que la entidad valora ahora la opción de cambiar de rumbo.

«Nos gusta muchísimo, pero ¿y si pierde los seis partidos que restan?», comentó a este medio un alto cargo de la UD antes del duelo frente al Girona. Daba a entender, por tanto, que el club esperaría a final de temporada para evaluar al equipo dentro de la globalidad de las 38 jornadas. De momento, ya ha perdido uno de los cinco, y por delante tiene las visitas seguidas a San Sebastián y a Mallorca. De alguna manera, ahora han cambiado las tornas y es la entidad quien duda de la conveniencia de que siga el entrenador actual.

García Pimienta, en una de sus comparecencias en Barranco Seco.

García Pimienta, en una de sus comparecencias en Barranco Seco. / José Carlos Guerra

A finales de febrero, tal y como informó este medio, García Pimienta tenía sobre la mesa una oferta de renovación, pero dio largas a la espera de algo mejor. Entre los clubes que habían tocado su puerta estaba el Real Betis, que supone todavía su opción más real, si bien la crisis de la UD actual podría haber hecho recapacitar a los directivos verdiblancos. Además, Pellegrini tiene contrato hasta 2026 y su salida el próximo verano no es segura a día de hoy.

Así, no hay banquillos libres atractivos para el barcelonés. Con el anuncio de la continuidad de Xavi en el Barça, Míchel permanecerá en el Girona en su primera aventura en la Champions. Por su parte, el Celta, con alta capacidad económica, renovó a Claudio Giráldez, mientras que el Sevilla, que duda entre mantener o no a Quique Sánchez Flores, no profesa el estilo del catalán. Poco más puede tener que mejore lo que tiene en la UD.

Los resultados

Mientras, el club aguarda y tiene ahora la sartén por el mango, pues aunque es consciente de que García Pimienta logró el objetivo, el descalabro de final de curso le ha devaluado. Sólo un cambio de rumbo radical en las últimas cinco jornadas podría hacer que el entrenador recuperase algo de poder en una renovación cada vez más a la baja. O quizá inexistente. Él lo sabe: «Siento toda la confianza del club, pero esto va de resultados».