De los cuatro encuentros que le quedan por delante al Herbalife Gran Canaria para intentar clasificarse para la Copa del Rey, el partido de esta tarde ante el ICL Manresa (18.00 horas, Movistar) en una de las canchas históricas del baloncesto español, el Nou Congost, está considerado como uno de los favorables para seguir su escalada hacia las posiciones que dan derecho a disputar la cita copera del próximo mes de febrero en Vitoria.
Y es que el Granca, con la obligación de ganar sí o sí, tendrá como rival al farolillo rojo de la clasificación de la Liga Endesa. El cuadro manresano, que alcanzó la gloria en 1998 al obtener el título liguero con Luis Casimiro -actual entrenador del equipo grancanario- en el banquillo, vive momentos delicados. Presenta únicamente un triunfo en diez enfrentamientos, todo lo contrario que los insulares.
El Herbalife Gran Canaria llega a Manresa on fire. En las últimas ocho jornadas, seis victorias y solo dos derrotas. Estos registros, tras un pésimo comienzo de cuatro choques consecutivos perdidos, han propiciado que ahora mismo presente un balance equilibrado (6-6). De vencer hoy, por primera vez en la actual campaña, se colocaría con un guarismo positivo.
A pesar de lo que dice la clasificación, el Granca no se fía del ICL Manresa, que para la ocasión cuenta con una plantilla renovada. Se busca enderezar una mala trayectoria en la Liga Endesa. Por ello, el cuadro que entrena Ibón Navarro ha movido ficha con varias incorporaciones. Por su parte, en los amarillos, resaltar la vuelta de Pablo Aguilar, que formará parte de la rotación tras un esguince de tobillo. Además, se espera que el último fichaje de los claretianos, Ryan Hollins, debute en la Liga Endesa.
