El pergamino de Clío

Los Juegos Hereos

Los Juegos Hereos

Los Juegos Hereos

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Existe evidencia documental que sostiene que en Esparta las mujeres y los hombres practicaban deporte juntos. Se puede extraer esta conclusión de Filóstrato (sobre la gimnasia 27) en la que asegura que, en Esparta, las mujeres y los hombres «practicaban deporte juntos». No obstante, estos textos solo hablan de que los espartanos y espartanas practicaban deporte en los mismos centros y a la vez, pero no entre ellos, aunque existen algunos textos que hablan de lucha mixta pero solo como práctica y no como deporte en sí. Además, otros documentos como los versos de Propercio (3.14.1-4) afirman que las mujeres practicaban deporte semidesnudas, al igual que los hombres, llevando solo una túnica transparente y corta.

En el resto de Grecia, un entrenamiento continuado y serio no entraba dentro de la educación de la mujer. Sin embargo, existía alguna formación física asociada y limitada al culto de alguna deidad. La carrera pedestre fue el deporte femenino por excelencia.

Sin embargo, la competición femenina más importante que tuvo lugar en la antigüedad griega, también una carrera pedestre, fue la dedicada a Hera en el santuario de Olimpia. En efecto, en el mismo en el que se desarrollaron las famosas Olimpiadas. Pausanias escribió lo siguiente en su pasaje (5.16.2-3): «Cada cuatro años tejen a Hera un peplo las 16 mujeres y ellas mismas convocan una competición, los Juegos Hereos. La competición consiste en una carrera para muchachas, no todas de la misma edad, sino que corren las primeras las más jóvenes y después de ellas las segundas en edad y las últimas las muchachas que son mayores. Y corren de la siguiente manera: llevan suelto el cabello y una túnica les llega un poco por encima de la rodilla y enseñan el hombro derecho hasta el pecho. También a ellas les está asignado para la competición el estadio olímpico, pero se les reduce para la carrera aproximadamente la sexta parte de él. A las vencedoras les conceden coronas de olivo y parte de la vaca sacrificada a Hera, y además les está permitido ofrendar imágenes con inscripciones. Y también hay mujeres que prestan ayuda a las 16 que dirigen estas competiciones. Estos juegos de muchachas los hacen remontar también a una época antigua, diciéndose que Hipodamía, para dar gracias a Hera por su boda con Pélope, reunió a las 16 mujeres y con ellas fue la primera en organizar los Juegos Hereos».

Sabemos que los Juegos Hereos también tenían lugar cada cuatro años, pero no sabemos en qué fecha se celebraban. Thomas F. Scanlon, profesor de la Universidad de California, opina, tras ciertos estudios sobre el tema, que los juegos Hereos tenían lugar inmediatamente antes de los masculinos.

Pausanias también alude al origen mítico de los juegos y da dos versiones. En una afirma, que la competición se remontaría a los juegos organizados por Hipodamía para agradecer a la diosa Hera su boda con Pélope. De ser cierto, esto explicaría que los Juegos Hereos y los Olímpicos fueron contemporáneos. No obstante, en otra versión afirma que, al morir el cruel tirano de Pisa Demofonte, los habitantes trataron de reparar los daños por él causados a los habitantes formando un grupo de 16 mujeres (una por cada ciudad de Élide) para que estas tejieran un peplo (túnica femenina) a Hera y conformaran los juegos Hereos para honrarla y para hacer las paces entre las ciudades.

La inscripción más importante que se conserva es una que data hacia el 45 d.C. y que se encuentra en Delfos, en el pedestal de una estatua dedicada por un padre orgulloso a sus tres hijas atletas.

Entre los estudiosos existe un consenso y es que la carrera formó parte, probablemente, de un ritual de carácter prematrimonial en el que la carrera representaba la huida, la vida salvaje de las muchachas antes de casarse.

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