"Puedo asegurar que a Cádiz no vamos a ir de vacaciones. Tenemos nuestras armas y las intentaremos plasmar en la vuelta", Jero Santana no tira la toalla a pesar del 0-2 adverso que encajó su equipo ayer ante el filial gaditano y que pone muy cuesta arriba el ascenso a Segunda B.

El técnico grancanario lamenta la derrota porque según su visión del partido, "la primera parte estuvo igualada, aunque ellos llevaban la iniciativa, salvando algunas salidas de balón desde atrás nuestra y la segunda mitad claramente quedaba marcada por las dos acciones de los goles a causa de dos desajustes defensivos y en cuatro minutos nos cuesta dos tantos" .

Para llevar a cabo la heróica, el entrenador del conjunto de Schamann sabe que debe emprender el camino del amor propio que mostraron sus jugadores en la segunda mitad tras los tantos rivales. "Fuimos capaces de sacar el orgullo tras los mazazos recibidos. Incluso tuvimos una ocasión clarísima para poder marcar un gol, como la tuvo Kevin Mendoza, que era más fácil meterla por dentro que fallarla como hizo" , subrayó el míster vierista.

En cuanto al derroche de energía que tuvieron que entregar sus jugadores, recordó que lleva "advirtiéndolo desde hace más de un mes" y desveló que "algunos jugadores casi no están ni entrenando entre semana por problemas físicos".

Cuestionado sobre si tuvo un planteamiento conservador en el que prescindió de un delantero puro y optó por alinear dos mediapuntas, el técnico vierista descartó esta idea. "Llevamos jugando así hace 14 partidos y es lo que nos ha llevado hasta aquí. Nos ha ido de maravilla, incluso hasta que llegaron los goles", explicó, a la vez que remarcó que usó este sistema porque "el Cádiz tiene mucha pegada" y quería cerrarle los espacios en ataque, aunque no pudieron "salir bien a la contra como hemos hecho otras tantas veces".