Entrevista | Juan Capote Presidente de la Federación de asociaciones de criadores de razas autóctonas (Faracan)

Juan Capote: «Debería llamarse ley de protección y derechos de los animales de compañía»

Biólogo, veterinario e investigador, Juan Capote, natural de Santa Cruz de

, es presidente la Federación de las Razas Autóctonas

(Faracan), formada por 16 asociaciones de criadores de razas autóctonas canarias. Capote en esta entrevista se muestra crítico con la Ley que el 29 de septiembre entra en vigor.

Juan Capote

Juan Capote / LP/DLP

Miguel Ayala

Miguel Ayala

¿Cómo valora la entrada en vigor de la ley de bienestar animal?

Mal, porque no estamos de acuerdo con una buena parte de su contenido. Para empezar, y debido a ese contenido, tenía que haberse llamado ley de protección y derechos de los animales de compañía.

En algún informe se señala que la sociedad canaria es una de las que más y mejor valora la nueva norma. ¿Hay razón para ello?

No conocía la información pero le aseguro que no es la opinión de la gran mayoría de los criadores integrados en Faracan. Eso sí, puede que en otros sitios se valore aun peor.

¿Se han tenido en cuenta las peculiaridades de Canarias en esta nueva normativa?

Desde Faracan se presentaron en algún momento alegaciones con respecto a diferentes artículos de la primera ley y nos consta que otros organismos canarios también lo han hecho. Algunos de los cambios posteriores coinciden con nuestras reivindicaciones pero pienso que no debido a nuestras peculiaridades sino más bien a que otros muchos colectivos de ámbito estatal o autonómico, han reivindicado lo mismo.

¿Cuáles cree que son las aportaciones positivas que conlleva este nuevo marco legal? ¿Y las negativas?

Siempre hay alguna positiva si se aplica bien, como el seguro obligatorio y un cierto control sobre los posibles dueños de los animales, pero otros aspectos se podrían solventar simplemente aplicando la normativa anterior, como por ejemplo la obligación de identificar a las mascotas. Si se llevara a rajatabla, el abandono disminuiría drásticamente.

En cuanto a las negativas son muchas, empezando por la obligatoriedad de castrar a los perros. Se habla de evitar las mutilaciones y se permite la única de ella que produce un cambio de conducta del animal y de sus niveles hormonales.

¿Va a beneficiar la labor de los criadores canarios y sobre todo, puede perjudicar la normativa al crecimiento de las razas autóctonas?

No veo en qué punto beneficiaría. Y, si se aplica bien a las Islas, tampoco perjudicaría tanto porque los animales de abasto, el ganado, queda fuera de la norma y también los perros de caza o trabajo, definición en la que se encuentran todas nuestras razas caninas.

Eso sí, estamos atentos a lo que pueda afectar a nuestro animales de tracción y/o carga porque están sometidos a constante presión por parte de algunos animalistas, esgrimiendo argumentos que no resisten un análisis serio. Hemos pedido al nuevo consejero de Agricultura, Javier Gutiérrez Taño, con quien tenemos una magnífica relación, una reunión para tratar, entre otras cosas, la futura aplicación de la ley en las Islas.

Se puede llegar a multar hasta con 200.000 euros a quienes, por ejemplo, vendan un pájaro o una cría de perro. ¿Es un sinsentido o significa depurar de intrusos el sector?

Por supuesto estamos en contra del intrusismo, que lo hay, y pensamos que se debe castiga, pero se habla también de que solo criadores profesionales pueden hacerlo y eso me parece un auténtico disparate. Y si eso se aplicara a las razas autóctonas, donde el 80% de los criadores son aficionados, la pérdida de biodiversidad sería tan grande que podría desaparecer lo que sin duda es una importante parte del patrimonio genético canario. En todo caso, la cuantía de la sanción me parece una locura.

En ese sentido, ¿cómo se regían antes esos asuntos en Canarias?

Siguiendo la normativa de la Comunidad Económica Europea que siempre ha sido muy sensible a las normas de bienestar animal. Es importante resaltar que en todos los colectivos hay individuos indeseables: mírese el caso de los perros muertos por deshidratación en Fuerteventura recientemente. Sobre ellos es sobre quien hay que actuar y no arrastrando a todo un colectivo

¿Echa en falta algo en la norma?

Sí, copio textualmente una de nuestras alegaciones. «En la Exposición de motivos debería incluirse la conservación de recursos zoogenéticos tanto como una de las medidas de bienestar animal, a nivel sanitario y adaptación ambiental como para la conservación del patrimonio cultural, social y de biodiversidad que representan las razas autóctonas locales».

Suscríbete para seguir leyendo