Carla Suárez, baja en los dos primeros torneos del año 2017 por una lesión en el hombro derecho, viaja a Melbourne aunque todavía no es segura su participación en el Abierto de Australia. Allí, la tenista grancanaria tiene previsto mantener un régimen de entrenamientos y, en paralelo, continuará con el tratamiento de rehabilitación en la articulación con el objetivo de estar lista de cara a la competición que se inicia el próximo lunes, cuando se pondrá en marcha el cuadro principal del primer Grand Slam de la nueva temporada.

Su comparecencia queda supeditada, no obstante, a las recomendaciones médicas. Todo dependerá de la evolución de la dolencia que afecta a la deportista isleña, un impigment labral posterior superior. Debido al proceso de recuperación en curso y a la precaución que la lesión requiere para la alta competición, la decisión sobre su participación o no se va a tomar en el último momento.

Esta lesión ha impedido a Carla Suárez ejecutar los gestos de saque y remate durante todo el periodo de preparación y ha forzado su baja en los torneos de Brisbane y Sídney, competiciones programadas inicialmente en su calendario deportivo de 2017.

A pesar de estas ausencias en las primeras citas de la nueva campaña, la tenista grancanaria sigue ocupando el duodécimo puesto en el primer ranking de la WTA de este año. En esta clasificación del circuito mundial femenino, la jugadora hispano-venezolana Garbiñe Muguruza continúa en la séptima posición después de abandonar en las semifinales del torneo de Brisbane (Australia) por lesión.

El top ten sigue liderado de manera indiscutible por la alemana Angelique Kerber, con la estadounidense Serena Williams y la polaca Agnieszka Radwanska en segunda y tercera posición, respectivamente. El único cambio con respecto a la última clasificación del año 2016 en las posiciones de cabeza es el intercambio de puestos entre la checa Karolina Pliskova, que se sitúa quinta, y la eslovaca Dominika Cibulkova, que desciende al sexto escalón. Cabe resaltar también que la tercera española en la clasificación de la WTA es Lara Arruabarrena, que consigue subir un escalón y se sitúa como la tenista 64 del mundo.