El Mundial de Windsurf que se celebra en Pozo Izquierdo recibe a participantes de todos los puntos del planeta. Inés Arija, una almeriense de 14 años, ha recorrido la distancia que separa la provincia andaluza con la Isla a bordo de la autocaravana familiar con el sueño de labrarse una carrera encima de la tabla que le lleve un día a dominar los mares.
La almeriense no es la primera vez que visita la Isla, pues desde hace siete años la familia acude a la playa del sureste grancanaria de forma ininterrumpida para disfrutar de los mejores riders del mundo; con la particularidad de que ahora, es la joven Arija a quien vislumbran con los prismáticos desde la arena de Pozo Izquierdo.
Los inicios de la almeriense con la tabla y la vela tuvieron lugar en Gran Canaria. Cada julio y agosto, con motivo del mundial, la familia cogía la autocaravana y rumbo a Pozo Izquierdo. "Empecé aquí, en Bahía de Formas y desde ese momentome enamoré del windsurf", explicó la rider.
Desde entonces, la familia, amante sin lugar a dudas del estilo de vida surfera, no duda en recorrer el sur peninsular en busca de los vientos propicios para llevar a cabo la práctica sobre la tabla. "La vida del windsurfista depende siempre del viento", comenta la almeriense, por lo que la brújula de la caravana siempre marca donde sopla más fuerte.
"Intentamos surfear en la zona de Almería, por estar cerca de casa, pero si no se dan las condiciones idóneas podemos movernos por Tarifa o a Caños, una zona en la que siempre se puede navegar sin problema alguno", incide Eva Elez, la madre de la windsurfista.
Una de las cosas que deja claro Arija es que prefiere que haya mayor viento "para poder hacer mejores saltos". A muchos de los jóvenes que se están iniciando en la práctica sobre la tabla les da respeto cuando sopla fuerte, pero a la almeriense no es algo que evada. "Las condiciones meteorológicas en las Islas son prácticamente constantes, sobre todo aquí, en Pozo Izquierdo lo que viene muy bien para entrenar y mejorar cuando hay viento fuerte", incide la windsurfista.
Aun así, tampoco es una inprudente, pues también desvela que le faltan años de práctica sobre la tabla para dominarla como si de las hermanas Ruano se tratase. "Es cierto que estoy un poco nerviosa al ser principiante en esta prueba, pero voy a intentar demostrar todo lo que llevo entrenando durante el año", subrayó la almeriense.
Unos entrenamientos que ha tenido que gestionar, como todo deportista de élite, con su vida social, teniendo siempre presente las condiciones meteorológicas que haya en las contigüidades de Almería. "Si estoy por Culoperro o Almenimar para subirme a la tabla un día, tengo que tener en cuenta si va a haber viento y eso cuadrarlo con los tiempos por saber si después puedo tener espacio para quedar con mis amigas o que también me de tiempo a estudiar", subraya la jóven rider.
A pesar de ello, el cariño por la tabla le lleva a rebasar fronteras, cruzar oceános y volar con su vela gracias al apoyo incondicional de su familia, que aunque les tira un poco la montaña, se declaran "amantes del agua".
