El timple en las manos de `El Colorao` desprende un sonido prodigioso. Se transforma en una varita de mago que va soltando estrellas, cumple deseos, y deja al que escucha embelesado. Los dedos de este ilustre majorero apenas tocan el instrumento, en realidad sólo necesita acariciar las cuerdas, aletear sobre el alambre y así con la pericia locuaz de un alquimista logra lanzar una flecha certera con la que llega y desparrama la emoción.
Para Domingo Rodríguez `El Colorao` el concierto que ofreció el Día de Canarias en el Teatro Rialto de Madrid significó un gran salto en su amplia carrera, una parada singular en este viaje de ida y vuelta como siempre han hecho los canarios cada vez que han tenido que marcharse de su tierra.
Y en ese barco idílico que navegó por el Manzanares, el artista de Fuerteventura invitó a un grupo amplio de amigos con los que compartió velada y sensaciones. `El Colorao´ trajo hasta Gran Vía su nuevo trabajo Encrucijada y con él, sobre el escenario del Rialto, voces de la tierra tan sensibles como las de la vocalista Fabiola Socas y artistas canarios como Yeray Rodríguez, Juan Carlos Pérez, Joana García, Alberto Méndez, Julito González, Ciro Corujo, Eduardo Duque y Melquiades Cruz. Pero en esta embarcación no podían faltar las aportaciones brillantes del venezolano Gustavo Colina; el vasco, Kepa Junkera; y el argelino, Kino Ait Idrissen.
Como bien ha explicado Domingo Rodríguez, "en este viaje nos hemos juntado un grupo de amigos, y sobre la cubierta de este barco, se ha mezclado gente de Europa que iba para América, como muchos canarios que emigraron tratando de buscar un destino mejor, también de África. Al final, nos unimos todos sin que se pierda la esencia de cada uno, demostrando que la música está por encima de los colores y de las fronteras".
Domingo Rodríguez rescata esa interculturalidad que predomina en las raíces de la esencia canaria y lo plasma en un espectáculo donde todos aportan sus sones, creando un entorno de respeto y mestizaje cultural. La apuesta de este músico majorero tiene que ver con recuperar la memoria, los sonidos que nutren el folclore de las islas, y que lo han hecho perdurable.
Encuentro de canarios
Al fin y al cabo, la historia de las islas está plagada de influencias, de retazos. Por su situación geográfica, el Archipiélago, en medio de Europa, África y América siempre supo aprovechar esta riqueza y hacerla suya, no sólo en música también pasó con la literatura, y con el resto del arte. Canarias fue esa balsa de piedra en mitad del mar, tan sabia, que siempre permitió que todos los marineros a la deriva pudieran subirse a su mástil, y una vez a salvo, seguir navegando.
Además, de un concierto con voces tan peculiares como las de Fabiola o el conejero Ciro Corujo, que ya prepara para el próximo 24 de junio su actuación en La Graciosa, este espectáculo en el Teatro Rialto de Gran Vía fue un gran reencuentro de isleños. Precisamente se eligió el 30 de mayo, Día de Canarias, para festejar lejos de casa esta fecha tan señalada. Sin querer perderse esta gran cita por allí pasaron conferenciantes como Luis Galindo, periodistas, empresarios, actores como la grancanaria Nía Correia, que está actuando en el Rey León. También asistió la conejera Almudena Hernández Toledo. Desde Lanzarote, aunque ya lleva un tiempo afincado en la capital de España, tratando de hacerse un hueco en el mundo de la lírica, no quiso perderse este concierto Pancho Corujo, hermano de Ciro, que actuó en el concierto. Los Corujo forman parte de esa saga singular de lanzaroteños que han nacido rodeados de arte y que con el paso de los años han seguido fortaleciendo y ampliando esa cualidad innata.
A medida que se abrían las puertas de este hermoso teatro, la sala se fue llenando con caras y voces conocidas. La mayoría canarios que han tenido que trasladarse hasta Madrid para seguir con sus estudios o sencillamente para continuar con el trabajo soñado. Precisamente haciendo un descanso, antes de comenzar con sus conciertos de verano, pasó por el Rialto el integrante de Efecto Pasillo, Nauzet Barreto. Contento y feliz por la gran acogida que está teniendo este grupo en los últimos años. Sus canciones, en cada nueva temporada, se han convertido en los éxitos que más suenan en todas las emisoras de radio.
Nauzet se mostró especialmente entusiasmado, al poder acercarse a este acto y disfrutar con los sonidos que propone el nuevo trabajo de `El Colorao`. Reconoció que uno de los instrumentos que echa en falta en su biografía musical es el timple, una pequeña delicia, que si se aprende a tocar, puede dar unos resultados brillantes.
La cita en Gran Vía, de la mano del timplista majorero, también resultó ser la ocasión elegida por el Cabildo de Fuerteventura para apoyar de paso la cultura de la isla. Potenciar la presencia de este territorio en la península a través de una de sus figuras más relevantes resultó un gran acierto sobre todo a tenor de la gran aceptación, que tuvo el concierto, teniendo en cuenta que el acto se producía un martes, por la tarde.
El público que casi llenó el recinto pudo además deleitarse con las papas con mojo picón que se ofrecieron en el hall de entrada además de queso majorero, vino de las islas y cervezas canarias.
Al acto asistieron varias autoridades de la isla como el senador majorero, Claudio Gutiérrez, y el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información Manuel Miranda, además del gerente del Patronato de Turismo, Moisés Jorge y otras personalidades de la cultura de Fuerteventura.
Las autoridades majoreras no perdieron la oportunidad invitar a este evento a directivos de varios turoperadores nacionales y de empresas relacionadas con el sector turístico como representantes de Iberia Express, Viajes Barceló, Logitravel España, Viajes El Corte Inglés y PayPal España. El objetivo final fue sin duda mostrar la cara más radiante de esta isla.
Conciertos en América
El productor de este concierto, Sergio Falcón, se mostró especialmente satisfecho con la acogida que había tenido en Madrid, y no descartó que Encrucijada, esa apuesta por una música de fusión, en la que hay cabida para todos los sones, viaje a algunos países de América Latina, "donde se entenderá perfectamente lo que se ofrece en este espectáculo".
Falcón insistió que no se descarta iniciar en los próximos meses una serie de conciertos que lleven una vez más a cruzar el charco, con esa música de ida y vuelta. Aunque antes, Encrucijada se podrá ver el día 8 de junio en Puerto del Rosario y el 11 en Arrecife.
Mientras los invitados apuraban las últimas copas, y alguno trataba de engullir con apetito voraz la ración de papas con mojo que le habían servido, sobre el escenario este grupo variopinto de músicos, tan grandes como sus voces, comenzaron a desgranar esas delicias de canciones que seguramente hubieran sonado en cualquiera de aquellos barcos que se lanzaban al mar detrás de un sueño.
Y así con la magia que siempre desprende el timple de `El Colorao´, el músico majorero empezó a hilvanar sones mientras Ciro Corujo y Melquiades Cruz ponían la voz. El gran verseador Yeray Rodríguez hacía de las suyas con sus famosas folías a ciegas, una técnica peculiar que consiste en frases improvisadas que él convierte en letras audaces.
Poco a poco se fueron sumando el resto de marineros errantes a esta embarcación multicultural, sonó el cuatro venezolano a través de Gustavo Colina, y el vasco, Kepa Junkera, que hizo sonar su trikitixa (pequeño acordeón de origen italiano), y el argelino Kino Ait Idrissen, quien mostró la elocuencia de los instrumentos tradicionales de su país como la mandolina, el guimbri, el bendir o las carcabas.
Al final, la fiesta se hizo tan grande que nadie parecía querer que se terminara. Al escenario subieron algunos de los invitados como Pancho Corujo y la lanzaroteña de origen graciosero Almudena Hernández. El barco que llegó navegando por el Manzanares fue una vez más una apoteosis de música y sentimiento.
