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Oro con ADN grancanario

Iris Junio y Naira Cáceres, protagonistas de la selección sub 20 que conquista la medalla de oro en el Europeo celebrado en Hungría - La primera de ellas, además, elegida como MVP del torneo

Naira Cáceres -izquierda- e Iris Junio, con sus respectivas medallas y el trofeo a su llegada de ayer a Madrid. LP / DLP

Nueve medallas. Ese es el botín que conjuntamente acumulan Iris Junio Mbulito y Naira Cáceres Martell con las selecciones de formación de España de baloncesto femenino. Las dos últimas están muy frescas. Las jóvenes jugadoras grancanarias se colgaban el oro después de imponerse de forma clara a Serbia en la final del Europeo sub 20 que finalizaba el pasado domingo en la ciudad húngara de Sopron. Un torneo que coronaba además a la primera de ellas como MVP de la cita.

Vidas paralelas las de estos dos valores del basket canario, formadas en la prolífica cantera del CB Islas Canarias, un vergel de talento. Separadas sólo por un año de edad, 19 tiene Iris por los 20 de Naira, han compartido más momentos buenos que malos sobre una cancha, tanto con la camiseta amarilla de su club de origen como con la roja de España.

Y sus caminos seguirán convergiendo en el futuro más próximo, aunque por destinos diferentes. Iris desembarcará la próxima campaña en la NCAA, la liga universitaria norteamericana, para defender los colores de Arizona State, una competición donde su compañera de batallas lleva curtiéndose hace dos años, primero en la Universidad de Maine y ahora en la de Butler.

Ambas también comparten otro sueño, el de algún día debutar en la mejor competición de baloncesto femenino del planeta, la WNBA, imitando a otras jugadoras grancanarias cuyas carreras deportivas tienen mucho en común con las suyas: Leticia Romero (Dallas Wings) y Astou Ndour (Chicago Sky).

Pero no todo ha sido de color de rosa para las campeonas de Europa sub 20, sobre todo para Iris Junio. Su espíritu de superación le ha permitido volver a sentirse importante en una cancha después de graves lesiones de rodilla que le hicieron estar parada casi año y medio. "Me llegué a plantear dejar el baloncesto con 16 años, mentalmente estaba fatal", afirma. Reconoce que en esos momentos resultó fundamental el apoyo de su madre, Puri Mbulito, exjugadora también del CB Islas Canarias.

Así pues, la medalla de oro conseguida en Hungría y el MVP del torneo suponen un premio a su constancia y coraje. Y es que en el tramo final de la actual temporada también se vio afectada por un problema en el hombro que le impidió actuar con el Spar Gran Canaria en la fase de ascenso a la Liga Femenina.

Afirma que no esperaba ser elegida como la jugadora más destacada de la competición, "fue una sorpresa", pero que recibía esa distinción "con los brazos abiertos".

Iris Junio apunta como clave para la victoria de España en el Europeo sub 20 femenino "la humildad y el trabajo en equipo". "Nuestro entrenador Miguel Méndez nos recalcaba que debíamos respetar a nuestro rival fuéramos 20 puntos abajo o arriba", explica la polivalente jugadora, quien añade que más que el metal conquistado está más orgullosa "de cómo me sentía en la pista en los últimos encuentros de este campeonato".

Resalta la joven grancanaria que el magnífico ambiente que se ha vivido en el seno de la selección "ha sido importante" para conseguir levantar el trofeo, "porque el buen rollo que teníamos fuera luego se trasladaba a la pista".

Iris Junio se convirtió en pieza vital para España. Sobre todo resaltar una canasta clave a pocos segundos del final contra Francia en cuartos que abría las puertas de las semifinales a la selección: "En el momento en el que recibí el balón no pensé en nada, sólo en entrar a canasta y luego en defender porque restaba tiempo todavía. Después cuando terminaba el partido sí entré en shock, pero en el momento de la jugada no miré a nadie y me fui a la canasta con mucha decisión".

Su amiga y compañera Naira Cáceres, con experiencia en la competición universitaria norteamericana, ya le ha dado consejos de cara a la nueva experiencia deportiva que iniciará en breve, "sobre todo me preocupa más la parte física, y por eso voy a seguir mi preparación a rajatabla, para llegar en la mejor forma posible".

Y es que después de dos años en la dinámica de la competición estadounidense, la alero grancanaria reconoce lo duras que resultan las pretemporadas.

"Le he dicho a Iris que va a hacer pesas como nunca ha hecho aquí, y que va a correr como si estuviera en el equipo de atletismo", apunta.

La grancanaria sumaba en Hungría su sexta presea como jugadora de las selecciones de formación. "Suelo enmarcar las medallas que consigo y las tengo colgadas en la pared de mi cuarto; cuando la gente va a visitarme y las ven dicen que parece el Museo de la Fama. La verdad es que para mis veinte años ya tengo una buena colección de ellas", explica satisfecha.

Reconoce que el oro del Europeo sub 20 era el objetivo marcado "desde el primer minuto de la concentración", pero que también eran conscientes que iban a encontrarse con equipos de muchos nivel "como Francia o la anfitriona Hungría". Resalta la "unidad del grupo" como un elemento clave para el éxito cosechado por el combinado nacional. Afirma que, con el historial de España en este torneo -es el cuarto título consecutivo- supone una cierta presión: "Cada vez que acudes a una selección supone una responsabilidad. La gente está ya tan acostumbrada a las medallas que resulta complicado el cumplir las expectativas".

Naira Cáceres se siente satisfecha de su papel en este Europeo. "Siempre me planteo dos cosas, si me lo pasé bien y si entregué todo lo que pude dar. Y en este caso sí. Más allá de si meto más puntos o cojo más rebotes. Al final, las medallas no ponen ningún nombre por detrás, ni cuántos puntos has conseguido; se trata de un éxito del colectivo", reflexiona.

En este punto, como Iris Junio, considera clave la unidad que ha existido dentro del grupo: "Destaco lo unidas que hemos estado todas y lo bien que nos hemos llevado. Si fuera de la pista te lo pasas bien, se nota también dentro porque no existe el egoísmo".

De todos los mensajes que han recibido ella y sus compañeras por su éxito, "el que más me ilusionó fue el que puso Pau Gasol en Twitter". "Nos dio la enhorabuena y me impactó, porque no es un cualquiera. Dices, ¡mira Pau sabe que existimos", cuenta la grancanaria.

Naira Cáceres, en el horizonte, sueña que su carrera en el baloncesto universitario de Estados Unidos desemboque algún día en la liga profesional norteamericana: "Sería poder cumplir con un sueño. Ya me podría morir tranquila. Jugadoras grancanarias como Leticia Romero y Astou Ndour, que empezaron como yo en el CB Islas Canarias, lo han logrado. Eso te hace pensar que no es imposible". En este asunto, Iris Junio también tiene la misma visión que su compañera: "Hay que ir poco a poco, no tengo prisa. Sé que todavía tengo que mejorar en muchos aspectos del juego".

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