Análisis de una salvación agónica y bendita

Una salvación de la UD Las Palmas sin precedentes: la Liga amarilla de Netflix

La UD, que en febrero lucía el mejor dato defensivo en su periplo en Primera, se salva sin ganar en los tres últimos meses

Es la primera vez que un club elude el descenso con ocho derrotas seguidas en las 93 ediciones de la Primera   

Moleiro festeja su tanto ante el Betis, que resultó capital en la suma de un punto de oro.

UD Las Palmas/Imagen: LOF

Paco Cabrera

Paco Cabrera

Hay escenarios que no tienen justificación. Las Palmas, 32 goles en 37 jornadas, la segunda peor marca realizadora desde la 1986-87 en la máxima categoría, conquistó el objetivo luciendo sus dos caras. Literatura pío pío con un párrafos de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. Tocó el cielo en la primera vuelta, el mejor latido desde la 79-80, y luego cayó en una depresión que la estadística apuntaba al descenso. Pero concluirá con una fiesta.

Al más puro estilo de Dr Jekyll and Mr Hyde. Una UD bipolar (en lo estadístico, no en el juego) que alcanzó la salvación de una manera increíble. No hay precedentes en las 92 temporadas anteriores de historia de la Primera. Lo que logró el cuadro de Pimienta no figura en los libros de historia. Besa la permanencia tras un inicio majestuoso y luego festejó la continuidad en el ático del balón sin la necesidad de ganar. Llevan las trece últimas jornadas sin sonreír. 

Los jugadores de la UD agradecen el respaldo de Naciente tras el empate ante el Betis.

Los jugadores de la UD agradecen el respaldo de Naciente tras el empate ante el Betis. / LA PROVINCIA / DLP

En el tramo más crítico, encadenaron ocho derrotas consecutivas, lo que era garantía de arder en el infierno. Pero lo del club amarillo es de Netflix. Superproducción con un inicio récord y desplome absoluto. Dos caras, dos vertientes y un objetivo conquistado con la menor inversión en la materia prima de Pimienta (27 millones empleados de los 32 disponibles en el margen salarial, reducidos a 22 kilos, ya que cinco son para amortizar el despido de Viera). El 11 de febrero, tras la última victoria de la UD ante el Valencia (2-0), los legionarios de Pimi superaban todos los registros (35 puntos, 20 goles en contra). La mejor versión en puntos desde la 79-80 y en el plano defensivo, el mejor dato, igualando el de la 01-02, del paso por la máxima categoría de Las Palmas (35 campañas desde la 51-52). 

En la 79-80, los pupilos de Antonio Ruiz contabilizan 38 puntos (27 bajo la fórmula de los dos puntos) y acabaron en la 12ª posición. Ganaron dos partidos hasta el final de Liga (34ª jornada), mientras los de Pimienta han bajado la persiana, a falta del pulso ante el Alavés, sin un éxito. En la secuencia de trece jornadas sin ganar: nueve derrotas y cuatro empates.

32 goles en 37 partidos

En esta pasarela de situaciones inexplicables, la UD escenifica su particular conquista del Everest con a falta de una jornada con 32 goles a favor (39 puntos). Es la segunda marca más baja desde la campaña 86-87 del club grancanario en la máxima categoría. Solo en la 17-18, con Paco Jémez, en el curso del apocalipsis Emenike, se lucía una marca más baja de anotación en el punto kilométrico 37 (únicamente con 23 tantos).

En el resto de temporada, se supera con creces la cifra de los 32 tantos: 16-17 (+53), 15-16 (+44), 01-02 (+39), 00-01 (+41) y en la 87-88 (+42). En la 86-87 (+46) y 85-86 (+37), la competición se reducía a 34 contiendas ligueras. 

De Pimienta a Kresic. El preparador barcelonés clona la gesta del hispano-croata de conquistar un ascenso de amarillo y luego plasmar esa continuidad con una permanencia. El estratega de Split subió en la 99-00 y logró la salvación en la 00-01. Pero contaba con un plantel de postín con rostros como Samways, Jarni, Josico, Edu Alonso, Cicovic, Ramón, Lago, Eloy, Olías, Orlandito, Baiano o Jaime Molina. Finalmente, la aparición de canteranos como Jorge Larena, Ángel López y sobre todo Antonio Guayre, que luego sería traspasado al Villarreal CF por seis millones (2001). Kresic recurrió al pistolero de La Isleta ante la alarmante falta de gol, pero acabó la temporada con 42 dianas y 46 puntos. El techo de la UD actual son los 42 puntos, que le puede permitir dormir en la 13ª posición como cierre exitoso de Liga.  

En este curso de montaña rusa, debutantes en la categoría como Álvaro Valles (3.174 minutos), Kirian Rodríguez (3.126’), Sergi Cardona (2.816’), Álex Suárez (2.501’), Saúl Coco (2.203’) o Alberto Moleiro (1.717’) han deslumbrado a u nivel sobresaliente. Del Anexo de Siete Palmas al estrellato. El arquero de La Rinconada y el ‘20’, que luce el brazalete, llegaron a la prelista De la Fuente. Para encontrar un precedente de tal calibre hay que remontarse a la 16-17 con Setién, cuando Vicente Gómez y Roque Mesa se colaron en la prelita de Julen Lopetegui. Pero contaban con la campaña anterior 15-16 de margen para la adaptación.

Dos caras y el peso de la cantera. El respaldo de la afición ha sido mayoritario, con una cifra total de 430. 125 fieles amarillos en los 18 partidos en el Gran Canaria. Récord de carnés en los casi 75 años de la entidad (25.032) y la fiesta de la afición ante el Alavés este domingo (15.15 horas, DAZN). Una temporada increíble, carente de antecedentes. ‘Unión Deportivo lo insólito’. Elevada cuota de mérito y lo indescifrable. De tocar el cielo (20 de febrero) con cifras récord en la historia de la UD en Primera a superar la criba maldita de ocho derrotas. Lo nunca visto. Un escudo abrazado a lo imposible.