LaLiga EA Sports

Bellingham también salva al Real Madrid en casa: la estrella del nuevo Bernabéu

Los de Ancelotti consiguen una victoria al límite ante el Getafe, en el minuto 95, con el quinto tanto del inglés esta temporada

Pleno de triunfos del equipo madridista tras un sufrido encuentro donde Bordalás estuvo a punto de sacar otro punto de oro

Denís Iglesias

Quería el Real Madrid una cómoda reinauguración del Bernabéu. Ponía un nuevo mantel verde -en mejores condiciones que el de la temporada pasada- y un techo reluciente. El escenario era una delicia y la afición respondió en un horario asociado a la siesta, que nunca es posible contra el Getafe de Bordalás, al que tumbó el rescatador Bellingham. Lo que sería una excepcionalidad se ha vuelto en una dulce rutina para el inglés, encumbrado como nuevo ídolo del madridismo con un gol cazado en el 95.

Aunque su entrenador se esmere en desdecirse en las ruedas de prensa, el estilo del Getafe es perfectamente reconocible. Funciona cuando tiene batería y aguanta, incluso ante un chaparrón como el que trajo el Real Madrid en una segunda parte, donde la remontada llegó en el tiempo de descuento. Un lapso de nueve minutos que el madridismo disfrutó como no pudo durante el resto de un encuentro cargado de desacierto e interrupciones.

Mayoral adelanta a la 'guerrilla' de Bordalás

Los azulones son uno de los peores invitados a una partida tranquila. Lo agitan todo con un sentido de la territorialidad que desespera a cualquiera anfitrión. Salió Ancelotti con Modric en el once y esquivando las bajas con el mismo esquema. Una doctrina con la que responder al mercado de cierre rápido que ha firmado el club blanco.

Se encontró el Real Madrid la más que conocida 'guerrilla' de Bordalás, que arrancó con el plan que tantas veces le ha funcionado y que le permitió sacar un punto frente al Barça. Una propuesta rocosa, que consiste en marcar frontera para avanzar cuando existe una fuga en el cuadro rival. Y así sucedió en el 11 de juego. Ahí el equipo azulón se puso por delante por medio de Borja Mayoral.

Uno de tantos que ha salido de la cantera madridista solo con billete de ida. Al revés que Fran García, quien sí ha podido volver, y que cometió un grave error (le costaría el cambio). Quiso darle un pase atrás a Alaba y se la entregó a Mayoral, quien desnortó a Kepa con una genial definición. Quedaba un mundo por delante, pero el primer golpe era visitante.

Real Madrid - Getafe SAD

El delantero del Getafe Borja Mayoral anota el 0-1 ante el Real Madrid en el Bernabéu. / Borja Sánchez-Trillo / EFE

El Bernabéu reaccionó. No tanto para reponerse del golpe como por los que recibían los jugadores a los que animan. Gastón blocó con las rodillas a por Rüdiger. Damián puso las dos manos para frenar a Tchouaméni. Djené empujó a Rodrygo. David Soria salió del área para cortar una jugada y los jugadores del Real Madrid se echaron encima de Melero López, quien determinaba que le había rozado primero en el cuerpo.

"Corrupción en la Federación" y pitos a Melero

El colegiado andaluz daba el 'sí quiero a jugar'. Hasta que en el 22, el desarrollo de la piedra, papel, falta terminó en penalti para el Real Madrid sobre Bellingham. O no. Porque después de ir al VAR anuló la pena máxima cometida sobre Aleñá. A pesar de no tener ni un ápice de balón, el Getafe tenía muy clara que su libertad de expresión se limitaba a defender el área con lo que hiciera falta.

Ante el evidente cerrojo, todo se encomendaba en el primer acto a una iluminación de Modric, que tuvo en su cabeza el empate sorprendiendo desde atrás. Era lógico que un bloque tan bajo acabase fisurándose, pero en las grietas tampoco encontraba el Real Madrid el gol.

Su único delantero con carné para serlo, Joselu, vio camino del descanso cómo un magnífico David Soria -sonó para ser portero blanco- frustraba su intento. Meta también instruido en el noble arte de rascarle segundos al cronómetro, que agotó el primer tiempo con un 0-1 despedido con pitada pentatónica y gritos de "Corrupción en la Federación".

Real Madrid - Getafe CF

Joselu tras su primer gol en partido oficial con la camiseta del Real Madrid. / Juan Carlos Hidalgo / EFE

Joselu anota su primer gol con el Real Madrid

Disgustado por el resultado y las sensaciones, Ancelotti agitó el árbol. Dio entrada a Kroos, para retomar el bipartidismo con Modric, además de a Nacho. La vieja meritocracia que sustituyó a Camavinga y Fran García. Los cambios tuvieron impacto inmediato. A los dos minutos de la reanudación, un mal despeje de Djené se convirtió en el primer gol de Joselu con la camiseta blanca en partido oficial. Perfectamente consciente de la responsabilidad que tiene encima, lo celebró por todo alto.

Eso sí, con el suspense añadido de una revisión que irritó a un estadio que por fin aplaudió a rabiar con el desenlace positivo. El Real Madrid era otro en ataque con la entrada de Kroos, quien se sacó un zapatazo que golpeó con violencia el poste. Lo intentó sin éxito en el rechace. El Getafe le duraba cada vez menos la posesión y el testigo de la reserva se encendía con mucho tiempo por delante. Al trantrán, era capaz de montar contras que incomodaban a los locales.

2-1. Bellingham culmina una remontada del Real Madrid

Jude Bellingham. / EFE

Siempre Bellingham: gol para el pleno de triunfos

Eran simples destellos para un asedio que fue constante desde la hora de juego. Lo intentaba el Real Madrid de todas las maneras que se le ocurrían y perseguido por la ansiedad individual que tienen todos los jugadores que visten esta camiseta. Carvajal, al palo. Joselu se quedaba al borde del doblete por culpa de una mano de David Soria. Rodrygo se montaba en bicicleta.

El Getafe no tenía tiempo ni para tomarse un respiro, que solo llegaba con los saques de portería. Hasta que, como la cambiante climatología que domina estos días, se calmó la tempestad. Lo que era una tormenta se convirtió en una serie de chubascos aislados desde fuera del área. Pero la fiesta de inauguración no había terminado. Bellingham se encargó de soplar las velas cazando un mal despeje de David Soria a disparo de Lucas Vázquez. Como un matador, una atribución que no le correspondía al inicio de temporada pero a la que se ha acostumbrado hasta el punto de ser indispensable para el pleno de victorias del Real Madrid.