Las personas con mayor proyección nacional e internacional del fútbol canario no sólo fueron homenajeados, sino distinguidos, en una gala celebrada anoche en el Casino Meloneras. Por el escenario desfilaron figuras de la talla de Juan Carlos Valerón, Vitolo y el árbitro lanzaroteño Alejandro Hernández; otros premiados excusaron su asistencia por tener distintos compromisos, pero si que lo hicieron con la presencia de sus familiares, personas que se encargaron de recoger el trofeo instituido por la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas.

No sólo el fútbol fue el protagonista. También en este encuentro, al que acudieron miembros del mundo empresarial grancanario, se tuvo tiempo para la solidaridad al efectuarse un reconocimiento a la asociación Pequeño Valiente, que dedica sus esfuerzos a aquellos niños que sufren cáncer.

La primera edición de los Premios FIFLP sirven para reconocer a aquellos hombres y mujeres que han alcanzado la élite del fútbol y han marcado, con sus especiales dotes físicas y técnicas, una brillante trayectoria.

La gala, que contó con un centenar de invitados, fue abierta por el director de comunicación on line de la RFEF, Marcos Rocha.

El alcalde de San Bartolomé de Tirajana fue el primero en subir al escenario, indicando en su alocución que para su municipio este "encuentro nos llega de orgullo". En relación al premiado, Juan Carlos Valerón indicó que "esta distinción nos hace descansar, porque al fin reconocemos su trabajo". El primer edil, que dijo de Valerón que era un orgullo de persona, también aludió a una deuda que tenía su municipio con el ex futbolista al tener la intención de poner su nombre a uno de los campos locales.

"Es un honor y un placer recibir un premio de esta naturaleza. Este premio lo quiero compartir con otros jugadores canarios que también han estado en la elite", señaló el ex internacional.

El segundo premiado de la noche fue el internacional Vitolo, quien recibió el galardón de manos del presidente de la Federación, Antonio Suárez, quien indicó en su alocución que esta "gala es un motivo de satisfacción".

Suárez Santana indicó que Vitolo era un "emblema como futbolista e internacional, máxime cuando su nacimiento se había producido en un equipo modesto". Por su parte, el galardonado dedicó "la estrella" a sus padres, también presentes en el acto.

El premio a la destacada labor arbitral, recayó en la persona del internacional lanzaroteño Alejandro Hernandez que lo recibió de manos del concejal de Deportes de San Bartolomé, Roberto Martell.

En sus palabras de agradecimiento, Alejandro indicó que "soy un privilegiado", al tiempo que expresaba que un galardón de esta naturaleza "no es individual, sino que también reconoce a todo el colectivo, al arbitro como deportista".

El vicepresidente de la Federación Interinsular y director de la Escuela de Entrenadores, José Antonio Ruiz Caballero, fue el encargado de conceder el premio a la futbolista Silvia Doblado Peña, que recogió su padre Emilio, ya que este se encuentra concentrada con su equipo para disputar la final de la Copa de la Reina.

David Jiménez Silva no pudo acudir a la gala, pero envió en su representación a su tio Armando Jiménez, la persona que le acompañaba a diario al campo de Arguineguin en sus primeros pasos en el fútbol. La figura del internacional fue glosada por José Carlos Alamo, concejal y entrenador de fútbol.

"Silva es la evolución del futbolista canario. El pertenece a una nueva g3neración en la que dejamos que se nos calificara como aplatanados", dijo José Carlos.

Después se entregó una "estrella" a la asociación Pequeño Valiente, en unión de un cheque concedido por la Obra Social La Caixa.

"El deporte es el camino más corto hacia la igualdad". Con estas palabras inició su alocución el director general de Deportes, José Francisco Pérez, en el momento de entregar la última de las distinciones a Moisés Alvarez, ex futbolistaal que en el mejor momento de su vida le fue diagnosticada la enfermedad de esclerosis múltiple.

"Hace 14 años que no juego. Me habría gustado recibir este premio cuando lo hacía. Sin embargo, la enfermedad me ha ayudado a reinventarme", dijo Moisés.