Jennifer Hermoso ya se ha colgado la medalla que la consagra como campeona del Mundo. Recorre la fila de autoridades en el Estadio Olímpico de Sídney y, cuando le toca el turno de saludar a Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, este la abraza, la sostiene la nuca con sus manos y le da un beso en la boca que ella no se esperaba. "No me ha gustado, ¡eh! ¿Pero qué hago yo? Mírame a mí. ¡Mírame!", les responde a sus compañeras durante la celebración de la victoria en el vestuario. 

En una entrevista en 'El Partidazo de COPE', la futbolista ha pasado de puntillas por la polémica: "Yo soy campeona del mundo y eso es lo que me voy a llevar esta noche", replicó Hermoso, que de nuevo mostró, como ya hizo unas horas antes en el directo en TikTok, su disconformidad con este beso inesperado: "No me ha gustado".

El presidente de la RFEF pudo tomar ese gesto, que no ha tenido con ningún otro campeón hombre, como "algo natural, normal", según ha dicho en el vídeo en el que se ha disculpado por "lo que ocurrió, creo que de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes". Este beso sorpresivo en la boca, sin aparente consentimiento por parte de la mujer que lo recibe y enmarcado en un momento de euforia y efervescencia deportiva fuera de España, lo ha dado en un momento en el que la sociedad cuestiona este tipo de actos, aunque para él quienes lo critican sean "tontos del culo", "gilipollas" o "pringaos que no saben ver lo positivo", como dijo en el mismo espacio de COPE.